REFUGIOS PELIGROSOS

TEMA: REFUGIOS PELIGROSOS

TEXTO: AMOS 5:19 como el que huye de delante del león, y se encuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare su mano en la pared, y le muerde una culebra.

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Este versículo nos habla de una persona que va huyendo del león y se encuentra con un oso, y posiblemente podría huir de los dos y CORRE A REFUGIARSE EN UNA CASA, al pensar que está a salvo en casa pone la mano en la pared y lo muerde una culebra.

Es decir que, EN EL LUGAR DONDE PODRÍA PENSAR QUE ERA SU REFUGIO SEGURO ENCONTRÓ LA MUERTE, y de esa misma manera muchas personas buscan refugio, buscan algo donde encontrar consuelo, algo que les ayude a sobrellevar su dolor, pero lastimosamente muchas veces en lo que se están refugiando, en lugar de consolarlos, ESTÁ TRAYENDO DESTRUCCIÓN Y MUERTE A SU VIDA.

FRASE: “No todo lo que parece refugio es realmente seguro; si no es Dios nuestro amparo, ese ‘refugio’ puede convertirse en la trampa mortal de nuestra alma.”

VEAMOS ALGUNOS REFUGIOS QUE LAS PERSONAS BUSCAN Y LOS PELIGROS QUE AHÍ PUEDEN ENCONTRAR:

I) PRIMER REFUGIO: LAS RELACIONES SENTIMENTALES TOXICAS

(SALMO 109:22) Porque yo estoy afligido y necesitado, Y mi corazón está herido dentro de mí.

Este versículo expresa la respuesta que seguramente muchas personas darían para tratar de explicar porque están enredados sentimentalmente con alguien que los maltrata, que los humilla, que los está destruyendo emocionalmente.

Tenemos que reconocer que muchas personas están con en las condiciones que menciona el versículo que hemos leído: AFLIGIDOS, NECESITADOS Y HERIDOS EN SU CORAZÓN.

El dolor y la necesidad emocional lleva a muchas personas a poner su confianza y esperanza en alguien que aparentemente nos da consuelo, pero que en realidad nos lastima y destruye emocionalmente.

Al tratar de refugiarse en una relación de pareja muchas veces lo que hay más que amor es una dependencia emocional, que a la larga terminará dañando a las dos personas.

Estas relaciones se vuelven UN REFUGIO PELIGROSO porque llegamos a creer que una persona es quien nos puede consolar, sanar, restaurar y fortalecer en nuestros momentos de crisis, y dejamos de lado al único que nos puede sanar y consolar: NUESTRO DIOS (Jeremías 17:5) Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.

II) SEGUNDO REFUGIO: EL TRABAJO

(1 TESALONICENSES 4:11-12) y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, 12 a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada.

Muchas personas SE REFUGIAN EN EL EXCESO DE TRABAJO PARA HUIR DE LOS PROBLEMAS: hay personas que dedican largas horas al trabajo para no enfrentar los conflictos familiares o personales, es decir, están usando el empleo como refugio, en lugar de buscar a Dios para resolver la situación (Mateo 6:33) Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Otras también SE REFUGIAN EN EL EXCESO DE TRABAJO PARA OCULTAR SU NEGLIGENCIA EN LA VIDA ESPIRITUAL Y FAMILIAR: Poner el trabajo sobre nuestra relación con Dios, la familia y la iglesia es solamente una excusa para ocultar el desorden que tenemos con las prioridades de nuestro corazón, como cristianos tenemos que tener bien claras cuales son las prioridades básicas con las que Dios quiere que vivamos (Marcos 12:30-31) Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos.

Cuando ponemos al trabajo como nuestro refugio al final se vuelve UNA FUENTE DE AGOTAMIENTO Y FRUSTRACIÓN PARA NUESTRA VIDA (Eclesiastés 2:22) Porque ¿qué tiene el trabajador de todo su trabajo y del afán de su corazón con que se afana debajo del sol?.

El trabajo es una bendición y una herramienta para servir a Dios y a los demás, pero cuando se convierte en refugio emocional, en un lugar donde buscamos llenar vacíos o evadir la realidad, DEJA DE SER SALUDABLE Y SE TRANSFORMA EN UN REFUGIO PELIGROSO. El verdadero refugio está en Cristo Jesús, en él tenemos descanso, paz y propósito (Mateo 11:28) Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

III) TERCER REFUGIO: LAS ADICCIONES

(PROVERBIOS 23:31-32) No mires al vino cuando rojea, Cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente; 32 Mas al fin como serpiente morderá, Y como áspid dará dolor.

Para muchas personas el licor y las drogas pueden parecer muy atrayentes en momentos de dolor, en momentos de tristeza, en momentos de frustración, pueden parecer un buen escape para la realidad que estás viviendo.

Pero como lo dice el versículo al final lo que traerá a tu vida es más dolor, más problemas, LAS DROGAS Y EL ALCOHOL PUEDEN HACERTE SENTIR QUE FLOTAS POR SOBRE TUS PROBLEMAS, PERO EN REALIDAD TE ESTAS HUNDIENDO.

Cuando pasa el efecto del alcohol o de las drogas te darás cuenta que los problemas siguen ahí, pero aparte de eso en tu vida habrá más culpabilidad, más enojo y más frustración.

FRASE: “Lo que parece un refugio que alivia el dolor, termina siendo la serpiente que muerde más profundo; la verdadera libertad y consuelo solo están en Cristo.”

ENTONCES ¿CUAL ES EL REFUGIO QUE NECESITAS EN TU VIDA?

Nuestra fortaleza y nuestro refugio tiene que ser Dios (Salmo 71:5) Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, Seguridad mía desde mi juventud.

El dolor que has sufrido en tu vida te tiene que llevar a buscar el verdadero consuelo, y ese verdadero consuelo está en el Señor (2 Corintios 1:3-4) Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,  

CONCLUSIÓN: En la vida enfrentamos momentos difíciles y buscamos refugios que nos den consuelo, pero como hemos visto, muchos de ellos son peligrosos: relaciones tóxicas, exceso de trabajo y adicciones parecen aliviar nuestro dolor, pero al final solo traen más destrucción. La verdadera seguridad, paz y restauración solo se encuentran en Dios, quien es nuestro refugio eterno y confiable (Salmo 46:1, Salmo 71:5). No pongas tu esperanza en lo que destruye, sino en Aquel que nos sostiene y da vida verdadera.

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