TEMA: EJERCIENDO UN LIDERAZGO DE BENDICIÓN EN NUESTRA FAMILIA
TEXTO: NÚMEROS 14:1-4 Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. 2 Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! 3 ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? 4 Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto.
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En este texto vemos el momento en el cual después de haber escuchado las palabras de los espías que fueron enviados a reconocer la tierra prometida por el Señor, el pueblo de Israel comenzó a quejarse y a murmurar en contra de Moises y de Aaron y también en contra del Señor.
Sus quejas y murmuración llegó a tanto que decidieron nombrar un LIDER para que los llevara de regreso a Egipto, es decir, que los llevara de regreso a la esclavitud, de regreso a la tierra de su opresión, a la tierra de donde el Señor ya los habia sacado victoriosos y con brazo fuerte.
En el versículo 4 vemos que ellos dijeron: “..designemos un capitán y volvámonos a Egipto..” .la palabra CAPITÁN en el original hebreo es la palabra ROSH que literalmente significa CABEZA.
Cada uno de nosotros como esposos, esposas, padres, madres, es decir, a los que Dios nos ha dado autoridad sobre nuestra familia debemos ejercer un LIDERAZGO de bendición para nuestra familia, y en el caso de los esposos es una responsabilidad más directa y aún más grande aún de parte de Dios (Efesios 5:23) porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
NO PODEMOS SER LÍDERES PARA LLEVAR A NUESTRA FAMILIA OTRA VEZ A LA MUNDANALIDAD, LEJOS DEL SEÑOR, TENEMOS QUE SER LÍDERES PARA BENDICIÓN DE NUESTRA FAMILIA.
I) TENEMOS QUE SER LÍDERES QUE MOTIVAN A SUS FAMILIAS A BUSCAR MAS DE DIOS TENIENDO PRIORIDADES CLARAS Y DEFINIDAS (Josué 24:15) Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová. Nuestro liderazgo comienza con nuestras prioridades, pues esas serán también las prioridades de nuestra familia, de nuestros hijos, no basta con solo llamarnos familia cristiana, sino que Cristo, su iglesia, nuestra comunión con él tiene que ser la prioridad principal de nuestro hogar.
II) TENEMOS QUE SER LÍDERES QUE DAN ESPERANZA A SUS FAMILIAS EN TIEMPOS DE DIFICULTAD Y DOLOR (JOB 19:25-26) Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; 26 Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; Esa esperanza viene de nuestra confianza en Dios y sus promesas, nuestra familia tiene que ver en nosotro personas que confiamos y dependemos del poder y la misericordia del Señor y de su poder siempre, aun en tiempos de dificultad y dolor.
III) TENEMOS QUE SER LÍDERES QUE A PESAR DE LA DIFICULTAD NO VUELVEN ATRÁS DE LOS CAMINOS DEL SEÑOR (HEBREOS 10:38-39) Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma. 39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma. No podemos ser CAPITANES PARA VOLVER A EGIPTO, tenemos que saber que en la vida cristiana habrán dificultades, enfrentamos batallas, sufrimos enfermedades, pero DIOS ESTÁ CON NOSOTROS tenemos que enseñar a nuestra familia a seguir en el camino del Señor no poniendo nuestra mirada en las dificultades sino a caminar poniendo nuestra mirada en CRISTO JESÚS (Hebreos 12;1-2) Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
