NO PIERDAS LA OPORTUNIDAD DE RECIBIR UN MILAGRO

TEMA: NO PIERDAS LA OPORTUNIDAD DE RECIBIR UN MILAGRO

TEXTO: LUCAS 18:35-43

Me llama mucho la atención el sub título de esta porción del evangelio: Un ciego de Jericó recibe la vista, los versículos nos dicen que venía con el Señor una multitud de personas, pero ese ciego, uno nada más, verdaderamente aprovecho la oportunidad de recibir un milagro que le transformo su vida.

Cuantos más ciegos deben haber estado en Jericó mendigando, pero uno solo recibió la vista por el poder del Señor.

Analicemos el texto y reflexionemos como nosotros podemos al igual que ese ciego no perder nuestra oportunidad de recibir el milagro que tanto necesitamos para nuestra vida.

35 Aconteció que acercándose Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando;

1. ACERCANDOSE JESUS A JERICO: Jesús siempre está cerca de nuestra necesidad, de nuestros problemas, él está siempre a la distancia de una oración.

 

Los que nos alejamos de el somos nosotros, los que nos apartamos de sus caminos somos nosotros, el siempre está cerca esperando que nosotros lo busquemos.

36 y al oír a la multitud que pasaba, preguntó qué era aquello.

37 Y le dijeron que pasaba Jesús nazareno.

1. LE DIJERON QUE PASABA JESUS NAZARENO: Muchas personas seguían a Jesús pero no todas creían en Jesús, para esas personas él era simplemente Jesús Nazareno, no era el hijo de Dios, no era el Mesias,

 

Muchas personas están en la iglesia pero no creen en Jesús, no  tienen fe en él, no creen que el verdaderamente pueda hacer milagros en sus vidas.

 

Dios no puede obrar milagros en corazones incrédulos, el Señor todo lo puede pero la incredulidad es el mayor obstáculo para los milagros (Marcos 6:5-6)

38 Entonces dio voces, diciendo: !!Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!

39 Y los que iban delante le reprendían para que callase; pero él clamaba mucho más: !!Hijo de David, ten misericordia de mí!

• DIO VOCES DICIENDO: JESUS HIJO DE DAVID : Al llamar Jesús hijo de David estaba reconociendo que Jesús era el Mesías prometido, estaba reconociendo que Jesús era su salvador.

 

El primer milagro que ese hombre ciego recibió no fue la vista, sino su salvación al reconocer que Jesús era el Mesías, quizás esta noche tu has venido por un milagro que necesitas en tu vida, quizás estas enfermo, quizás tu matrimonio está en crisis, o alguien que amas necesita sanidad, pero no puedes perder la oportunidad de reconocer a Jesús como salvador y Señor de tu vida.

 

Ese es el primer milagro que el Señor quiere hacer en tu vida, todo lo que ha pasado en tu vida es porque Jesús quiere salvarte.

40 Jesús entonces, deteniéndose, mandó traerle a su presencia; y cuando llegó, le preguntó,

41 diciendo: ¿Qué quieres que te haga? Y él dijo: Señor, que reciba la vista.

1. Y EL DIJO: SEÑOR QUE RECIBA LA VISTA las palabras de ese ciego significaban algo muy importante: Creo que tú eres Dios!! Ese hombre sabía que Jesús tenia poder para hacer cosas extraordinarias, el creía que Jesús podía sanarlo.

Crees tú esta noche que Jesús tiene poder para cambiar tu vida? Crees tú esta noche que Jesús tiene poder para hacer algo sobrenatural en tu vida?

Esta noche Jesús nos pregunta a cada uno de nosotros: ¿Qué quieres que te haga? No pierdas tu oportunidad de pedirle al Señor algo extraordinario para la necesidad más grande de tu vida, ese hombre ciego no pidió un bastón para caminar, no pidió dinero para pagar un médico, no pidió poder viajar donde habían médicos más especializados, el simplemente confió totalmente en Jesús.

ESTA NOCHE TIENES QUE CREER Y CONFIAR QUE TODO LO QUE NECESITAS ESTA EN JESÚS Y QUE VAS A RECIBIRLO POR FE.

42 Jesús le dijo: Recíbela, tu fe te ha salvado.

1. JESUS LE DIJO: RECIBELA Por la fe de ese hombre recibió dos milagros para su vida, salvación y sanidad.

 

Pon tu fe en Jesús, no es la fe del pastor, no es el dinero que pusiste en la ofrenda, no es cuanto cantaste, es tu fe la que hace la diferencia. Los milagros no vienen por ser el más enfermo o el más necesitado sino de poder creer en el poder y la misericordia de nuestro Dios.