LOS CUATRO EVANGELIOS

TEMA: LOS CUATRO EVANGELIOS

TEXTO: MATEO 24:14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

DESCARGAA EN PDF: https://elblogdelpastoroscarflores.com/wp-content/uploads/2023/03/LOS-CUATRO-EVANGELIOS.pdf

Seguramente al hablar de los cuatro evangelios lo primero que viene a nuestra mente son los primeros cuatro libros del Nuevo Testamento: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

Pero en realidad este dia vamos a tomar el significado de la palabra evangelio: BUENAS NUEVAS O BUENAS NOTICIAS, es decir, que vamos a reflexionar por medio de la palabra de Dios sobre LAS CUATRO BUENAS NOTICIAS que toda personas debe conocer.

VEAMOS POR MEDIO DE LA PALABRA DEL SEÑOR CUÁLES SON ESAS CUATRO BUENAS NOTICIAS O EVANGELIOS QUE TODA PERSONA DEBE CONOCER:

I) PRIMERA BUENA NOTICIA: A PESAR DE NUESTROS PECADOS DIOS NO ENVIÓ A SU HIJO PARA CONDENARNOS SINO PARA EXTENDERNOS SU GRACIAS Y SU MISERICORDIA (JUAN 3:17) Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

Esto es algo extraordinario, el Padre Celestial no envió a Jesucristo como Juez, sino como Salvador, es una noticia maravillosa porque si Cristo hubiera venido al mundo como Juez ninguno de nosotros hubiera podido ser salvo.

Si Cristo nos hubiera juzgado por medio de la ley y tomando como medida su justicia y santidad nadie podría ser salvo (Romanos 3:12) Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

Ninguno de nosotros podría decir como excusa que “Yo considero que no soy tan malo como otros” porque la medida para juzgar nuestra vida no es la vida de otra persona, sino la ley, la santidad y justicia de Dios, y delante del Señor nuestras buenas obras son como nada (Isaías 64:5-6) Saliste al encuentro del que con alegría hacía justicia, de los que se acordaban de ti en tus caminos; he aquí, tú te enojaste porque pecamos; en los pecados hemos perseverado por largo tiempo; ¿podremos acaso ser salvos? 6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.

Pero Cristo no vino para juzgarnos, sino para SALVARNOS por medio de su gracia, perdonando nuestros pecados, y llevando él nuestro castigo y sufriendo el juicio de Dios sobre su vida (Isaías 53;3-6) Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. 4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

II) SEGUNDA BUENA NOTICIA: POR MEDIO DE CRISTO PODEMOS VIVIR SIN TEMOR DE CONDENACIÓN Y CON SEGURIDAD DE NUESTRA SALVACIÓN (JUAN 5:24) De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.

Seguramente muchos de nosotros hemos escuchado estas palabras cuando le hemos hablado de la salvación por la fe en Cristo a otras personas: “Nadie puede tener la seguridad de que es salvo”

Pero esto no es verdad, porque Sí PODEMOS Y TENEMOS QUE TENER LA SEGURIDAD DE NUESTRA SALVACIÓN POR MEDIO DE JESUCRISTO para que podamos vivir sin temor de condenación, y ¿Quien nos da esa seguridad? ¡Nuestro Señor Jesucristo! (Juan

3:17-18) Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

La palabra de Dios nos declara que desde el momento que estamos en Cristo, es decir, desde el momento que hemos confesado a Cristo como nuestro Señor y salvador ya no hay ninguna condenación en nosotros, y no debemos vivir con dudas ni temor de condenación porque estamos en Cristo y en él no hay condenación sino vida eterna (Romanos 8:1) Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

III) TERCERA BUENA NOTICIA: POR MEDIO DE CRISTO SOMOS HECHOS HIJOS DE DIOS (JUAN 1:11-13) A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

Muchas personas dicen  “Todos somos hijos de Dios” pero la palabra de Dios no dice eso, la palabra del Señor declara que son hijos de Dios únicamente aquellos que le HAN RECIBIDO (VS 12) Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; es decir todos aquellos que han creído en Jesús y lo han recibido como Señor y salvador de sus vidas, es decir, son hijos de Dios POR LA FE EN CRISTO (Gálatas 3:26) pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;

Y tenemos que comprender todo lo que significa para nosotros ser hechos hijos de Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo:

  • Ser hijos significa que nuestro Padre Celestial cuida de nosotros y de nuestras necesidades (Mateo 6:7-8) Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. 8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
  • Ser hijos significa que nuestro Padre Celestial nos protege pues somos lo más valioso para él (Zacarias 2:8) Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo.
  • Ser hijo significa ser HEREDEROS de las bendiciones del Padre Celestial (Romanos 8:16-17) El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

IV) CUARTA BUENA NOTICIA: POR MEDIO DE CRISTO TENEMOS ACCESO DIRECTO AL TRONO DE NUESTRO DIOS (HEBREOS 10:19-22) Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.

En el antiguo pacto solamente los sacerdotes una vez al año podían entrar al lugar santísimo de la presencia de Dios en el templo, nadie más se podía acercar y mucho menos entrar al lugar santísimo, y si alguien lo hacía moría en el momento.

Pero ahora por medio de nuestro Señor Jesucristo tenemos acceso directo a la presencia de Dios, él es el camino nuevo que nos lleva directo al Padre Celestial.

Y ¿qué significa para nosotros tener acceso directo al trono de nuestro Dios?

  • Significa que podemos acercarnos con confianza para recibir de él su gracia, su favor, y su ayuda en los momentos de dificultad y aflicción (Hebreos 4:16) Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
  • Significa tener acceso a las maravillas del poder de Dios para obrar milagros en nuestra vida y hacer posible lo que para nosotros es imposible (Juan 16:23) En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.
  • Significa que podemos acercarnos a él con un corazón sincero y arrepentido para poder recibir su perdón y su misericordia (Isaías 1:18) Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. En el antiguo pacto las personas se acercaban con animales para ser sacrificados, para poder estar a cuenta, nosotros nos acercamos confiando en el sacrificio de Cristo hecho por nosotros, y por medio de ese sacrificio recibimos de nuestro Dios perdón y misericordia para nuestra vida.