LAS TRES ETAPAS DE LA FE

TEMA: LAS TRES ETAPAS DE LA FE

TEXTO: HEBREOS 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

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Verdaderamente la fe es algo de VITAL IMPORTANCIA en la vida de todo cristiano, la palabra de Dios nos declara que SIN FE ES IMPOSIBLE AGRADAR A DIOS es decir que no hay nada que pueda sustituir la fe si verdaderamente queremos tener una relación cercana con nuestro Dios.

Por lo tanto es muy importante que cada uno de nosotros aprendamos a DESARROLLAR NUESTRA FE para que nuestra vida pueda ser siempre agradable al Señor.

EN LA PALABRA DE DIOS ENCONTRAMOS CUALES SON LAS TRES ETAPAS PARA DESARROLLAR NUESTRA FE:

I) PRIMERAMENTE, CRECEMOS EN LA FE POR MEDIO DE LA PALABRA

(ROMANOS 10:17) Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

Cada uno de nosotros desde el momento que hemos recibido a Jesús como nuestro Señor y salvador hemos recibido de parte de Dios UNA MEDIDA DE FE (Romanos 12:3) Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

Esa medida de fe es la que nos permite relacionarnos espiritualmente con Dios y dar los primeros pasos en nuestra vida cristiana, pero esa medida de fe tiene que ir creciendo (2 Tesalonicenses 1:3) Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás;

Es por eso que si queremos que nuestra fe crezca tenemos que ALIMENTARNOS DE LA PALABRA DE DIOS, pues la palabra de nuestro Dios es alimento para nuestra alma y para nuestra fe. Cuando conocemos sus promesas y nos apropiamos de ellas, crecemos en fe.

II) SEGUNDO, FORTALECEMOS NUESTRA FE EN MEDIO DE LA DIFICULTAD

(1 PEDRO 1:6-7) En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.

Tenemos que comprender que no basta con solamente tener una FE TEÓRICA, es por eso que nuestro Dios pone a prueba nuestra fe, para fortalecerla, para que pongamos en práctica nuestra confianza en el Señor.

Todos sabemos que no es lo mismo que nos den una clase de natación en una pizarra con un maestro que nos dé toda la teoría de la natación a que NOS TIREN AL AGUA, ahí es donde verdaderamente aprendemos a nadar, ahí es donde verdaderamente aprendemos a aferrarnos a algo que nos pueda mantener a flote.

Es por eso que Dios permite que vengan las pruebas, las dificultades, las crisis a nuestra vida, para que nuestra fe no solamente sea una fe teórica, sino una fe práctica, una fe viva. Es en esos momentos en los cuales aprendemos a AFERRARNOS A DIOS Y A SUS PROMESAS.(Génesis 32:26) Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.

III) TERCERO, CAMINAMOS EN FE CUANDO NOS VOLVEMOS AMIGOS DE DIOS

(JOB 22:21) Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien.

El objetivo de todo cristiano debe ser vivir en fe, CAMINAR EN FE, (2 Corintios 5:7) porque por fe andamos, no por vista;

Es decir caminar todos los días confiados que Dios está con nosotros, que nunca vamos solos, que con él enfrentamos nuestros problemas, con él peleamos nuestras batallas.

Pero ese caminar en fe o esa confianza viene CUANDO DESARROLLAMOS UNA RELACIÓN PERSONAL CON DIOS, y por eso podemos decir como lo dijo el apóstol Pablo: YO SÉ A QUIÉN HE CREÍDO (2 Timoteo 1:12) Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.

CONCLUSIÓN: La fe no es algo estático, es un camino que crece, se fortalece y se afirma cada día mientras caminamos de la mano de nuestro Dios. Alimentemos nuestra fe con su Palabra, afiancémosla en medio de las pruebas y mantengamos viva una amistad diaria con nuestro Señor. Que podamos decir con certeza: “Yo sé a quién he creído”. Hoy es tiempo de decidir vivir por fe y no por vista. ¡Sigamos caminando firmes, confiando en que nuestro Dios jamás nos soltará de su mano!

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