¡COMO UN BUEN CAFÉ!

heart shaped coffee beans and fresh brew

TEMA: ¡COMO UN BUEN CAFÉ!

TEXTO: Salmos 38:8 Estoy debilitado y molido en gran manera; Gimo a causa de la conmoción de mi corazón.

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Seguramente cuando escuchamos el tema o el título de este mensaje no comprendemos de qué se trata, pero para poder comprender lo que Dios quiere hablar hoy a nuestra vida tenemos que primeramente conocer que se necesita para obtener un buen cafe:

Según los expertos en ese tema nos dicen que “El buen café pasa por UN PROCESO cuidadoso que comienza con la cosecha manual de los granos maduros. Luego, se secan y SE PROCESAN para retirar la cáscara y obtener el grano verde. Después, SE TUESTAN EN HORNOS a diferentes niveles de temperatura y finalmente, EL CAFÉ SE MUELE según el método de preparación, UN BUEN MOLIDO ES CLAVE PARA EXTRAER LO MEJOR DEL CAFÉ en aromas y sabores.

Podemos decir entonces que un buen café tiene que ser PROCESADO Y MOLIDO, de la misma manera NOSOTROS LOS CRISTIANOS MUCHAS VECES TENEMOS QUE SER PROCESADOS Y MOLIDOS POR NUESTRO DIOS  para que podamos producir lo mejor de nosotros para su gloria y honra y para bendición de nuestra vida.

AHORA VEAMOS EN LA PALABRA DE DIOS LA FORMA COMO DIOS TRABAJA EN NUESTRA VIDA PARA PRODUCIR LO MEJOR DE NOSOTROS PARA SU GLORIA Y HONRA.

I) PARA DAR LO MEJOR DE NOSOTROS SOMOS PROCESADOS EN EL HORNO DE FUEGO DE LA AFLICCIÓN

(JOB 30:16) Y ahora mi alma está derramada en mí; Días de aflicción se apoderan de mí.

Verdaderamente nadie puede decir que los tiempos de aflicción de nuestra vida son fáciles de soportar, o que son agradables, pues verdaderamente son tiempos difíciles, pero  tenemos que saber que esos tiempos de aflicción TIENE SIEMPRE PROPÓSITOS BUENOS DE PARTE DE NUESTRO DIOS.

Somos procesados en hornos de fuego de la aflicción PARA FORTALECER NUESTRA FE Y PARA QUE VERDADERAMENTE CONOZCAMOS EN QUIEN HEMOS CREÍDO.

(Job 42:4-5)  Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. 5 De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.

(2 Timoteo 1:12) Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.

Somos procesados en el horno de fuego de la aflicción PARA PRODUCIR EN NOSOTROS algo que de otra manera no lo podríamos aprender : LA PACIENCIA (Santiago 1:2-3) Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, 3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.

El Señor permite que seamos procesados en el horno de fuego de aflicción PARA PURIFICAR Y LIMPIAR NUESTRA VIDA (Isaías 48:10) He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción.

El Señor nos procesa por medio del horno de fuego de la aflicción PARA HACERNOS CRECER Y MADURAR ESPIRITUALMENTE (1 Pedro 5:10) Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.

II) PARA PRODUCIR LO MEJOR EN NOSOTROS SOMOS MOLIDOS EN EL MOLINO DE LA HUMILDAD

(SALMOS 119:71) Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos.

Los mejores baristas y conocedores del buen café recomiendan algunas marcas de los mejores molinos para granos de café, pero nuestro Dios tiene un molino efectivo para trabajar en nuestra vida, en nuestro corazón, ese molino es el MOLINO DE LA HUMILDAD.

Este molino MUELE NUESTRA SOBERBIA, NUESTRA ALTIVEZ, NUESTRA AUTOSUFICIENCIA por medio de la escasez, de la necesidad y del fracaso.

Dios usa ese molino de la humildad o la humillación PARA TRATAR DIRECTAMENTE CON NUESTRA SOBERBIA para bajarnos de la nube en la que muchos andamos

(Levítico 26:19) Y quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como bronce.

(Jeremías 49:16) Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón. Tú que habitas en cavernas de peñas, que tienes la altura del monte, aunque alces como águila tu nido, de allí te haré descender, dice Jehová.

Dios usa en nosotros ese molino de humildad o la humillación PARA ENSEÑARNOS A DEPENDER DE DIOS Y NO DE LOS HOMBRES 

(Jeremías 17:5) Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.

Lastimosamente muchas personas se llenan de soberbia en sus corazones por las amistades que tienen, por la seguridad que les da tener amigos o familiares que son empresarios, que tienen muchas riquezas, que tienen buena posición social, etc. Pero el Señor quiere enseñarnos a depender de ÉL Y NO DE LOS HOMBRES.

FRASE: «Si Dios corta una rama en tu vida, confía en que es porque quiere que tus raíces crezcan más firmes en Él.»

El Señor permite que seamos molidos por medio del molino de la humildad COMO UNA FORMA DE PREPARAROS PARA LAS BENDICIONES QUE ÉL TIENE PARA NUESTRA VIDA (Santiago 4:6) Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.

Dios nos bendice a personas con un corazón lleno de soberbia, es por eso que para poder bendecirnos, para que sus semillas de bendición puedan dar frutos abundantes en nuestra vida primeramente MUELE NUESTRA SOBERBIA PARA QUE PODAMOS TENER UN CORAZÓN HUMILDE.

La palabra humildad proviene del latín humilitas, que a su vez deriva de humus, que significa «tierra» o «suelo fértil».

Esto nos enseña que: la humildad es como el humus, la capa más fértil de la tierra, aquella que permite que las semillas crezcan y den fruto. Así como el humus es el mejor terreno para la vida, LA HUMILDAD ES EL MEJOR TERRENO PARA PRODUCIR LAS BENDICIONES DE DIOS EN NUESTRA VIDA.

CONCLUSIÓN: Así como un buen café pasa por un proceso de cosecha, secado, tostado y molienda, nosotros, como cristianos, también atravesamos procesos de aflicción y humildad que nos permiten ser moldeados por Dios para producir lo mejor de nosotros. A través del horno de fuego de la aflicción, nuestra fe es fortalecida, nuestra paciencia es cultivada y nuestra vida es purificada. Por medio del molino de la humildad, Dios nos enseña a depender de Él, eliminando nuestra soberbia y preparándonos para las bendiciones que tiene para nosotros.


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