ESTUDIO CARTA A LOS ROMANOS, FUNDAMENTOS DE LA VIDA CRISTIANA VI PARTE: JUSTIFICACIÓN, PAZ Y ESPERANZA.
TEXTO: ROMANOS 5:1-5 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 3 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Este día continuamos con el estudio temático de la carta a los romanos, en el cual estamos reflexionando en las principales enseñanzas que encontramos en cada capítulo de esta carta tan importante para la teología cristiana.
El capítulo 5 de la carta a los romanos es verdaderamente una joya doctrinal en la Biblia, pues está lleno de verdades muy importantes sobre la gracia de Dios y sus bendiciones o efectos en nuestras vidas.
VEAMOS CUALES SON LAS ENSEÑANZAS PRINCIPALES QUE ENCONTRAMOS EN ESTE CAPÍTULO:
I) LA JUSTIFICACIÓN POR FE NOS PERMITE ESTAR EN PAZ CON DIOS
(ROMANOS 5:1) Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
Cuando creemos en el evangelio y confesamos a Jesucristo como Señor y salvador de nuestra vida, somos declarados justos por la fe, es decir que LA JUSTIFICACIÓN SE HACE REAL EN NUESTRA VIDA.
¿QUÉ ES LA JUSTIFICACIÓN? Es un término legal que significa «DECLARAR JUSTO» o «CONSIDERAR JUSTO». En el contexto bíblico, se refiere a la acción de Dios de declarar a una persona libre de culpa y en buena relación con Él.
Cuando una persona pone su fe en Cristo, Dios le acredita la justicia de Cristo, y esa persona es considerada justa, perdonada de sus pecados y en paz con Dios.
Solamente por medio de la justificación por fe los pecadores podemos estar en paz con Dios pues su palabra nos declara una verdad muy importante: (Isaías 57:21) No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.
LA PAZ CON DIOS no es simplemente un sentimiento de tranquilidad sino que significa una RECONCILIACIÓN COMPLETA Y DEFINITIVA entre Dios y el creyente, es LA CERTEZA DE QUE LA ENEMISTAD HA SIDO ELIMINADA, LA RELACIÓN HA SIDO RESTAURADA, y es por eso que a pesar de nuestros pecados podemos vivir en una relación de amor y gracia con Dios (2 Corintios 5:17-19) De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
II) LA JUSTIFICACIÓN POR FE NOS PERMITE TENER LA FIRME SEGURIDAD DE SEREMOS SALVOS DE MUERTE ETERNA Y DE LA IRA VENIDERA
(ROMANOS 5:2) por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
El texto nos dice que por la fe tenemos entrada a “ESTA GRACIA EN LA CUAL ESTAMOS FIRMES» esto significa que nuestra posición en Cristo es segura y estable. Una vez que hemos puesto nuestra fe en Jesús NUESTRA SALVACIÓN ES UN HECHO CONSUMADO. Es decir que no depende de nuestras acciones o sentimientos, sino de la obra perfecta de Cristo en la cruz (Hebreos 10:10-14) En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. 11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; 12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, 13 de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; 14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
LA SEGURIDAD DE NUESTRA SALVACIÓN ESTÁ BASADA EN DOS GARANTÍAS:
PRIMERA GARANTÍA, EL AMOR DE DIOS POR NOSOTROS (Romanos 5:6-8) Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
No había forma que nosotros pudiéramos salvarnos a nosotros mismos, y por causa de nuestros pecados estábamos condenados a la muerte eterna, pero Dios en su amor llevó a cabo su plan redentor para salvarnos por medio del sacrificio de Cristo.
Podemos ver que DIOS TOMÓ LA INICIATIVA EN NUESTRA SALVACIÓN y esta iniciativa divina nos da seguridad, ya que nuestra salvación está basada en la acción y el amor de Dios, no en nuestros esfuerzos humanos, es decir que LA SALVACIÓN NO ES UN MÉTODO IDEADO POR HOMBRES, SINO UN PLAN DE REDENCIÓN MOTIVADO POR EL AMOR DE NUESTRO DIOS.
SEGUNDA GARANTÍA: LA RECONCILIACIÓN CON DIOS POR MEDIO DE LA JUSTIFICACIÓN (Romanos 5:9-11) Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 11 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.
Podemos ver que en el versículo 10 el apóstol Pablo nos muestra una verdad muy importante: «SI SIENDO ENEMIGOS, FUIMOS RECONCILIADOS CON DIOS POR LA MUERTE DE SU HIJO», esto significa que, a pesar de nuestra enemistad con Dios debido al pecado, la muerte de Cristo ha restaurado nuestra relación con Él. Esta reconciliación es un acto definitivo y seguro, ya que se basa en la obra de Cristo, no en nuestros esfuerzos. Si Dios nos reconcilió cuando éramos enemigos, podemos estar más que seguros de que ahora que somos sus hijos nuestra salvación es segura.
El versículo 10 también dice que «SEREMOS SALVOS POR SU VIDA». La resurrección de Jesús garantiza que la salvación que Él nos ofrece no es solo un evento pasado, sino una realidad continua. Su resurrección es nuestra esperanza de la herencia que Dios ha preparado para todos los que han sido reconciliados por medio de la justificación (1 Pedro 1:3-5) Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
III) SOLAMENTE POR MEDIO DE JESUCRISTO TODOS LOS PECADORES PODEMOS SER JUSTIFICADOS DE NUESTROS PECADOS
(ROMANOS 5:12) Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron / (ROMANOS 5:18-19) Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. 19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.
Estos textos nos declaran una verdad espiritual: TODOS SOMOS PECADORES DELANTE DE DIOS pues por causa de la desobediencia de Adán todos los seres humanos fuimos contaminados con el pecado.
Eso significa que no somos pecadores solamente por lo que hacemos, SOMOS PECADORES POR NATURALEZA (Romanos 7:21-24) Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. 22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?.
Toda la humanidad estaba representada por Adan cuando pecó y por esa desobediencia todos pecamos con él , y por lo tanto TODOS SOMOS PECADORES LA MUERTE PASÓ A TODOS (Romanos 5:12) Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron
Pero igualmente toda la humanidad estaba siendo representada por nuestro Señor JESUCRISTO cuando obedeció a Dios, siendo obediente hasta la muerte y muerte de cruz, y por esa obediencia todos los que creen en él son declarados justos por la fe (Romanos 5:19) Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.
Podemos decir entonces que de Adan recibimos MUERTE por causa de su desobediencia pero de nuestro Señor Jesucristo recibimos VIDA ETERNA por causa de su obediencia al Padre Celestial (1 Corintios 15:22) Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
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