Icono del sitio EL BLOG DEL PASTOR OSCAR FLORES

ESTUDIO BIBLICO CARTA A LOS FILIPENSES: CONSEJOS DE NUEVO AÑO IV PARTE

ESTUDIO BIBLICO CARTA A LOS FILIPENSES: CONSEJOS DE NUEVO AÑO IV PARTE

TEXTO: FILIPENSES 1:19-24 Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación, 20 conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. 21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. 22 Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. 23 Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; 24 pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.

DESCARGA EN PDF: https://elblogdelpastoroscarflores.com/wp-content/uploads/2021/12/ESTUDIO-BIBLICO-CARTA-A-LOS-FILIPENSES_-CONSEJOS-DE-NUEVO-ANO-IV-PARTE.pdf

Este día continuamos estudiando la carta a los Filipenses, aplicando las enseñanzas a nuestra vida en forma de consejos, preparándonos para tener un año 2022 en victoria y en bendición con la ayuda de nuestro Dios.

Veamos cuales son los consejos que podemos tomar del texto que hemos leído para comenzar: 

VI) SEXTO CONSEJO: TENEMOS QUE TENER SEGURIDAD DE LA VIDA ETERNA (VS 20-21) conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. 21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.

Es necesario recordar que Pablo estaba escribiendo esta carta a una iglesia que ya estaba sufriendo la persecución, que ya estaba expuesta a la muerte por causa de su fe en Cristo, es por eso que se pone a sí mismo como ejemplo de cómo se debe vivir la vida cristiana, sabiendo que Dios tiene el control de todo lo que pasa en nuestra vida, aun de nuestra muerte (“…con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte”

Pablo tenía seguridad de la vida eterna, él sabía que Dios podía obrar y sacarlo de la cárcel, pero también sabía que su vida corría peligro y que en cualquier momento podían matarlo, pero no tenía temor, él estaba confiado que la vida eterna es una vida muchísimo mejor que la vida terrenal, y él tenía plena seguridad que si moría estaría para siempre con el Señor. 

Tenemos que saber que no solamente el apóstol Pablo podía tener esa convicción de su salvación y de la vida eterna, sino también cada uno de nosotros, también nosotros podemos expresar las palabras del apóstol Pablo: (Vs 21) Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. ¿Cómo se puede tener esa seguridad?

Pablo tenía la seguridad de la vida eterna porque él había creído y confesado a Cristo como el Señor de su vida, pues la palabra de Dios es clara, únicamente podemos tener la seguridad de la vida eterna por medio de Jesús (1 Juan 5:11-12) Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

Verdaderamente esa seguridad de la vida es la que produce en nosotros esperanza y gozo aun en medio de las pruebas más duras de nuestra vida, y eso era lo que el apóstol Pablo quería que la iglesia de Filipo tuviera en esos tiempos de persecución, que pasara lo que pasara ellos tenían un destino eterno asegurado por medio de Jesucristo. 

Nosotros estamos por comenzar un nuevo año y no sabemos lo que vamos a enfrentar, no sabemos qué puede ocurrir en nuestra vida, es por eso que nuestra esperanza ante lo desconocido, ante lo oscuro que pueda parecer el panorama en nuestro corazón tiene que iluminar la esperanza de la vida eterna (Salmo 27:1) Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?

VII) SÉPTIMO CONSEJO: TENEMOS QUE VIVIR ANHELANDO CUMPLIR EL PROPÓSITO DE DIOS  EN NUESTRA VIDA (FILIPENSES 1:22-23) Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. 23 Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; 24 pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.

Contrario a miles personas en el mundo que anhelan morir porque sus vidas no tienen sentido ni propósito el apóstol Pablo prefería, a pesar de que estar con el Señor es muchísimo mejor que estar en este mundo, quedar en este mundo, es decir, no morir, porque sabía que aún faltaba mucho por hacer, había mucho que trabajar para el reino de Dios, él sabía que su vida era de beneficio de la obra del Señor. 

Valdría la pena que cada uno de nosotros pudiéramos responder a esta pregunta: ¿Para qué quiero un año más de vida? estamos por comenzar un nuevo año pero ¿en que vamos a invertir nuestra vida? 

Pablo estaba enseñando a la iglesia de Filipos a reconocer que mientras Dios nos de vida tenemos que cumplir su propósito, tenemos que vivir una vida que traiga beneficio a la obra de Dios.

¿Está nuestra vida trayendo beneficio a la obra de Dios? ¿Esta nuestra vida cumpliendo el propósito de Dios?  Seguramente una de las peticiones que cada una de las principales peticiones que cada uno de nosotros tenemos para el 2022 es tener vida y salud, y si estamos enfermos estamos clamando por sanidad, pero ¿vamos a cumplir el propósito de Dios con nuestra vida? 

Tenemos que comprender que nuestra vida es del Señor y nuestra vida no es para vivir solamente para nosotros mismos, sino para cumplir el propósito de Dios (Romanos 14:7-8) Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. 8 Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. En este nuevo año no tenemos que mantener escondidos los dones y talentos que Dios nos ha dado (Mateo 25:24-25) Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; 25 por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo

Salir de la versión móvil