TEMA: ¿POR QUÉ NO TE PROPONES SER DIFERENTE?
TEXTO: 2 CORINTIOS 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
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Posiblemente para muchos de nosotros nuestro contexto familiar ha sido de vicios, de violencia, de maltratos, de divorcios e infidelidades, de escasez, de fracaso, etc.
Y quizás uno de los temores que muchas personas tienen es repetir ese mismo patrón de vida, seguir en el mismo ciclo tóxico y destructivo en el cual hemos vivido.
Es por eso que la palabra de Dios nos declara que desde el momento que rendimos nuestra vida a Cristo, desde el momento que él viene a nuestra vida como Señor y salvador somos nuevas criaturas, LAS COSAS VIEJAS PASARON, Y TODAS SON HECHAS NUEVAS.
Esto significa que a pesar de nuestro contexto familiar, a pesar de lo que hemos vivido el Señor nos ha dado la oportunidad de ESCRIBIR UNA NUEVA HISTORIA, nos ha dado la oportunidad de ESCRIBIR UNA HISTORIA COMPLETAMENTE DIFERENTE.
Es en este punto en el cual se vuelven de vital importancia LAS DECISIONES QUE TOMEMOS ya sea para seguir viviendo igual, cometiendo los mismos errores de nuestros padres y de nuestra familia, o DECIDIR HACER LAS COSAS TOTALMENTE DIFERENTES con la ayuda de nuestro Dios.
I) SI VENIMOS DE UNA FAMILIA LLENA DE VICIOS Y ADICCIONES NOSOTROS TENEMOS QUE DECIDIR PONERLE UN ALTO A ESE ESTILO DE VIDA
(ROMANOS 13:13) Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia,
Cada uno de nosotros debemos procurar vivir honestamente en nuestro hogar, procurar ser un buen ejemplo para nuestros hijos.
Si has tenido un padre o familiares alcohólicos sabemos muy bien lo que significa el sufrimiento que se vive, la violencia, la escasez, los pleitos, y todas los recuerdos desagradables que se graban en la mente y en el corazón (Isaías 28:7-8) Pero también estos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio. 8 Porque toda mesa está llena de vómito y suciedad, hasta no haber lugar limpio.
Tenemos que tener claro que si verdaderamente somos cristianos, si verdaderamente nos consideramos hijos de Dios NO PODEMOS SEGUIR VIVIENDO EN BORRACHERAS ese estilo de vida YA NO ES PARA NOSOTROS (1 Corintios 5:11) Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis.
Aunque dejar un vicio o una adicción tenemos que tener claro que TODO LO PODEMOS EN CRISTO (Filipenses 4:13) Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
II) SI EN TU FAMILIA SIEMPRE HAN HABIDO DIVORCIOS Y SEPARACIONES, PROCURA CON TODO TU CORAZÓN CUIDAR TU MATRIMONIO
(Mateo 19:5-6) y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? 6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
Para lograr eso tenemos que tener claro algunos consejos que nos da la palabra de Dios, para que nuestro matrimonio sea duradero y lleno del gozo y la paz del Señor:
No unir nuestra vida en matrimonio con una persona que no quiere caminar con nosotros en el camino de Dios (2 Corintios 6:14) No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?.
Nunca jugar con fuego, es decir, no enredarse en relaciones fuera del matrimonio, no permitir que la mujer o el hombre extraño venga a dañar nuestro hogar (Proverbios 5:3-4) Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, Y su paladar es más blando que el aceite; 4 Mas su fin es amargo como el ajenjo, Agudo como espada de dos filos.
Siempre valorar a nuestra esposa que ha estado con nosotros en las buenas y en las malas (Proverbios 5:18-19) Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, 19 Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre.
Practicar el perdón y no darle lugar al diablo para que destruya nuestro hogar (Efesios 4:26-27) Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo.
III) SI EN TU FAMILIA SIEMPRE HUBO VIOLENCIA Y MALTRATOS DECIDE CON VALENTÍA ROMPER EL CICLO DEL MALTRATO Y LA VIOLENCIA EN TU HOGAR
(1 Pedro 3:7) Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.
La violencia y el maltrato causa dolor, daños emocionales, baja autoestima, depresión, es por eso que es algo que tenemos que erradicar de toda familia cristiana.
Tenemos que tener claro que la violencia es algo que desagrada totalmente a Dios (Génesis 6:13) Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.
¿CÓMO PODEMOS DEJAR LA VIOLENCIA Y EL MALTRATO EN NUESTRA FAMILIA?
Por tus cargas, frustraciones y ansiedades en las manos del Señor, descarga tu corazón en Dios (1 Pedro 5:7) echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Reconociendo que la ira, el enojo, el maltrato y la violencia no aportan nada para solucionar los problemas de nuestra vida sino al contrario.
Salmos 37:8 Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo.
Proverbios 19:19 El de grande ira llevará la pena; Y si usa de violencias, añadirá nuevos males.
CONCLUSIÓN: El mensaje nos invita a reflexionar sobre cómo podemos romper los ciclos negativos de nuestra vida familiar y ser verdaderamente transformados por Cristo. A través de tres aspectos clave: Detener los vicios, proteger el matrimonio y eliminar la violencia,, se nos motiva a tomar decisiones que reflejen nuestra nueva identidad en Cristo. No importa el pasado o el contexto familiar, en Cristo somos nuevas criaturas, con la capacidad y el poder de escribir una nueva historia marcada por la paz, el amor, y la justicia de Dios.
