TEMA: ESTUDIO BÍBLICO: APRENDAMOS A OBEDECER IV PARTE
TEXTO: JEREMÍAS 35:13 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Ve y di a los varones de Judá, y a los moradores de Jerusalén: ¿No aprenderéis a obedecer mis palabras? dice Jehová.
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Este día seguimos esta serie de Estudios Bíblicos en la cual estamos tomando las LAS OCHO LETRAS DE LA PALABRA OBEDECER, ES DECIR, ESTAMOS HACIENDO UN ACROSTICO para que podamos verdaderamente comprender LO QUE SIGNIFICA OBEDECER A NUESTRO DIOS.
En los tres estudios anteriores ya hemos tomado las PRIMERAS SEIS LETRAS DE LA PALABRA OBEDECER y aprendimos que obedecer significa:
Ordenar nuestras prioridades conforme a las de Dios
Buscar agradar a Dios con todo el corazón
Esperar pacientemente la respuesta del señor
Dejar que sea dios quien dirija nuestros pasos
Establecernos y no movernos del camino de Dios.
Confiar en las promesas de Dios sin dudar
Ahora vamos a tomar las últimas dos letras de la palabra OBEDECER para que verdaderamente comprendamos por medio de la palabra de Dios lo que esta palabra tan importante significa en la vida cristiana:
VII) ESTAR DISPUESTOS Y DISPONIBLES PARA ACEPTAR EL LLAMADO DE DIOS A NUESTRA VIDA
(Isaías 6:8) Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
Veamos primeramente lo que estas palabras significan para que comprendamos la importancia no solamente de estar dispuesto para obedecer para seguir y servir al Señor, sino también estar disponible para poder llevar a la acción esa intención del corazón.
ESTAR DISPUESTO: Implica tener la disposición mental o emocional para hacer algo, incluso si no es conveniente o fácil. Estar dispuesto implica estar preparado para enfrentar un desafío, superar obstáculos o aceptar responsabilidades.
ESTAR DISPONIBLE: Se refiere a tener la capacidad práctica o física para hacer algo en un momento dado. Estar disponible significa que quieres y puedes dedicar tiempo y recursos a una tarea específica.
Es decir que estar dispuesto se relaciona más con la actitud o disposición mental, mientras que estar disponible se refiere más a la capacidad práctica o física para llevar a cabo una acción en un momento determinado.
¿QUE SIGNIFICA ESTAR DISPUESTO Y DISPONIBLE PARA DIOS? (Salmo 108:1) Mi corazón está dispuesto, oh Dios; Cantaré y entonaré salmos; esta es mi gloria.
La palabra dispuesto, del hebreo “KUN” significa estar listo, esperando una orden, en nuestro diccionario significa: Estar preparado para ser utilizado, estar decidido para hacer algo, que tiene buena actitud para hacer algo.
SIGNIFICA ESTAR DISPUESTOS A RECIBIR LA CORRECCIÓN Y CORREGIR NUESTRAS ACCIONES Tenemos que venir con la disposición de aceptar su corrección para nuestra vida, como barro en su mano, con la disposición de ser moldeados por el Señor por medio de su palabra y su poder, un corazón dispuesto y disponible acepta con humildad la reprensión de Dios (REPRENSIÓN: desaprobación que se le hace a una persona a causa de su actuación o su comportamiento) pero no solamente reconoce su error o su falla, sino que toma acción para corregir lo que no agrada a Dios (Proverbios 17:10) La reprensión aprovecha al entendido, Más que cien azotes al necio.
SIGNIFICA NO SOLAMENTE TENER LA INTENCIÓN DE SERVIR AL SEÑOR, SINO PONERSE A SERVIR SIGUIENDO EL EJEMPLO DE JESÚS (Juan 13:12-17) Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? 13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. 14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. 15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. 16 De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. 17 Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis. Nuestro Señor Jesucristo no solamente vino a este mundo con la buena intención de servir, ¡Él se puso a servir! y ese ejemplo tenemos que seguir cada uno de nosotros, y nuestro Señor fue muy claro, no es bienaventurado el que tiene la intención de servir como él lo hizo, es bienaventurado el que lo hace, el que pone su vida al servicio del Señor.
