FACTORES HUMANOS Y DIVINOS PARA NUESTRA BENDICIÓN

TEMA: FACTORES HUMANOS Y DIVINOS PARA NUESTRA BENDICIÓN

 

TEXTO: GENESIS 33:22-31

DESCARGA EN PDF: FACTORES HUMANOS Y DIVINOS PARA NUESTRA BENDICIÓN

Este dia vamos a reflexionar sobre esta historia tan conocida de Jacob luchando con Dios por su bendición. 

 

Esta historia nos da algunas enseñanzas muy importantes sobre cuáles son los factores humanos, es decir los que dependen de nosotros hacer,  y los factores divinos, los que solamente Dios puede obrar en nosotros, para que podamos experimentar la bendición del Señor sobre nuestra vida. 

 

Veamos primeramente cuales son los factores humanos para nuestra bendición: 

 

I) PRIMER FACTOR: ESFUERZO Y DETERMINACIÓN  (VS 22-24) 

 

Jacob estaba él solo cuando peleo con ese varón, pero él peleó toda la noche, no se rindió, no se desanimó por estar solo, él se esforzó y estaba determinado a no soltar a ese varón desconocido pasara lo que pasara. 

 

Si nosotros queremos la bendición de Dios para nuestra vida tenemos que ser esforzados y determinados para las cosas del Reino de Dios, posiblemente al igual que Jacob estaremos solos, quizás nuestra familia no nos apoyara en nuestra decisión de seguir al Señor o de servirle.

 

Tenemos que estar dispuestos a esforzarnos para el Señor, para congregarnos constantemente, para servirle, para orar, para leer su palabra, pero no solamente en el inicio del año, sino hasta el final, así como Jacob luchó toda la noche hasta la mañana. 

 

II) SEGUNDO FACTOR: VALENTÍA (VS 25-26) 

 

Ese Varón desconocido era Dios mismo, y con un solo toque de su mano descoyunto la cadera de Jacob, el dolor debe haber sido muy grande, tener descoyuntada la cadera podría haber hecho que Jacob ya no tuviera fuerza para pelear, pero él fue valiente, y a pesar de tener la cadera descoyuntada él pudo decir: ¡No te dejaré si no me bendices!

 

Esa actitud es la que Dios quiere de cada uno de nosotros, esa actitud valiente que pueda superar el dolor y la adversidad, pues lastimosamente muchos cristianos dejan de luchar por su bendición por el dolor de la crítica, por el dolor de no ser tomado en cuenta por un líder, por el dolor de la burla o del menosprecio, etc. 

 

En este año 2020 seguramente en el camino de Dios nos enfrentaremos a momentos de dolor, de oposición, de desánimo, pero tenemos que  tener la valentía de Jacob para decirle a nuestro Dios: ¡No te dejaré si no me bendices! Y mejor aun, nuestras palabras deberían de ser: ¡No te dejare aunque me bendigas!

 

III) TERCER FACTOR: SINCERIDAD (VS 27) 

 

El varón le preguntó a Jacob ¿Cuál es tu nombre? Él tenía que responder con sinceridad, con la verdad: Mi nombre es Jacob, él suplantador, el engañador, él que toma por él calcañar, etc. 

 

Y eso es lo que Dios necesita de nosotros, sinceridad, pues tenemos que tener claro algo en nuestra vida: DIOS TRABAJA CON LO QUE SOMOS, NO CON LO QUE APARENTAMOS SER. 

 

En este año 2020 tenemos que tener un corazón sincero para con nuestro Dios, decirle Señor esto es lo que soy, con mis debilidades, con mis errores, con todos mis pecados y defectos, solamente así él puede transformar nuestra vida en lo que él quiere que seamos. (Hebreos 10:22) 

 

Ahora veamos el factor divino, lo que Dios hace en nosotros cuando nos da su bendición para nuestra vida: 

 

UNA NUEVA IDENTIDAD (GÉNESIS 32:28) Una de las mayores bendiciones de Dios en nuestra vida es darnos una nueva identidad, ya dejar de ser los que fuimos y tener la oportunidad de ser alguien diferente por medio del poder de Dios. 

 

UNA NUEVA RELACIÓN (GENESIS 32:30) Nuestro esfuerzo, valentía y sinceridad nos permiten tener una relación cercana con nuestro Dios, la bendición de estar en amistad con Dios. 
UN NUEVO CAMINAR (GÉNESIS 32:31) Un encuentro con Dios transforma nuestra manera de caminar en la vida, Jacob después de haber luchado con Dios nunca volvió a caminar igual, igualmente nosotros si verdaderamente tenemos un encuentro real con el Señor nuestro caminar por él mundo nunca será igual, vamos a caminar no a nuestra manera sino a la manera de Dios.

Deja un comentario