¿COMO GANAR A MI FAMILIA PARA CRISTO?

TEMA: COMO GANAR A MI FAMILIA PARA CRISTO

TEXTO: JOSUE 24:15

INTRODUCCION

Cuando se habla de CASA en términos bíblicos el significado de la palabra casa a veces se extiende hasta abarcar a toda la línea ancestral, como “la casa y familia de David” o a toda una tribu, como “la casa de Efraín”  y aun toda una nación, como en “a toda la casa de Israel”

Es decir que lo que Josué estaba diciendo en este versículo tan famoso es que el, su familia, sus parientes, su tribu, servirían Jehová.

Este tiene que ser el anhelo de cada uno de nosotros, que nuestra familia sea parte de la familia de Dios y que le sirvamos juntos como familia a nuestro Dios.

Pero lastimosamente muchas veces nuestros parientes aun no son parte de la familia de Dios, quizás son parte de una religión, pero no tienen a Cristo como salvador de sus vidas, quizás no quieren nada con el Señor ni con su iglesia, y muchas veces la religión y el rechazo a las cosas de Dios se vuelven un obstáculo muy grande para nosotros y el tiempo va pasando y nuestros parientes van camino a la condenación eterna. ¿Qué podemos hacer nosotros para ganar a nuestra familia para Cristo?

PRIMERAMENTE COMPRENDER NUESTRA RESPONSABILIDAD COMO CRISTIANOS

  • Nuestra responsabilidad es predicarles la palabra de Dios, quieran o no quieran recibirla (Ezequiel 2:6-7)

 

  • La parábola del buen samaritano es un reto para nosotros, como cristianos debemos comportarnos como prójimos de nuestros familiares y no ser indiferentes, debemos tener compasión por aquellas personas de nuestra familia que no conocen al Señor (Lucas 10:29-37)

¿Cómo podemos ser ese prójimo para nuestra familia que los levante y los lleve a conocer al Señor?

  1. ORAR Y RECLAMAR LA PROMESA QUE TENEMOS EN SU PALABRA (Hechos 16:30-31)

 

  • Tenemos que orar y actuar, es decir no solamente debemos orar para que ellos se conviertan y que algún día alguien les llegue a predicar, tenemos que orar y levantarnos y predicarles primeramente nosotros la palabra de Dios (Hechos 16:32)

 

  1. PREDICANDO CON NUESTRA VIDA MISMA, CON NUESTRO TESTIMONO (1 PEDRO 3:1-2)

 

  • No se vuelva la típica esposa cristiana rebelde que con una actitud equivocada está convirtiendo la iglesia del Señor en la enemiga número uno de su esposo inconverso.

 

  • Si usted quiere que su esposo inconverso no le interfiera en su adoración a Dios el tiene que ver el cambio en su conducta, que desde que usted se ha hecho cristiana y se congrega en la iglesia es una mujer diferente.

 

  • Tenemos que comprender que nuestra conducta impacta más que nuestras palabras.

 

  • Quizás nuestra familia no lee la Biblia, pero ellos tienen que ver la palabra de Dios reflejada en nuestra vida, en nuestra conducta (2 Corintios 3:1-3)

 

  • NO HABLANDO MAL DE NUESTRA FAMILIA ESPIRITUAL, Y MENOS AUN FRENTE A NUESTROS PARIENTES INCONVERSOS (EZEQUIEL 34:17-19)

 

  • No enturbiemos el agua que las ovejas van a beber, pues muchas veces con nuestros comentarios, con nuestras criticas manchamos el testimonio de la iglesia de Cristo delante de nuestros familiares, y no nos debe extrañar si después de escucharnos hablar ya no quieran nada con el Señor ni con su iglesia.

 

  • Con nuestras críticas, podemos traer muerte eterna a nuestra familia que no querrá nada con Dios a pesar de su amor, a causa de nuestras palabras (Proverbios 18:21)

 

  1. NO ENTRANDO EN PLEITOS NI CONFLICTOS POR CUESTIONES DE RELIGION (2 TIMOTEO 2:23-24)

 

  • Se dice que para no entrar en conflictos hay tres temas que hay que evitar : La política, el futbol y la religión, y está muy bien dicho, porque esos temas levantan pasiones y levantan barreras.

 

  • Nosotros debemos centrarnos en predicar de Cristo, no de religión, ni de iglesias, (1 Corintios 2:1-2)

 

  • No debemos tener una actitud de vanidad por el conocimiento que hoy tenemos de la verdad por medio de la palabra de Dios, tenemos que demostrar el amor de Dios no cuando conocimiento tenemos (1 Cor 8:1)

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