VIII) RENDIR NUESTROS PLANES Y PROYECTOS A LA VOLUNTAD DE NUESTRO DIOS
(Filipenses 2:5-8) Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
El mejor ejemplo de rendir su voluntad, sus deseos y sus planes, a la voluntad del Padre Celestial es nuestro Señor Jesucristo, Él sabía que su Padre Celestial tenía el poder de cambiar el rumbo de los acontecimientos para que su hijo no sufriera todo el dolor que iba a soportar, sabía que su Padre Celestial lo amaba, pero tambien sabia que todo el sufrimiento y dolor que iba a experimentar era parte de un PROPÓSITO que se tenía que cumplir por medio de él.
De la misma manera nosotros, siguiendo el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, tenemos que rendirnos a la voluntad del Padre Celestial, ya no seguir luchando en contra de su voluntad, pues mientras más nos resistamos a su voluntad más angustia, amargura, enojo, y frustración habrá en nuestro corazón.
Si queremos aprender a obedecer tenemos que aprender a rendirnos a su voluntad, de tomar en nuestra boca las palabras de nuestro Señor Jesucristo y decir: NO SE HAGA MI VOLUNTAD, SINO LA TUYA.
TENEMOS QUE SER OBEDIENTES Y RENDIRNOS A SU LLAMADO (Hechos 9:1-6) Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, 2 y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén. 3 Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; 4 y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 5 Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. 6 Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.
Podemos ver que ese hombre llamado Saulo de Tarso fue derribado a tierra por el Señor, cuando él cayó en tierra y escuchó la voz del Señor llamando por su nombre fue muy sabio, fue muy inteligente, pues aun estando tirado en la tierra, derribado, posiblemente golpeado, y lleno de temor dijo esas palabras que muchos cristianos no queremos decir: ¿QUE QUIERES QUE YO HAGA?.
Lastimosamente muchos cristianos hemos sido derribados a tierra por el Señor al igual que Saulo, no una sino varias veces, pero en lugar de preguntar ¿Señor qué quieres que yo haga? seguimos en el mismo camino equivocado, seguimos con un corazón lleno de rebeldía queriendo llevar a cabo nuestros planes y proyectos y dejando de lado el llamado del Señor.
TENEMOS QUE SER OBEDIENTES Y RENDIRNOS A LA SALVACIÓN (EFESIOS 2:1-3) Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Todos nosotros antes de conocer a Cristo como Señor y salvador de nuestra vida éramos HIJOS DE DESOBEDIENCIA pues muchas veces rechazamos el llamado del Señor para salvarnos, fuimos rebeldes y muchos de nosotros no queríamos rendir nuestra vida al Señor para ser salvos.
Muchas veces hacemos parecer que es Cristo el que está rendido suplicando a los pecadores que lo reciba, pero no es así, SOMOS NOSOTROS LOS PECADORES QUE TENEMOS QUE RENDIRNOS ANTE NUESTRO SALVADOR, recibir a Cristo es venir delante de Dios reconociendo nuestra condición de pecado, arrepentidos y necesitados de la salvación del Señor (Juan 3:18) El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
PODEMOS DECIR PARA TERMINAR ESTA SERIE DE ESTUDIOS QUE OBEDECER SIGNIFICA:
Ordenar nuestras prioridades conforme a las de Dios
Buscar agradar a Dios con todo el corazón
Esperar pacientemente la respuesta del señor
Dejar que sea dios quien dirija nuestros pasos
Establecernos y no movernos del camino de Dios.
Confiar en las promesas de Dios sin dudar
Estar dispuestos y disponibles para aceptar el llamado de dios a nuestra vida
Rendir nuestros planes y proyectos a la voluntad de nuestro dios
