SUEÑA CON SABIDURÍA Y CAMINA CON RESPONSABILIDAD

TEMA: SUEÑA CON SABIDURÍA Y CAMINA CON RESPONSABILIDAD

TEXTO: PROVERBIOS 21:5 Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.

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Estamos viviendo tiempos donde muchas personas sueñan con emprender, tener un negocio propio, dejar su empleo, alcanzar independencia financiera y desarrollar proyectos personales. Y tenemos que comprender que NO ESTÁ MAL SOÑAR. Dios nos ha dado la capacidad de tener metas, de avanzar y aspirar a más.

Pero el problema viene cuando esos sueños o proyectos no están acompañados de sabiduría, responsabilidad y obediencia a Dios, pues es necesario entender que NO TODO SUEÑO ES NECESARIAMENTE UN PROPÓSITO DIVINO, NI TODO PROYECTO ES APROBADO POR DIOS (Proverbios 16:3) Encomienda a Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados.

Pero lastimosamente podemos darnos cuenta que muchas personas  movidas por la emoción TOMAN DECISIONES APRESURADAS, abandonan su trabajo, descuidan su familia o asumen riesgos innecesarios sin consultar al Señor y sin tomar en cuenta lo que nos enseña la palabra de Dios (Proverbios 3:5-7) Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. 6 Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. 7 No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal;

TENEMOS QUE DEJAR CLARO ALGO MUY IMPORTANTE: Dios SI quiere que soñemos, pero que lo hagamos con los pies en la tierra y CON OBEDIENCIA A SU VOLUNTAD, pues la fe no es sinónimo de imprudencia ni de irresponsabilidad.

Todos aquellos cristianos que tienen ese deseo de emprender, de llevar a cabo proyectos personales tienen que tomar en cuenta los consejos que la palabra de Dios, pues la Biblia nos llama primeramente a planificar y a considerar los costos (Lucas 14:28) Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?.

VEAMOS LO QUE NOS ENSEÑA LA PALABRA DE DIOS PARA SOÑAR CON SABIDURÍA Y CAMINAR CON RESPONSABILIDAD:

I) PODEMOS TENER SUEÑOS, PERO SIN DEJAR DE SER RESPONSABLES CON NUESTRA REALIDAD

(1 TESALONICENSES 4:11-13) y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, 12 a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada.

Soñar, tener metas y proyectos demuestra nuestra fe en Dios pero nunca debe llevarnos a ser irresponsables con las necesidades básicas de nuestra familia.

NO PODEMOS PERMITIR QUE LOS SUEÑOS NOS VUELVAN CIEGOS DE NUESTRA REALIDAD, es decir, de las necesidades diarias de nuestros hijos e hijas, de los compromisos de nuestro hogar, de los pagos mensuales de nuestra casa.

LA FE NO ES IGUAL A LA IMPRUDENCIA, La fe confía, pero también ordena, planifica y trabaja (Proverbios 6:6-8) Ve a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio; 7 La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor, 8 Prepara en el verano su comida, Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.

II) TENEMOS QUE APRENDER A  DIFERENCIAR ENTRE LOS PROYECTOS QUE ESTAN EN LA VOLUNTAD DE DIOS Y NUESTROS CAPRICHOS

(JEREMÍAS 17:9) Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?

Muchos crIstianos confunden sus deseos con la voluntad de Dios, y esto es algo muy peligroso, pero hay señales claras que nos ayudan a discernir o entender si un proyecto proviene del corazón de Dios o simplemente es un capricho movido por nuestras emociones o por nuestro orgullo.

Veamos algunas claves para diferenciarlos:

UN PROYECTO EN LA VOLUNTAD DE DIOS NACE DE LA ORACIÓN, UN CAPRICHO NACE DE LA IMPULSIVIDAD  Un proyecto de Dios se ora, se espera, se escucha. Un capricho actúa sin pensar, sin orar, sin buscar consejo (Romanos 8:14) Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.

FRASE: Un corazón apresurado puede arruinar lo que Dios quería bendecir… Aprende a orar antes de actuar y a escuchar antes de decidir.

UN PROYECTO DE DIOS TRAE PAZ, UN CAPRICHO TRAE ANSIEDAD Y URGENCIA La paz es una confirmación. Si nos sentimos ansiosos por “HACERLO YA”, sin importar las consecuencias, probablemente no viene de Dios. Los proyectos que están bajo su voluntad no se apresuran, nos guían en paz (Colosenses 3:15) Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.

¿A QUIEN QUEREMOS GLORIFICAR? ¿AL SEÑOR O A NUESTRO PROPIO EGO? Si el objetivo de lo que deseamos hacer es mostrar que tenemos más que otros, impresionar a las redes, o causar envidia, seguramente no es de Dios. Pero si con nuestro proyecto podemos exaltar al Señor y ser de bendición a otros, puede estar dentro de su propósito

III) SER EMPRENDEDOR NO SIGNIFICA SER IMPRUDENTE

(PROVERBIOS 14:15)  El simple todo lo cree; Mas el avisado mira bien sus pasos.

Es importante que nuestro deseo de superación no nos lleve a CONFUNDIR FE CON FALTA DE ANÁLISIS, pues la Biblia nos enseña que Dios respalda a quienes planean con sabiduría (Proverbios 24:3-4) Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará; Y con ciencia se llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable.

Para no obrar de manera imprudente ¿QUÉ COSAS SON LAS QUE DEBERÍAMOS DE ANALIZAR? 

El Impacto que este proyecto puede tener en mi familia y en mi relación con Dios (Mateo 6:33) Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

El conocimiento y la preparación ¿Estoy preparado o capacitado para lo que quiero emprender? (Proverbios 18:15) El corazón del entendido adquiere sabiduría; y el oído de los sabios busca la ciencia.”

Los recursos disponibles y los riesgos reales ¿He considerado bien el costo y los riesgos que puedo llegar a enfrentar? (Lucas 14:28-30) Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? 29 No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, 30 diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.

CONCLUSIÓN: Dios quiere que soñemos, que tengamos metas, que deseemos avanzar… ¡pero también quiere que lo hagamos con sabiduría, obediencia y responsabilidad! No se trata de apagar nuestros anhelos, sino de alinearlos con Su voluntad. No se trata de dejar de emprender, sino de hacerlo con prudencia, con oración y con un corazón humilde que sabe esperar el tiempo de Dios. Recordemos que la fe no anula la planificación, ni la confianza en Dios elimina la responsabilidad con nuestra familia y nuestra realidad. Como hijos de Dios estamos llamados a actuar con diligencia, a caminar guiados por el Espíritu y no por impulsos momentáneos.

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