ESTUDIO PRIMERA CARTA DE JUAN CAPITULO UNO: ¿COMO VIVIR SIEMPRE EN LA LUZ?

ESTUDIO BIBLICO PRIMERA CARTA DE JUAN CAPITULO 1:

¿COMO VIVIR EN LA LUZ DE DIOS?

TEXTO:1 JUAN 1:1-10

INTRODUCCION

esta noche comenzamos un nuevo estudio bíblico, comenzaremos a estudiar una de las cartas más preciosas del nuevo testamento, pues es una carta que tiene como objetivo recordarnos a los cristianos los fundamentos de nuestra vida cristiana, es un llamado a volver a los principios básicos de la vida cristiana que aun en la época que fue escrita ya se estaban perdiendo.

fecha de escritura: se cree que el apóstol juan escribió esta carta desde Éfeso casi al final del primer siglo de la era cristiana, aproximadamente en el año 95 D.C

motivo: el apóstol juan escribió esta carta para hacer un llamado a no caer en las falsas enseñanzas que ya estaban apareciendo en la iglesia primitiva por medio de falsos maestros, principalmente para defender la doctrina verdadera de cristo del gnosticismo, que era la enseñanza que más estaba destruyendo a la iglesia de aquella época.

los maestros del gnosticismo, basado principalmente en las enseñanzas de Platón, afirmaban que el cuerpo era algo totalmente malo, inherentemente malo, depravado, y el espirito es lo único bueno, por eso ellos comenzaron a introducir enseñanzas que iban en contra de la divinidad de Jesús pues ellos afirmaban que no era posible que Dios siendo espíritu pudiera tomar un cuerpo humano pues estaba lleno de maldad, ellos afirmaban que Jesús solo tenía un cuerpo que parecía humano, pero no era en real, esta enseñanza se llamaba docetismo.

Juan era el último de los primeros apóstoles que estaba vivo en esa época, era el último de los que había visto y oído a Jesús en su ministerio terrenal y en su resurrección, por eso el motivo de esta epístola es demostrar que Jesús es verdaderamente Dios hecho hombre, no parecía un hombre de carne y hueso, sino que era verdaderamente un ser humano, por eso el afirma haberlo visto, escuchado y palpado (vs 1-3). Si alguien tenía la autoridad para refutar estas falsas enseñanzas gnósticas era el apóstol Juan, pues él pudo contemplar de primera mano la vida y los milagros de nuestro Señor Jesucristo (Juan 21:24-25)

Una de las enseñanzas que estaba afectando grandemente la iglesia naciente o la iglesia primitiva era la enseñanza gnóstica que afirmaba que si el cuerpo era totalmente malo y depravado entonces no importaba que se viviera una vida depravada y de pecado pues no tenía relación con el espíritu de la persona, algunos hasta llegaban a afirmar que no tenían pecado pues lo que hacían solo tenía que ver con el cuerpo y que su espíritu no era afectado por lo que hacían, ellos decían que el pecado realizado con el cuerpo físico no tenía ninguna importancia.

Muchos cristianos basados en esa falsa doctrina o falsa enseñanza estaban viviendo desenfrenadamente, en inmoralidades y sin ningún arrepentimiento.

Es por eso que la primera enseñanza que encontramos en la primera carta del apóstol Juan es: Dios es luz y los cristianos deben de vivir en la luz de Dios.

REFLEXION: Hoy en día muchos cristianos tienen la idea que por ser salvos pueden vivir una vida desenfrenada, ya que la salvación espiritual es eterna y no la perderán pueden hacer con su cuerpo lo que quieran, pueden vivir una vida en pecado.

¿COMO PODEMOS VIVIR SIEMPRE EN LA LUZ DE DIOS?

  1. RECONOCIENDO QUE LA UNICA FORMA DE SALIR DE LAS TINIEBLAS ES POR MEDIO DE JESÚS (VS 5)

Dios es luz, en el original la palabra es Phos, que significa no solamente luz sino la fuente de la luz, cuando se nos dice que Dios es luz, está hablando de gloria, de resplandor, de revelación, de guía, de gozo, de alegría, de paz, de santidad, de lo bueno, lo agradable.

Por lo contrario, las tinieblas nos hablan de tristeza, de muerte, de lo malo, lo desagradable, de vergüenza, etc.

Tosa persona que ya no quiere vivir en tinieblas lo único que tiene que hacer es buscar a Dios (Isaías 50:10)

Toda persona que no quiere venir a la luz del Señor está condenada (Juan 3:19-20)

Toda persona que viene a la luz del Señor sale de las tinieblas y se convierte en un hijo de Dios, (Juan 1:9-13) e hijo de luz (1 Tesalonicenses 5:5)

  1. COMPRENDIENDO QUE COMO HIJOS DE DIOS E HIJOS DE LUZ NO PODEMOS VIVIR NUEVAMENTE EN TINIEBLAS (1 JUAN 1:6)

No podemos tener la luz de Dios en nuestras vidas y vivir en tinieblas, nosotros tenemos el mandato por medio de la palabra de Dios de vivir una vida que refleje la luz de Dios en nosotros.

En el antiguo testamento (Isaías 60:1)

En el nuevo testamento (Efesios 5:8)

Nosotros tenemos comunión con el Señor, la palabra comunión es la palabra griega Koinonia, que significa: Compartir, Compañerismo.

Cuando tenemos comunión con el Señor se nota en nuestra vida, tenemos que reflejar su luz en nosotros, tal como el rostro de Moisés resplandecía cada vez que se encontraba con Dios en el monte Sinaí (Éxodo 34:20-30)

La vida cristiana no se trata de lo que decimos, sino de lo que practicamos.

Nadie puede decir que tiene comunión con el Señor y que su vida este en tinieblas, la persona que tiene una verdadera comunión con el Señor tiene gozo, tiene paz, tiene alegría en su vida, reconoce su pecado y se arrepiente.

La luz que está en nosotros se tiene que manifestar:

  1. En nuestras relaciones (2 Corintios 6:14)

 

  1. En lo que ven nuestros ojos (Mateo 6:22-23)

 

  1. En no participar más en las obras infructuosas de las tinieblas, sino que las reprende (Efesios 5:11)

 

  1. No aborrecer a su hermano (1 Juan 2:11) Aborrecer: sentir un gran rechazo o antipatía contra una persona.

 

  • COMPRENDIENDO QUE SI PECAMOS TENEMOS DISPONIBLE LA MISERICORDIA Y EL PERDON DE DIOS PARA NO DALE LUGAR A LAS TINIEBLAS EN NUESTRA VIDA (1 JUAN 1:7-10)

Ninguno de nosotros podemos decir que no pecamos, siempre pecamos y fallamos, muchas veces somos atraídos y seducidos por las tinieblas, pero cada vez que nos apartamos del camino de la luz del Señor, tenemos que volver con arrepentimiento,

Si hemos pecado tenemos que reconocerlo, no podemos ocultarlo, no podemos negarlo, la luz del Señor revela todo en nuestra vida.

Tenemos que arrepentirnos, confesar nuestros pecados y confiar que su sangre nos limpia de todo pecado, por su fidelidad y su justicia.

Por la sangre de Cristo su hijo que nos limpia de todo pecado podemos caminar siempre en la luz del Señor, aunque fallemos.

 

 

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