EL ESPOSO CRISTIANO I PARTE

TEMA: EL ESPOSO CRISTIANO I PARTE

TEXTO: 1 CORINTIOS 11:3

Muchos de nosotros tenemos la idea o el concepto de lo que significa ser esposo según lo que tradicionalmente hemos visto en nuestra cultura latinoamericana, lo cual definitivamente es un concepto erróneo influenciado por el machismo:

1. El esposo puede hacer lo que le da la gana sin que su esposa pueda cuestionarle nada.

 

1. El esposo tiene que ser atendido por su esposa pero él no tiene que atenderla ni hacer nada por ella.

 

1. El esposo gana su dinero y puede hacer con su dinero lo que le da la gana

 

1. El esposo puede usar violencia física, verbal o emocional contra su esposa para corregir las cosas que ella no hace bien.

 

1. El esposo no tiene que ayudar a su esposa en los trabajos de casa porque él es hombre y no tiene que hacer nada de eso.

Seguramente muchas esposas se sentirán identificadas con esposos en las actitudes que se acaban de mencionar, y esto es así porque la mayoría de hombres hemos sido educados bajo este formato, con el ejemplo que vimos de nuestros padres y con los consejos que se nos ha dado mientras crecemos, lo cual lo reflejamos en nuestro matrimonio.

Pero tenemos que comprender que desde el momento que Cristo vino a nuestra vida tiene que haber un cambio en nuestras actitudes y acciones hacia nuestra esposa.

Esta reflexionaremos en las características que tiene que tener un esposo cristiano:

1. UN ESPOSO CRISTIANO EJERCE EL LIDERAZGO EN SU CASA CON AMOR (EFESIOS 5:22-24)

 

• El máximo ejemplo de liderazgo con amor es nuestro señor Jesucristo, él nos guía, dirige nuestros pasos con amor, nos da sabiduría para hacer su voluntad.

 

• El esposo cristiano tiene que ser líder en su hogar, tiene que tener sabiduría para tomar decisiones acertadas para bendición de su familia, para guiar y corregir a sus hijos, para buscar la solución a los problemas y desafíos del matrimonio, de las finanzas, de la educación de los hijos.

 

• Lastimosamente muchos esposos en lugar de tomar su papel de liderazgo toman actitudes equivocadas en sus hogares:

 

1. Violencia: No da soluciones solo se enoja, grita y humilla por las cosas que están mal en el hogar.

 

1. Pasivo: Todo se lo deja a su esposa, que se encargue ella, que lo resuelva ella.

 

1. Indiferente: Nunca se puede contar con él, nunca esta, siempre está ocupado en algo.

 

• Las esposas necesitan un esposo con sabiduría que tenga la fuerza y el vigor para enfrentar las diferentes situaciones de la vida (Proverbios 24:5)

 

1. UN ESPOSO CRISTIANO ES PROVEEDOR DE LAS NECESIDADES DE SU FAMILIA (1 TESALONICENSES 4:11-12)

 

• Esta porción de la escritura pertenece al tema de “La vida que agrada a Dios” y al analizar el texto podemos comprender que a Dios le agrada :

 

1. Que tengamos tranquilidad, que no vivamos angustiados que no tenemos para comer, que no hay para pagar las colegiaturas de los hijos o el pago del alquiler de la casa, etc.

 

1. Que tengamos trabajo o negocios; que esto sea la fuente de ingresos para nuestra familia por medio de la cual Dios pude bendecir nuestra familia.

 

1. Que nos conduzcamos honradamente con los de afuera: es decir que paguemos nuestros compromisos, que nuestras deudas estén al día, que nuestras esposas no tengan que vivir angustiadas por las cosas que no se han pagado.

 

1. Que no tengamos necesidad de nada: Si algo es difícil para una esposa y madre es no tener lo básico para sus hijos, que nunca alcance para las necesidades del hogar.

 

• Para lograr esto el esposo cristiano tiene que ser proveedor de su hogar, tiene que cuidar su trabajo, ser responsable, o buscar uno si no lo tiene, ser esforzado y no un haragán que espere ser mantenido por su esposa (1 Timoteo 5:8)

 

• EL ESPOSO CRISTIANO TRATA A SU ESPOSA CON AMOR Y SIN VIOLENCIA (COLOSENSES 3:19)

 

• Tenemos que comprender que el que ama no lastima a la persona que dice amar, no la maltrata.

 

• No debemos confundir cuidar con controlar, muchas esposas viven ahogadas por esposos controladores.

 

• No confundamos tener la razón con humillar,

 

• No confundamos estar molesto por algo con ofender y golpear, pueden haber situaciones en la vida matrimonial en la que algo nos puede molestar, pero hay que dialogar, comunicarnos, expresar lo que nos molesta, no usar las palabras vulgares e hirientes o los golpes.

 

• No confundamos amor con violencia y maltratos: nunca es justificable decir: te hice esto porque te amo.

 

• Posiblemente el esposo cristiano ha sufrido maltrato en su infancia, viene de un hogar donde hubo violencia y abusos, ha sido educado con una cultura machista menospreciando a la mujer, le cuesta expresar sus sentimientos y solo explota con ira, pero desde el momento que Cristo vino a su vida, su vida puede ser diferente con la ayuda de Dios, tiene la capacidad de amar y perdonar, puede dejar atrás su pasado, su dolor, su amargura, y construir con la ayuda de Dios un matrimonio diferente, con amor y sin violencia por medio del poder y la misericordia de Dios (2 Corintios 5:17)