LOS LÁZAROS DE NUESTRA VIDA

TEMA: LOS LAZAROS DE NUESTRA VIDA

TEXTO: LUCAS 16:19-21

INTRODUCCION

Todos conocemos esta historia que nuestro Señor Jesús conto para hablarnos de la vida después de la muerte, y en ella vemos a este hombre rico sin nombre que nunca puso atención que a su puerta estaba Lazaro el mendigo, queriendo saciarse de las migajas que caían de su mesa en cada banquete que hacía.

Verdaderamente la vida de Lazaro era muy difícil, muriendo de hambre y conformándose con las migajas que caen de la mesa de un rico que lo menosprecia y aparte de tener hambre Lazaro tenía su cuerpo lleno de llagas, y su único alivio eran los perros que venían a lamerle sus llagas.

Es duro darnos cuenta que al rico ni el hambre de Lázaro ni sus llagas lo movían a misericordia para ayudarle.

Pero esta mañana vamos a reflexionar en esta historia de una manera diferente, esta mañana reconoceremos que nosotros los hijos de Dios somos ricos porque Cristo esta en nosotros y tenemos esperanza de gloria (Colosenses 1:27)

Y esto significa que nosotros tenemos que

  • Ser ricos en buenas obras (1 Timoteo 6:17-18)

 

  • Ser ricos en fe (Ricos en Fe)

Pero el problema radique en que somos ricos en Dios pero muchas veces  tenemos con nuestros prójimos las mismas actitudes del rico de la historia que hemos leído esta mañana, nosotros tenemos grandes riquezas que podríamos compartir con los demás.

Pero muchas veces pensamos que lo único que las personas necesitan es dinero, y pensamos que si no tenemos una buena economía no tenemos nada que compartir con nuestros prójimos, pero nosotros los cristianos tenemos muchas riquezas para compartir:

  • El amor de Dios.
  • El evangelio de Cristo
  • La salvación
  • La iglesia
  • La palabra de Dios
  • La oración
  • Nuestro tiempo.
  • Las bendiciones que Dios nos da

Nosotros los cristianos ricos en Dios nos reunimos en nuestras iglesias para darnos banquetes preciosos del amor de Dios, de su palabra, de su poder, nos llenamos de mensajes hermosos que nos alimentan el espíritu, pero hay un problema, y este es el punto principal de este mensaje: LOS LAZAROS QUE HAY EN NUESTRA VIDA

¿Quiénes son esos Lazaros que quisieran saciarse de migajas teniendo nosotros tanto para darles?

  • NUESTROS HIJOS (Job 39:16) Esa descripción es de la avestruz que abandona a sus huevos en el polvo y se olvida de ellos, pero aplica para la vida de muchos padres cristianos que a sus hijos les dan migajas de tiempo, migajas de amor, migajas de cosas materiales que ellos necesitan pero nos volvemos duros con ellos.

 

  • NUESTROS PADRES: (PROVERBIOS 23:22) Que triste es que muchos hijos e hijas cristianos cuando sus padres envejecen viven anhelando las migajas que caen de las mesas de sus hijos, es decir viven anhelando una llamada, una visita, una invitación a salir con ellos, que los traigamos a la iglesia con nosotros.

 

Muchas madres ven a sus hijos triunfar, ven a sus hijos formar una familia, ven a sus hijos convertirse en padres, y ellas con mucha paciencia siguen esperando una migaja de amor y de tiempo para volver a platicar con su hijo o con su hija, pero estamos tan ricos en nuestros proyectos que no nos damos cuenta de cuanto ellas nos extrañan.

 

  • NUESTRO CONYUGE: (EFESIOS 5:25) El Señor nos ha enriquecido con su amor, tenemos la capacidad de amar porque él nos ha amado, por eso el Señor nos manda que tenemos que amar a nuestra esposa, pero lastimosamente muchos esposas tienen que conformarse con migajas de amor, no puede ser que una esposa tenga que mendigar el amor de su esposo, tener que pedirle que le diga palabras bonitas, tener que pedirle que le dedique aunque sea un poquito de tiempo para ella.

 

Igualmente es una realidad que en muchos matrimonios los esposos tienen que mendigar la intimidad con sus esposas, tienen que esperar una migaja de intimidad con ellas (1 Corintios 7:4-5)

 

  • NUESTROS AMIGOS: (PROVERBIOS 18:24) Lázaro estaba aparte de hambriento también estaba lleno de llagas en todo su cuerpo, y buscaba la manera de sentir alivio a su dolor, por eso permitía que los perros vinieran y le lamieran sus llagas, con eso posiblemente lograba mitigar un poco el ardor y el dolor de su enfermedad.

 

Muchos de nuestros amigos están en la misma condición de Lázaro, están llenos de llagas en su alma a causa del pecado, tienen hambre al igual que Lázaro, pues tienen un vacío en su corazón y ese vacío de su corazón quieren llenarlo con lo que no sacia, están tratando de mitigar su soledad, su tristeza, su culpabilidad con vicios, con placeres, comprando lo que está de moda en ropa y tecnología, etc.

 

Nosotros tenemos la mayor riqueza para compartir con ellos (Efesios 1:7)

CONCLUSION: Ahora que hemos reconocido que muchos de nosotros nos comportamos como el rico de la historia y ya reflexionamos sobre quiénes son esos Lazaros que hay en nuestra vida, ¿Qué tenemos que hacer? (Filipenses 2:3-4)

Debemos ser humildes y reconocer que todas esas personas son importantes y que de muchas formas nos necesitan, ellos tienen derecho de sentarse en la mesa del banquete, no solo comer de las migajas, ellos tienen que sentarse en la mesa del Rey de Reyes y Señor de Señores!!!

 

 

 

 

 

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