¿QUE LE HACE FALTA A MI VIDA CRISTIANA? 

TEMA: ¿QUE LE HACE FALTA A MI VIDA CRISTIANA? 

TEXTO: LUCAS 9:23-24 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. 24 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, este la salvará.

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A esta pregunta ¿cuál sería nuestra respuesta? pues tenemos al Señor en nuestra vida, tenemos una iglesia donde congregarnos, tenemos su palabra que nos guía, entonces, ¿que le hace falta a muchos cristianos hoy en dia? 

La respuesta a esta pregunta se resume en una sola palabra: CONVICCIÓN, pero veamos qué significa esta palabra: Convicción es tener la seguridad y la confianza puesta sobre algo o alguien. La convicción es creer en alguien plenamente.

Es decir que un cristiano de convicción vive seguro y confiado pues ha creído en un Dios de verdad, de poder de fidelidad y de amor.

¿Cómo podemos reconocer si nosotros somos cristianos de convicción? es necesario reconocer con sinceridad en cuál de los dos grupos que se mencionan en el texto que leímos para comenzar esta nuestra vida: TODOS O ALGUNOS

  • TODOS: El total de las personas que escucharon el llamado del Señor para seguirle, y escucharon cual es el precio que hay que pagar para hacerlo. 
  • ALGUNOS: El grupo reducido de personas que están dispuestos a negarse a sí mismos, que están dispuestos a tomar su cruz cada día, es decir, que están dispuestos a seguir al Señor cueste lo que cueste. 

¿En cuál de los dos grupos estamos viviendo hoy nuestro cristianismo? 

REFLEXIÓN: Verdaderamente que los tiempos que estamos viviendo en el mundo en la actualidad no son tiempos para seguir viviendo lejos de Dios, para vivir un cristianismo light, sin compromiso, hoy más que nunca es el tiempo para permanecer en Cristo, en su iglesia, en sus caminos, pues en él está nuestra protección, en él está nuestra seguridad, en él está nuestra paz. (Isaías 23:3-4) Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. 4 Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.

Respondamos ahora ¿QUÉ NECESITAMOS PARA PODER SER CRISTIANOS DE CONVICCIÓN? Veamos lo que nos enseña la palabra de nuestro Dios: 

I) NECESITAMOS SER VALIENTES, PARA ENFRENTAR LA OPOSICIÓN Y LAS BATALLAS DE LA VIDA  CONFIANDO EN EL SEÑOR (2 Timoteo 3:12) Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución;

El texto es claro y nos dice que toda persona que quiera vivir piadosamente, es decir, que quiera vivir una vida consagrada para Dios, haciendo su voluntad, siguiendo su camino, será perseguido por el enemigo.

Tenemos que saber y estar preparados pues cuando decidimos de corazón seguir el camino del Señor estamos entrando en un verdadero campo de batalla espiritual (Efesios 6:12) Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

Es por eso que el Señor nos hace un llamado a ser buenos soldados de Jesucristo (2 Timoteo 2:3) Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Eso significa que tendremos batallas, habrá oposición, burlas, críticas, conflictos, pero un buen soldado de Jesucristo es VALIENTE.

Tenemos que reconocer con sinceridad que muchos de nosotros ya fuimos valientes para las cosas del mundo, para los vicios, para hacer locuras, para los deportes, hasta para conquistar a la mujer ajena, ya es tiempo que seamos VALIENTES PARA NUESTRO DIOS (Josué 10:25) Y Josué les dijo: No temáis, ni os atemoricéis; sed fuertes y valientes, porque así hará Jehová a todos vuestros enemigos contra los cuales peleáis.

Y esa valentía es motivada por la seguridad que no estamos solos, Dios está con nosotros y él es más poderoso que el que está contra nosotros (1 Juan 4:4) Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.

II) NECESITAMOS COMPRENDER QUE NUESTRAS PRIORIDADES TIENEN QUE ESTAR POR SOBRE NUESTRAS CIRCUNSTANCIAS (Josué 24:15) Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

Verdaderamente las circunstancias de nuestra vida son cambiantes, muchas de ellas no están bajo nuestro control, no dependen de nosotros, las condiciones de nuestra vida pueden variar de un momento a otro, tanto para bien como para mal, para prosperidad o para escasez, para salud o para enfermedad. 

Nuestras condiciones económicas, familiares, geográficas, laborales, pueden cambiar, pero PASE LO QUE PASE nuestra decisión de seguir a Cristo tiene que ser la principal prioridad de nuestra vida. 

Lastimosamente muchos cristianos cuando cambian sus circunstancias y sus condiciones de vida, también cambian sus prioridades, es decir que sus prioridades están establecidas según su situación, están establecidas de acuerdo a sus circunstancias, pero para el cristiano de convicción SUS PRIORIDADES ESTÁN ESTABLECIDAS INDEPENDIENTEMENTE DE SUS CIRCUNSTANCIAS Y CONDICIONES DE VIDA

Eso significa que en la escasez buscamos del Señor, y también lo buscamos y le servimos en la abundancia, lo buscamos y lo adoramos en la salud, y también en la enfermedad, lo buscamos y lo adoramos cuando las cosas se ponen muy complicadas y también lo seguimos buscando y adorando cuando las cosas están muy bien en nuestra vida, porque hemos comprendido que las palabras del apóstol 

Pedro son también una realidad en nuestra vida: SOLO TU TIENES PALABRAS DE VIDA ETERNA (Juan 6:68) Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.

III) NECESITAMOS RECONOCER TODO LO QUE EL SEÑOR HA HECHO EN NUESTRA VIDA Y SER AGRADECIDOS (SALMO 103:2-5) Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. 3 Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; 4 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; 5 El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila.

Verdaderamente que si hay algo que debe de ayudarnos a tener convicción en nuestra vida cristiana es reconocer todo lo bueno que nuestro Dios ha sido con cada uno de nosotros.

Cada vez que vengan a nuestra mente pensamientos para apartarnos de la iglesia, de ya no congregarnos de no continuar sirviendo en el ministerio que el Señor nos ha dado tenemos que recordar de donde el Señor nos rescato, hasta donde llegó para levantarnos, y reconozcamos que somos deudores del Señor (Romanos 8:12)

Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;

SOMOS DEUDORES, PERO NO DE DINERO, SINO DEUDORES DE AGRADECIMIENTO PARA NUESTRO DIOS.

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