ESTUDIO BIBLICO, EL SERMÓN DEL MONTE XII PARTE: JESÚS Y LA LIMOSNA, LA ORACIÓN Y EL AYUNO.

ESTUDIO BIBLICO, EL SERMÓN DEL MONTE XII PARTE: LA LIMOSNA, LA ORACIÓN Y EL AYUNO. 

TEXTO: (MATEO 6:1-4) Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 3 Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, 4 para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. (MATEO 6:5-8) Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. 7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. 8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. (MATEO 5:16-18) Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.17 Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, 18 para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Este día continuamos con nuestro estudio de las enseñanzas del Sermón del monte en el capítulo 6 del evangelio de Mateo.

En esta sección nuestro Señor Jesucricristo comienza enfocándose en TRES DE LAS ACCIONES DE PIEDAD que los judios más valoraban y a las cuales le daban énfasis especial en su religiosidad ya que por medio de ellas demostraban su justicia a los demás, estas acciones eran: LA CARIDAD, LA ORACIÓN Y EL AYUNO (Lucas 18:9-12) A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: 10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. 11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; 12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.

Pero nuestro Señor Jesucristo les dejó claro que para nuestro Dios las acciones no son más importantes que nuestras intenciones, y esa es una de las enseñanzas principales que podemos encontrar en la palabra de Dios desde el Antiguo Testamento, nuestro Dios no ve solamente lo que ven los hombres, sino que él ve primeramente nuestro corazón (1 Samuel 16:7) Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.

El énfasis de las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo en los textos que hemos leído no es dejar de hacer esas acciones de piedad, sino hacerlas con la motivación y la actitud correcta: NO PARA SER VISTOS DE LOS HOMBRES, SINO PARA AGRADAR A DIOS.

  • Mateo 6:1 Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.
  • Mateo 6:5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa
  • Mateo 6:16 Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

De estos textos vamos a tomar hoy TRES ENSEÑANZAS para aplicarlas a nuestra vida cristiana.

I) PARA NUESTRO DIOS LA SINCERIDAD DE CORAZÓN ES LO MÁS IMPORTANTE (Hebreos 10:22) acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.

Estas enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo en el sermón del monte nos permiten comprender lo importante que es para nuestro Dios lo genuino, lo verdadero, es decir, la sinceridad de nuestro corazón en aquellas cosas que hacemos para él. 

  • Nuestro Dios nos enseña en su palabra que nuestra fe tiene que ser verdadera, no fingida (1 Timoteo 1:5) Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida,
  • Nuestro Dios nos dice que nosotros debemos amar con sinceridad, no fingidamente (Romanos 12:9) El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.

Tenemos que comprender que para nuestro Dios no es solamente importante que seamos irreprensibles, sino que también seamos sinceros en lo que hacemos (Filipenses 1:9-10) Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, 10 para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo,

II) TENEMOS QUE CUIDARNOS DEL PELIGRO DE CONVERTIRNOS EN HIPÓCRITAS 

  • Mateo 6:2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
  • Mateo 6:5 cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
  • Mateo 6:16 Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa

En el griego antiguo, y en el tiempo de Jesús un hypocrites ‘hipócrita’ era un actor, es decir alguien que solamente interpretaba un papel, y el Señor les dijo a los fariseos y a los maestros de la ley que ellos daban limosna, oraban en público y le mostraban a todos que estaban ayunando pero era algo falso, no era sincero, lo hacían solamente al igual que un artista para recibir el aplauso, para recibir la admiración de las persona, no para agradar a Dios. 

Nosotros los cristianos de la actualidad muchas veces nos comportamos de la misma forma que los fariseos del tiempo de Jesús, es decir, también actuamos de manera HIPÓCRITA

  • Cuando damos limosna, es decir una ayuda a los necesitados, pero lo que hacemos lo publicamos en las redes sociales, o les contamos a otros lo bueno que somos, lo dadivosos que somos con lo que Dios nos da. 
  • Cuando delante de las personas oramos, lloramos, y nos quebrantamos para mostrar a los demás que somos muy espirituales.
  • Cuando ayunamos con el deseo de ser admirados por otros cristianos, para sentirnos más espirituales y más en comunión con Dios que los demás. 

Pero ¿esta enseñanza no está en conflicto con lo que nuestro Señor Jesucristo dijo sobre nuestras buenas obras? (Mateo 5:16) Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.  La respuesta a esta pregunta es NO ya que los cristianos debemos ser vistos por los hombres haciendo buenas obras, pero no debemos hacer las buenas obras simplemente para ser vistos. LA CLAVE ES LA INTENCIÓN DEL CORAZÓN. 

III) ¿ DE QUIEN QUEREMOS RECIBIR LA RECOMPENSA? 

  • Mateo 6:3-4 Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, 4 para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público
  • Mateo 6:6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
  • Mateo 6:17-18 17 Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, 18 para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Primeramente el Señor nos deja claro que nuestras acciones traerán recompensas a nuestra vida, de eso se trata la ley de la siembra y la cosecha, pero lo que tenemos que preguntarnos es ¿De quien queremos cosechar? ¿De los hombres o de nuestro Dios? 

Las acciones que hacemos con la intención de ser admirados por los hombres producirán eso, ADMIRACIÓN, pero tenemos que tener bien claro que será la ÚNICA recompensa que recibiremos, ya que en el original griego la palabra que se usa para recompensa es la palabra “Apechein” el cual era un término usado en el comercio para decir que se ha recibido el PAGO COMPLETO. 

Pero si lo que hacemos lo hacemos con sinceridad de corazón, no para ser vistos, sino por amor a nuestro prójimo, para agradar a Dios, la recompensa vendrá del Señor, y esa recompensa son su bendiciones en nuestra vida, y esa recompensa será de tal manera que todos lo veran “Te recompensara en publico” 

La palabra de Dios nos declara que tendremos recompensa cuando ayudamos al necesitado, pero cuando lo hacemos con sinceridad (Proverbios 19:17) A Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.

La palabra de Dios nos declara que nuestro Dios es galardonador de los que le buscan, pero los que le buscan con un corazón sincero (Hebreos 11:6) Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

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