TEMA: TRES PREGUNTAS CLAVE PARA CRISTIANOS ANGUSTIADOS
TEXTO: LAMENTACIONES 3:39-40 ¿Por qué se lamenta el hombre viviente? Laméntese el hombre en su pecado. 40 Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová;
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En la vida cristiana, muchas veces nos encontramos enfrentando momentos de angustia, preocupación y aflicción. Es en estos momentos cuando nuestra fe se pone a prueba, y debemos verdaderamente reflexionar sobre lo que estamos viviendo.
En los versículos que hemos leído para comenzar se nos invita a examinar nuestros caminos y a buscar al Señor en medio de nuestra desesperación. Para poder hacer esto tenemos que hacernos preguntas claves para comprender qué nos está enseñando Dios a través de nuestras angustias y dificultades.
VEAMOS EN LA PALABRA DE DIOS CUÁLES SON ESAS PREGUNTAS CLAVES QUE TENEMOS QUE HACERNOS CUANDO NOS SENTIMOS ANGUSTIADOS.
I) PRIMERA PREGUNTA: ¿HA VENIDO ESTA ANGUSTIA A TU VIDA POR CAUSA DE TUS MALOS CAMINOS Y MALAS DECISIONES?
(Gálatas 6:7) No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
Necesitamos ser verdaderamente valientes y humildes para reconocer nuestros errores y nuestras malas decisiones (Salmos 51:3) Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí.
Es necesario reconocer que hemos sido rebeldes con Dios y que le hemos dado la espalda a su palabra para andar por caminos equivocados (Salmo 50:17-18) Pues tú aborreces la corrección, Y echas a tu espalda mis palabras. 18 Si veías al ladrón, tú corrías con él, Y con los adúlteros era tu parte.
Tenemos que volver DE VERDAD nuestro corazón a Dios y dejar de tratar de justificar nuestros errores y de buscar culpables y clamemos para que el Señor tenga misericordia de nosotros
(Salmos 41:4) Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; Sana mi alma, porque contra ti he pecado.
(Isaías 55:7) Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
II) SEGUNDA PREGUNTA: ¿LA SITUACIÓN QUE ESTÁS ENFRENTANDO HA SIDO CAUSADA POR ACCIONES Y DECISIONES DE OTRAS PERSONAS QUE HAN AFECTADO TU VIDA?
(JONAS 1:7-10) Y dijeron cada uno a su compañero: Venid y echemos suertes, para que sepamos por causa de quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás. 8 Entonces le dijeron ellos: Decláranos ahora por qué nos ha venido este mal. ¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes? ¿Cuál es tu tierra, y de qué pueblo eres? 9 Y él les respondió: Soy hebreo, y temo a Jehová, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra. 10 Y aquellos hombres temieron sobremanera, y le dijeron: ¿Por qué has hecho esto? Porque ellos sabían que huía de la presencia de Jehová, pues él se lo había declarado.
Lastimosamente muchas veces las decisiones que otras personas han tomado, es decir, las decisiones de nuestros nuestros padres, de nuestros hijos, de nuestros cónyuges, etc nos afectan directamente trayendo angustia, aflicción, dolor, escasez, a nuestra vida.
Tenemos que confiar que TODO LO QUE PASA ES PORQUE DIOS LO HA PERMITIDO (Job 2:9-10) Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. 10 Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.
Por lo tanto, lo que ha ocurrido, SI DIOS LO HA PERMITIDO, es algo que de alguna forma al final nos ayudará para bien, nos hará crecer en fe, nos enseñara lecciones que nuestra vida necesita para crecer espiritualmente (Romanos 8:28) Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
No debemos permitir que el enemigo llene nuestro corazón de amargura, de rencor ni de odio en contra de la persona que con sus decisiones ha traído esta angustia a nuestra vida y mucho menos si esa persona se ha arrepentido de corazón por su error (Lucas 17:3-4) Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. 4 Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.
Si la persona que nos ha causado daño no se arrepiente y toma una actitud soberbia NO TOMEMOS LA JUSTICIA EN NUESTRAS MANOS, NO NOS VENGUEMOS dejemos que sea Dios quien pelee por nosotros (Romanos 12:18-19) Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. 19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
Si de algo podemos estar seguros es que nuestro Dios es justo y conoce el corazón de cada uno de nosotros, es por eso que aunque nos hayan dañado tenemos que procurar tener nuestro corazón limpio delante del Señor y dejemos que sea Dios que le dé a cada uno lo que merece sus obras (Romanos 2:5-6) Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, 6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras.
III) TERCERA PREGUNTA: ¿QUÉ QUERRÁ DIOS HACERNOS ENTENDER POR MEDIO DE ESTA ANGUSTIA QUE HA VENIDO A NUESTRA VIDA?
(SALMOS 32:8) Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.
Dios quiere hacernos entender que NO DEBEMOS SER AUTOSUFICIENTES NI SOBERBIOS que necesitamos reconocer nuestras debilidades y nuestras limitantes y volver nuestra mirada al Señor pues solamente él tiene TODO EL PODER para enfrentar lo que para nosotros es imposible (2 Crónicas 20:12) ¡Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.
Muchas veces el Señor quiere que comprendamos que a él no lo podemos engañar y que en otras situaciones de aflicción que hemos enfrentado NO HEMOS SIDO SINCEROS no hemos vuelto nuestro corazón a él en verdad, sino solamente para salir del problema, y luego le hemos dado la espalda nuevamente (Salmo 78:34-37) Si los hacía morir, entonces buscaban a Dios; Entonces se volvían solícitos en busca suya, 35 Y se acordaban de que Dios era su refugio, Y el Dios Altísimo su redentor. 36 Pero le lisonjeaban con su boca, Y con su lengua le mentían; 37 Pues sus corazones no eran rectos con él, Ni estuvieron firmes en su pacto.
CONCLUSIÓN: Verdaderamente el sufrimiento y la angustia no siempre son fáciles de entender, pero a través de la Palabra de Dios podemos encontrar guía y consuelo. Ya sea que nuestra angustia haya sido causada por nuestras propias decisiones, las acciones de otros, o como una lección divina, es importante buscar a Dios con un corazón humilde y arrepentido. El Señor, en su misericordia, está dispuesto a perdonar y a guiarnos por el camino correcto. Escudriñemos nuestros caminos, dejemos nuestras cargas en las manos del Señor y permitamos que Él nos enseñe lo que necesitamos aprender a través de cada prueba. Recuerda siempre, el Señor está con nosotros, aun en medio de la angustia.