EL REFUGIO QUE NUESTRA VIDA NECESITA

TEMA: EL REFUGIO QUE NUESTRA VIDA NECESITA

TEXTO: SALMO 59:16-17 Pero yo cantaré de tu poder, Y alabaré de mañana tu misericordia; Porque has sido mi amparo Y refugio en el día de mi angustia. 17 Fortaleza mía, a ti cantaré; Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia.

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Seguramente hemos visto como en los tiempos de lluvias cuando las familias corren peligro

por los deslaves, los derrumbes o las inundaciones las autoridades las trasladan a lugares de refugio llamados “Albergues” en los cuales estas familias están protegidas y seguras.

Pero en las tormentas que golpean nuestra vida, en las tormentas que afectan a nuestra familia ¿EN DONDE NOS REFUGIAMOS? Lastimosamente muchas veces en los tiempos de aflicción hemos querido encontrar refugio en lugares equivocados donde lo que hemos encontrado son más problemas, más dolor y más aflicción para nuestra vida (Amós 5:19) como el que huye de delante del león, y se encuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare su mano en la pared, y le muerde una culebra. Equivocadamente hemos querido encontrar refugio en amistades equivocadas, en relaciones sentimentales destructivas, en las promesas de personas que al final no cumplieron lo que nos prometieron, etc.

Entonces, ¿CUÁL ES EL REFUGIO QUE VERDADERAMENTE NUESTRA VIDA NECESITA? la respuesta la encontramos en el texto que hemos leído para comenzar: (Vs 16-17) Pero yo cantaré de tu poder, Y alabaré de mañana tu misericordia; Porque has sido mi amparo Y refugio en el día de mi angustia. 17 Fortaleza mía, a ti cantaré; Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia. EL VERDADERO REFUGIO DE NUESTRA VIDA ES DIOS.

En la Biblia aparece muchas veces la palabra refugio, y el SIGNIFICADO BÍBLICO DE LA PALABRA REFUGIO ES: (Hebreo MIQLAT) lugar donde uno puede sentirse seguro y protegido, donde no se permite la violencia contra ninguna persona, aunque se trate de un delincuente.

I) ¿QUÉ TENEMOS QUE HACER PARA QUE DIOS SEA NUESTRO REFUGIO?

  • TENEMOS QUE VENIR A ÉL (Amós 5:4) Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis; En nuestro Dios hay vida, hay esperanza y hay fortaleza pero lastimosamente no le buscamos, no venimos a él para que nos ayude. Preferimos seguir peleando nosotros solos nuestras batallas, seguimos luchando en nuestra fuerza y por eso hoy el Señor nos dice a cada uno de nosotros: BUSCADME Y VIVIREIS.
  • TENEMOS QUE PERMANECER EN ÉL (Salmos 91:1) El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. Tenemos que venir a Dios y quedarnos con él , en su iglesia, en sus caminos, tenemos que ser pacientes y dejar que Dios obre, dejar que Dios tome el control, dejar que Dios nos defienda, la clave está en habitar bajo la sombra del altísimo pase lo que pase, no movernos, no apartarnos, no volver atrás, pues permanecer en Dios nos abre la puerta de nuestra bendición (Juan 15:7) Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.

II) ¿CUÁLES SON LAS BENDICIONES DE REFUGIARNOS EN DIOS?

  • EN DIOS ESTAMOS VERDADERAMENTE PROTEGIDOS (Salmos 27:5) Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Me ocultará en lo reservado de su morada; Sobre una roca me pondrá en alto. Nadie nos puede tocar ni dañar si estamos bajo la protección y el cuidado de nuestro Dios, él hace realidad lo que nos dice el Salmo 91:4-7 : Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. 5 No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, 6 Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya. 7 Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará.
  • ÉL ES NUESTRO REFUGIO DE PAZ (Filipenses 4:6-87) Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.Cuando venimos a él y ponemos en sus manos todas nuestras angustias, todas nuestras preocupaciones, y todas nuestras batallas, él hará que nuestro corazón sea lleno de la paz que sobrepasa todo entendimiento, esa paz que verdaderamente nos hace descansar (Salmos 4:8) En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.
  • ÉL ES NUESTRO REFUGIO DE SANIDAD (2 Reyes 8:28-29) Y fue a la guerra con Joram hijo de Acab a Ramot de Galaad, contra Hazael rey de Siria; y los sirios hirieron a Joram. 29 Y el rey Joram se volvió a Jezreel para curarse de las heridas que los sirios le hicieron frente a Ramot, cuando peleó contra Hazael rey de Siria. Y descendió Ocozías hijo de Joram rey de Judá, a visitar a Joram hijo de Acab en Jezreel, porque estaba enfermo. El rey Joram cuando fue herido en la batalla volvió a Jezreel, la cual era una ciudad fortaleza con murallas y torres, ahí fue a curarse de las heridas de la batalla. Nosotros también en las batallas de la vida sufrimos heridas, por el abandono, por las burlas, por las malas actitudes de las personas, por el rechazo, etc Por eso necesitamos venir al Señor para sanar las heridas de nuestro corazón (Jeremías 33:6) He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad.
  • ÉL ES NUESTRO REFUGIO DE RENOVACIÓN (Isaías 40:28-31) ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. 29 Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. 30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; 31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. Él  no se cansa ni se fatiga de ayudarnos, si nos refugiamos en él nos dará nuevas fuerzas, quitará nuestro cansancio y renovará nuestra vida, nuestras fuerzas y nuestro ánimo. A PARTIR DE HOY HAGAMOS DE DIOS NUESTRO VERDADERO REFUGIO.

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