TEMA: EL DÍA DEL SEÑOR VENDRÁ
TEXTO: JOEL 2:1-2
Hoy en día en el mundo la mayoría de personas están esperando un día especial, el día de cumpleaños, él día del nacimiento de un hijo, él día de jubilación, él día de pago del salario, él día de salir de vacaciones, el día de ser contratados en una buena empresa, él día de comprar una casa, etc.
Pero hay un día que nadie está esperando, es un día del cual casi nadie habla, aún en la iglesia del Señor se predica muy poco sobre este día, pero es un día que aunque lo ignoremos, que aunque no lo conozcamos o no lo creamos, es un día que llegara, ¿cual es ese día? EL DÍA DEL SEÑOR.
El DÍA DEL SEÑOR No es un día cronológico de veinticuatro horas, sino un periodo de tiempo, ese periodo de tiempo son los siete años llamados LA TRIBULACIÓN, pero aún más específicamente se refiere a los últimos tres años y medio de la historia de la humanidad, llamado: LA GRAN TRIBULACIÓN, de la cual el Señor nos habla en el apocalipsis por medio de él sexto sello. (Apocalipsis 6:12-17)
Este periodo de siete años vendrá exactamente después del acontecimiento escatologico que la iglesia de Cristo está esperando que ocurra en cualquier momento, este acontecimiento es: ÉL RAPTO O ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA (1 Tesalonicenses 4:13-18)
La tribulación que vendrá después que la iglesia sea quitada de la tierra es un periodo de siete años, en los cuales Dios derramará sus juicios sobre los pecadores, sobre todos aquellos que rechazaron la salvación de Dios.
El día de Jehova o el día del Señor es el día de la ira de Dios sobre la humanidad que lo rechazó, sobre la humanidad que no quiso recibir su regalo de gracia, sobre la humanidad que se burló del evangelio, que menosprecio y mató a los que predicaban el evangelio, el gran día de la ira del Señor es tiempo de retribución, tiempo de pago.
En el antiguo testamento los profetas hablaron del gran día de la ira de Dios, el cual también es llamado en el antiguo testamento “El día de Jehová”
El profeta Isaías (Isaías 13:9-11)
El profeta Sofonías (Sofonías 1:17-18)
Nuestro Señor Jesucristo nos habló también sobre el día de Jehová, sobre lo que ocurriría en este tiempo (Mateo 24:29)
ENTONCES, ¿QUÉ MENSAJE TIENE PARA NOSOTROS EL DÍA DEL SEÑOR?
- I) EL DÍA DEL SEÑOR NOS RECUERDA QUE NUESTRO DIOS ES AMOR, PERO TAMBIEN ES FUEGO CONSUMIDOR (HEBREOS 12:28-29)
Muchas personas erróneamente rechazan él mensaje de salvación, no quieren creer en la existencia del infierno, no creen que Dios condenara a los pecadores para toda la eternidad en el lago de fuego.
Pero lo que la Biblia nos enseña sobre el día del Señor nos demuestra que Dios es un Dios de amor, pero que también es fuego consumidor y que un día él derramará su ira y su juicio sobre todos aquellos que no quisieron arrepentirse y obedecer su llamado.
- II) EL DÍA DEL SEÑOR NOS HACE UN LLAMADO A NO OLVIDAR QUE HOY ESTAMOS EN EL TIEMPO DE LA GRACIA, PERO CUANDO ESE TIEMPO TERMINE DIOS NO TENDRÁ POR INOCENTE AL CULPABLE (NAHUM 1:3)
En este tiempo de la gracia nosotros los pecadores somos declarados justos por nuestro Dios por medio de la fe en el sacrificio hecho por nuestro Señor Jesucristo en la cruz.
Pero cuando el tiempo de la gracia termine, no habrá manera de justificarse delante de DIos y él como juez justo derramara su ira, cumplira su juicio sobre todos los pecadores que teniendo la oportunidad no quisieron ser justificados por la fe en Cristo Jesús.
III) EL DÍA DEL SEÑOR ES UN LLAMADO A REFLEXIONAR EN NUESTRA PROPIA VIDA, SOBRE NUESTROS PROPIOS CAMINOS (SOFONÍAS 2:1-3)
Es un llamado para nosotros como cristianos para evaluarnos si verdaderamente estamos en la fe (2 Corintios 13:5) Recordemos que formar parte de una iglesia no nos hace cristianos, que haber nacido en una familia cristiana no nos hace cristianos, servir en un ministerio cristiano no te hace cristiano.
Lo que verdaderamente nos hace cristianos y nos libra de la ira venidera es haber recibido a nuestro Señor Jesucristo como Señor y salvador de nuestra vida.
Es un llamado para toda persona que nunca ha recibido a Cristo como su salvador para que ya no espere más para estar a cuentas con el Señor, antes que sea demasiado tarde (Isaías 1:18)
