TEMA: EXTERMINEMOS LAS PLAGAS DEL CORAZÓN
TEXTO: 1 REYES 8:37-39 Si en la tierra hubiere hambre, pestilencia, tizoncillo, añublo, langosta o pulgón; si sus enemigos los sitiaren en la tierra en donde habiten; cualquier plaga o enfermedad que sea; 38 toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga en su corazón, y extendiere sus manos a esta casa, 39 tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces (porque solo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres);
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Una plaga es algo dañino, ya sea para los cultivos, para la salud, etc. Hoy en día, los agricultores, las familias y las empresas gastan grandes cantidades de dinero para exterminar las plagas que los están perjudicando.
Pero hoy reflexionaremos sobre aquellas plagas que no están en las plantas, ni en las casas, ni en las empresas, sino donde menos importancia les damos, y por eso causan tanto daño en nuestra vida: LAS PLAGAS DEL CORAZÓN.
Estas plagas destruyen nuestro gozo, nuestra paz, la esperanza, la armonía familiar y, en general, las bendiciones que Dios nos da.
La Organización Mundial de la Salud reconoce como principales plagas para la humanidad a las cucarachas, los ratones, las ratas y las moscas. La Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación, por su parte, identifica como plagas principales a la roya, la mosca blanca, el gusano barrenador, etc.
De la misma manera, lo primero que tenemos que hacer en nuestra vida espiritual es RECONOCER CUÁLES SON ESAS PLAGAS QUE TANTO DAÑO NOS CAUSAN EN EL CORAZÓN.
¿CUALES SON LAS PLAGAS DEL CORAZÓN?
A) LA AMARGURA: molestia porque las cosas no salen como queremos, o porque las personas no son como quisiéramos que fueran.
B) EL RENCOR: resentimiento arraigado, enojo profundo y persistente debido a nuestra falta de perdón.
C) DESEOS DE VENGANZA: consecuencia del rencor y la falta de perdón, que nos lleva a vivir deseando vengarnos de quienes nos ofendieron, humillaron o dañaron.
D) LA SOBERBIA: creer que somos más que los demás, pensar que lo sabemos todo y que nadie puede corregirnos ni aconsejarnos.
E) EL EGOÍSMO: preocuparnos únicamente por nuestra conveniencia, siendo indiferentes a las necesidades o sentimientos de los demás.
F) EL NEGATIVISMO: pensar siempre que todo saldrá mal, tener una visión fatalista y pesimista de la vida, quejándonos de todo.
G) LOS CELOS Y LA ENVIDIA: desear lo que otros tienen, molestarnos por lo que poseen y nosotros no, creyendo que Dios ha sido injusto con nosotros.
Estas plagas del corazón no les permiten a muchos cristianos ser felices en su familia y matrimonios, los vuelven insoportables en su trabajo y vecindario, pues les impiden desarrollar buenas relaciones con su prójimo.
¿QUÉ HACER PARA EXTERMINAR ESTAS PLAGAS DEL CORAZÓN?
I) RECONOCER QUE DIOS QUIERE QUE VIVAMOS UNA VIDA ABUNDANTE
(JUAN 10:10) El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Cristo pagó para que tengamos una vida llena de gozo, paz, amor y esperanza. Satanás, en cambio, quiere que vivamos una vida miserable.
II) COMPRENDER QUE NO SON LOS CAMBIOS EXTERNOS LOS QUE RESUELVEN EL PROBLEMA
(ISAÍAS 30:16) sino que dijisteis: No, antes huiremos en caballos; por tanto, vosotros huiréis. Sobre corceles veloces cabalgaremos; por tanto, serán veloces vuestros perseguidores.
Tenemos que comprender que no es un cambio de lugar, de trabajo o de relaciones lo que eliminará estas plagas. Donde vayamos, si no limpiamos nuestro corazón, las plagas irán con nosotros. Es como llevar en la maleta las ratas y las cucarachas.
III) NO MENOSPRECIAR NI MINIMIZAR NINGUNA PLAGA DEL CORAZÓN
(CANTARES 2:15) Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; Porque nuestras viñas están en cierne.
No debemos decir: “solo es un pequeño rencor”, “solo soy un poquito soberbio” o “solo un poquito egoísta”. Una plaga, aunque parezca pequeña, siempre destruirá la bendición de Dios en nuestra vida.
IV) TENEMOS QUE COMPRENDER QUE LO ÚNICO QUE ELIMINA LAS PLAGAS DEL CORAZÓN ES EL ARREPENTIMIENTO VERDADERO
(1 JUAN 1:8-9) Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.)
No podemos acostumbrarnos a vivir con estas plagas. Tenemos que DEJAR DE NEGAR LAS PLAGAS y pedirle a Dios que limpie nuestro corazón. Él obrará perdonando, limpiando y liberando, pero el primer paso ES EL ARREPENTIMIENTO.
CONCLUSIÓN: Las plagas del corazón son más dañinas que las que afectan la agricultura o la salud, porque destruyen nuestra paz, nuestro gozo y nuestras relaciones. No podemos acostumbrarnos a vivir con amargura, rencor o egoísmo, sino que debemos acudir al Señor para que limpie y transforme nuestro interior. Hoy es el día para reconocer esas plagas y permitir que Cristo las extermine, dándonos un corazón nuevo lleno de amor, perdón y esperanza.
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