ESTUDIO BIBLICO, CONCEPTOS CRISTIANOS BÁSICOS II PARTE : LA SANTIDAD
TEXTO: 1 PEDRO 1:13-16 Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; 14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; 15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
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Este día continuamos con la serie de estudios Bíblicos sobre aquellos conceptos cristianos para los cuales es muy importante tener una buena base Bíblica y doctrinal para no caer en ideas erróneas o conceptos equivocados.
Hoy vamos a estudiar un concepto muy importante que tiene que ver directamente con la vida de todo cristiano, esta palabra es: SANTIDAD.
Este es un concepto espiritual que tiene que ver directamente con nuestra vida material, y lastimosamente es un concepto mal entendido por muchos cristianos, pastores y predicadores, pues hacen parecer que la santidad es un punto casi inalcanzable en la vida de los cristianos o reservada solamente para algunos que se someten a una vida de sacrificio y austeridad, pero en realidad no es así.
En el texto que hemos leído se nos dice que así como nuestro Dios es santo también nosotros debemos ser santos (vs 15-16) sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
La palabra de Dios nos declara la importancia de la santidad en la vida de todo cristiano (Hebreos 12:14) Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Este versículo nos enseña que sin santidad nadie verá al Señor, y seguramente eso puede llenarnos de preocupación o de temor a muchos de nosotros, pues cuando reflexionamos en nuestra vida nos parece que NO SOMOS SANTOS, y que la santidad es un estado que es imposible de alcanzar para nosotros por nuestra humana debilidad.
En realidad, muchos cristianos le tenemos miedo a esa palabra, la palabra santidad nos asusta pero tenemos que comprender que Dios nos llama a cada uno de nosotros a ser santos como él es santo, y seguramente muchos nos estamos preguntando en este momento… ¿CÓMO PUEDO YO VIVIR EN SANTIDAD?
Es tan importante la santidad que EN LA BIBLIA SE MENCIONAN MÁS DE QUINIENTAS VECES las palabras santificar, santo y santificado.
En la biblia se usan dos palabras definir la palabr santo, una es en hebreo en el Antiguo Testamento y la otra es en griego en el Nuevo Testamento, estas son :Qodesh (hebreo) y Hagios (griego) y ambas exactamente tienen el mismo significado : Algo apartado y consagrado.
Es decir que una persona santa o santificada es aquella que su vida está apartada y consagrada para el Señor. Preguntémonos entonces ¿Es esto una realidad hoy en nuestra vida? ¿Podemos decir que nuestra vida está apartada y consagrada para nuestro Dios? Seguramente la respuesta de la mayoría de nosotros sería con seguridad un NO, o quizás un dudoso MÁS O MENOS, A VECES, ESTOY TRATANDO, etc.
PRIMERAMENTE TENEMOS QUE COMPRENDER DOS VERDADES:
- Espiritualmente hablando la santidad es un estado.
- Materialmente hablando la santidad es un proceso llamado santificación.
Es muy importante comprender que la santidad en la vida de todo cristiano la podemos comprender a través de tres tiempos : Santidad pasada, Santidad presente y Santidad futura, ESTUDIEMOS A CONTINUACIÓN POR MEDIO DE LA PALABRA DE DIOS CADA UNA DE ELLAs.
I) SANTIDAD PASADA : SANTIDAD POSICIONAL (1 CORINTIOS 6:9-11) ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
Desde él momento en él cual aceptamos a Cristo como Señor y salvador de nuestra vida, hemos cambiamos de posición espiritualmente para con Dios, por eso se le llama santidad posicional, pues el Señor nos ha apartado del mundo, nos ha apartado de condenación, nos ha sacado del reino de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de Dios (Colosenses 1:12-13) con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; 13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,
Es decir que ya no formamos parte del mundo, ahora todos los que hemos recibido a Jesús como nuestro Señor y salvador estamos en otra posición para con Dios : AHORA SOMOS HIJOS (Juan 1:12) Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
LA SANTIDAD POSICIONAL ES ESPIRITUAL Y TIENE QUE VER DIRECTAMENTE CON DIOS Y NO CON LOS HOMBRES, para los hombres nosotros aparentemente seguimos siendo pecadores, seguimos siendo imperfectos, pero para Dios somos santos, no porque no pequemos sino porque nos ha cambiado de posición para él hemos sido justificados, hemos sido perdonados, hemos sido lavados y por eso estamos en paz con nuestro Dios (Romanos 5:1) Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
En el antiguo testamento podemos ver que el pueblo de Israel es considerado un pueblo santo, pues es un pueblo escogido por Dios, es un pueblo que tenía otra posición para con Dios entre todos los pueblos de la tierra, pues fue apartado para Dios (Deuteronomio 7:6) Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.
Cada uno de nosotros que hemos confesado a Cristo como nuestro salvador hemos sido hechos santos, es decir hemos sido puesto aparte por Dios, ya no formamos parte del mundo, hemos sido apartados por Dios por medio de su gracia y de su misericordia en nuestra vida.
II) LA SANTIDA PRESENTE: LA SANTIDAD EXPERIMENTAL O PRACTICA ( 2 CORINTIOS 7:1) Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
Así como la santificación posicional tiene que ver directamente con Dios, la santificación experimental tiene que ver con él hombre, es el cambio que el Señor está produciendo en nuestra vida, es decir que no es un estado, sino que es un PROCESO. (Proverbios 4:18) Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto.
La santidad experimental o práctica es el proceso por el cual el creyente por medio del Espíritu Santo, vive cada día PROCURA VIVIR UNA VIDA AGRADABLE A DIOS y su vida refleja él poder de Dios por medio de sus obras (Mateo 5:16) Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
La santidad presente es nuestro diario vivir, practicando en nuestra vida diaria nuestra posición como hijos de Dios, es decir que no se trata de vivir fuera del mundo sino de decidir apartarnos del mal (Juan 17:14-15) Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
La santidad presente o experimental en nuestro diario vivir depende de nuestra rendición a Dios y a su voluntad (Romanos 6:22) Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Necesitamos rendir nuestra voluntad bajo el Señorío de Cristo en nuestra vida.
La palabra de Dios es él elemento indispensable para la santificación diaria del cristiano (Efesios 5:25.27) Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
III) LA SANTIDAD FUTURA O GLORIFICACIÓN (ROMANOS 8:17) Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
No hay mayor esperanza para nosotros los pecadores que saber que cuando nos presentemos delante del Señor todo nuestro ser será irreprensible.
Desde él momento de nuestra salvación, es decir, desde el momento que nuestro Dios nos apartó para él, nuestro anhelo debe ser experimentar la gloria de Cristo en nuestra vida (2 Tesalonicenses 2:13-14) Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, 14 a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
En ese momento ya en nuestra vida no habrá más pecado, ya no habrá más debilidad, y no habrá más muerte, seremos semejantes al Señor y le veremos tal como él es en su gloria (1 Juan 3:2) Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
