ESTUDIO BÍBLICO, PRIMERA CARTA A LOS CORINTIOS, LA IGLESIA Y SU LLAMADO EN EL MUNDO DE HOY VIII PARTE: CUIDANDO LA CONCIENCIA DE LOS MÁS DÉBILES.
TEXTO: 1 CORINTIOS 8:1-6 En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica. 2 Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo. 3 Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él.4 Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios. 5 Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), 6 para nosotros, sin embargo, solo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.
DESCARGA GRATIS EN PDF: https://elblogdelpastoroscarflores.com/wp-content/uploads/2025/04/ESTUDIO-BIBLICO-PRIMERA-CARTA-A-LOS-CORINTIOS-LA-IGLESIA-Y-SU-LLAMADO-EN-EL-MUNDO-DE-HOY-VIII-PARTE_-CUIDANDO-LA-CONCIENCIA-DE-LOS-MAS-DEBILES.pdf
El capítulo 8 de la primera carta a los Corintios trata sobre un tema muy puntual en su contexto: EL COMER O NO COMER LO SACRIFICADO A LOS ÍDOLOS. La cuestión del alimento sacrificado a los ídolos era una práctica común en el mundo grecorromano, pues la mayoría de la carne que se vendía en las carnicerías eran carne sacrificada a los ídolos y algunos cristianos no tenían problema para comprar ese tipo de carne porque sabían que un ídolo no era nada.
Pero ese conocimiento estaba hiriendo a hermanos de fe más débiles, los cuales consideraban que no se debía comer esa carne pues había sido sacrificada a los ídolos.
El apóstol Pablo nos muestra una enseñanza muy importante sobre cómo debemos conducirnos como creyentes: PONIENDO EL AMOR POR ENCIMA DEL CONOCIMIENTO (Vs 1) En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica.
VEAMOS CUALES SON LAS ENSEÑANZAS PRINCIPALES QUE ENCONTRAMOS EN ESTE CAPÍTULO PARA APLICARLAS A NUESTRA VIDA CRISTIANA:
I) PRIMERA ENSEÑANZA: EL CONOCIMIENTO NOS HINCHA, PERO EL AMOR NOS EDIFICA
(1 CORINTIOS 8:1-3) En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica. 2 Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo. 3 Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él.
Pablo comienza recordando que todos tenemos cierto conocimiento, pero el conocimiento por sí solo, SIN AMOR, puede llevarnos a la ARROGANCIA ESPIRITUAL.
El verdadero conocimiento que agrada a Dios es el que está guiado por el amor, pues amar es más importante que simplemente saber. Muchos creyentes en Corinto sabían que un ídolo no era nada, pero usaban ese conocimiento para actuar sin considerar o sin pensar en lo que esto podía causar en otros hermanos más débiles en la fe.
APLICACIÓN PARA LA IGLESIA ACTUAL:
Muchas veces el conocimiento nos lleva a siempre querer tener la razón y a imponer nuestra opinión, pero tenemos que comprender que en la vida cristiana DE NADA SIRVE TENER LA RAZÓN SI NO TENEMOS COMPASIÓN (1 Corintios 13:2) Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
Es por eso que tenemos que comprender que el conocimiento sin amor puede causar:
Orgullo espiritual (Santiago 3:1) Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.
Desprecio hacia los más débiles (Romanos 14:3) El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido.
Conflictos, pleitos y divisiones (1 Timoteo 6:4) está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas,
No debemos olvidar que el conocimiento sin amor nos envanece, NOS HINCHA, nos llena de soberbia, pero el amor NOS EDIFICA, nos hace crecer, nos hace mejores personas y mejores cristianos.
II) SEGUNDA ENSEÑANZA: NUESTRA LIBERTAD NO DEBE HACER TROPEZAR A LOS DÉBILES
(1 CORINTIOS 8:8-12) Si bien la vianda no nos hace más aceptos ante Dios; pues ni porque comamos, seremos más, ni porque no comamos, seremos menos. 9 Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles. 10 Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a los ídolos? 11 Y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió. 12 De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis.
El apóstol Pablo en estos versículos nos enseña que aunque tengamos libertad en Cristo, debemos ser cuidadosos para no convertirnos en piedra de tropiezo.
Tenemos que comprender que lo que para nosotros puede ser lícito, para otro puede ser motivo de tropiezo o confusión. Es por eso que, si mi libertad daña la conciencia de otro, estoy pecando contra Cristo (Vs 12) De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis.
APLICACIÓN PARA LA IGLESIA ACTUAL:
En la vida cristiana moderna, hay muchos temas en los cuales se manifiesta la libertad cristiana: Formas de vestir, entretenimiento, comida, música, etc. Primeramente debemos examinar si lo que hacemos, aunque no sea pecado en sí mismo, puede dañar la fe de nuestro prójimo.
El cristianismo no es una lista de prohibiciones, pero tenemos que saber que hay un freno que Dios ha dejado para nuestra vida, y este freno son nuestros prójimos.
Es decir que si lo que hago está sirviendo de tropiezo para mi prójimo, estoy pecando. Y quizás podamos pensar que no tiene nada de malo que haga esto o aquello, pero si con esto que hago voy a servir de tropiezo a un cristiano recién convertido o a una persona que no tiene a Cristo como su salvador, entonces no tengo que hacerlo, tengo que tener amor por mi prójimo, y amar a mi prójimo no es no solo no dañarlo, sino también no hacerlo caer en pecado.
Tenemos que comprender que servir de tropiezo a nuestro prójimo puede tener graves consecuencias a nuestra vida (Mateo 18:6) Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.
III) TERCERA ENSEÑANZA: EL AMOR SE DEMUESTRA CUANDO SOMOS CAPACES DE RENUNCIAR A LO QUE SÍ PODEMOS HACER
(1 CORINTIOS 8:13) Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano.
La conclusión de Pablo en este capítulo es radical: prefiere dejar de hacer algo totalmente lícito con tal de no dañar a un hermano. Eso es amor sacrificial, amor maduro (1 Juan 3:16) En esto hemos conocido el amor: en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
Esa es una lección muy poderosa para todo creyente maduro: AMAR ES ABSTENERSE. En la vida de la iglesia, renunciar a “lo que puedo” por el bien de otro es una muestra de madurez y de crecimiento espiritual.
Descubre más desde EL BLOG DEL PASTOR OSCAR FLORES
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

