LAS BENDICIONES DE SER HIJOS DE DIOS

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TEMA: LAS BENDICIONES DE SER HIJOS DE DIOS

TEXTO: SALMO 20:6-9 Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; Lo oirá desde sus santos cielos Con la potencia salvadora de su diestra. 7 Estos confían en carros, y aquellos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. 8 Ellos flaquean y caen, Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie. 9 Salva, Jehová; Que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos.

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La palabra de Dios nos enseña que toda persona que ha creído en la obra redentora de Cristo y lo ha confesado como Señor y salvador de su vida es hecho por la fe HIJO DE DIOS (Juan 1:12) Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

Desde ese momento ya no somos solamente personas del mundo, ya no solamente somos criaturas de Dios, sino que somos sus hijos, hemos sido hecho parte de su familia, somos de la familia de Dios (Efesios 2:19) Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,

Ser hijos de Dios y formar parte de su familia significa tener haber recibido y tener a nuestra disposición GRANDES BENDICIONES que lastimosamente no reconocemos y no valoramos, es por eso que muchas veces a pesar de ser hijos del Rey de reyes nuestro corazón siente envidia de la PROSPERIDAD DE LOS IMPÍOS (Salmo 73:1-3) Ciertamente es bueno Dios para con Israel, Para con los limpios de corazón.2 En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos. 3 Porque tuve envidia de los arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos.

Es por eso que en el texto que leímos para comenzar podemos encontrar algunas de LAS GRANDES BENDICIONES QUE TENEMOS POR SER HIJOS DE DIOS (Salmo 20:6-9) Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; Lo oirá desde sus santos cielos Con la potencia salvadora de su diestra. 7 Estos confían en carros, y aquellos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. 8 Ellos flaquean y caen, Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie. 9 Salva, Jehová; Que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos.

I) PRIMERA BENDICIÓN: LA SALVACIÓN

(VS 6A) Ahora conozco que Jehová salva a su ungido;

El texto declara que nuestro Dios salva a su ungido, pero ¿Nosotros somos ungidos? la palabra de Dios declara que sí (1 Juan 2:20) Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.

Pero ¿Cuál es la unción que hemos recibido de nuestro Dios? ¡El Espíritu Santo! El Espíritu Santo es nuestra garantía o “LAS ARRAS” que nuestro Dios ha dejado como compromiso de nuestra salvación, por medio de él podemos tener la seguridad de la salvación de nuestra vida (Efesios 1:13-14) En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

La mayor de las bendiciones que hemos recibido como hijos de Dios es la salvación, por lo cual podemos decir con toda confianza (Filipenses 1:21) Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.

II) SEGUNDA BENDICIÓN: MIENTRAS ESTEMOS EN ESTE MUNDO TENEMOS A ALGUIEN QUE NOS OYE EN EL CIELO PARA AYUDARNOS

(SALMOS 20:6B) Lo oirá desde sus santos cielos Con la potencia salvadora de su diestra.

Somos hijos de Dios y tenemos una herencia celestial, pero mientras vivamos en este mundo enfrentaremos dificultades y aflicciones.

Y una de las bendiciones que muchas veces no valoramos es LA ORACIÓN es decir tener ACCESO DIRECTO CON NUESTRO PADRE CELESTIAL, con nuestro Dios omnipotente.

En el día de conflicto, en el día de angustia tenemos la bendición de ser oídos y ser defendidos por nuestro Dios (Salmo 20:1) Jehová te oiga en el día de conflicto; El nombre del Dios de Jacob te defienda.

Es una bendición maravillosa que en este mundo en el cual muchas veces no podemos tener acceso directo a las personas que tienen poder o influencia nosotros tenemos acceso directo en los cielos con quien tiene todo el control y la última palabra (Salmos 73:25-26) Me has guiado según tu consejo, Y después me recibirás en gloria. 25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. 26 Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

III) TERCERA BENDICIÓN: EL MUNDO PONE SU CONFIANZA EN TODO AQUELLO QUE TIENE PODER LIMITADO, PERO NUESTRA CONFIANZA ESTA PUESTA EN NUESTRO DIOS QUE TODO LO PUEDE Y QUE NUNCA CAMBIA

(SALMO 20:7) Estos confían en carros, y aquellos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.

Las personas del mundo, que no confían en Dios, ponen su esperanza y su confianza en lo terrenal, en el dinero, en las posesiones materiales, en el poder humano, pero la palabra de Dios nos declara que todo eso es débil, porque terrenalmente todo cambia, porque tienen poder y capacidad limitada, es como poner la esperanza en una tela de araña que no nos puede sostener (Job 8:13-15) Tales son los caminos de todos los que olvidan a Dios; Y la esperanza del impío perecerá; 14 Porque su esperanza será cortada, Y su confianza es tela de araña. 15 Se apoyará él en su casa, mas no permanecerá ella en pie; Se asirá de ella, mas no resistirá.

Es por eso que una de las bendiciones más grandes que tenemos como hijos de Dios es que nuestra esperanza y nuestra confianza está puesta en Él , que no cambia, que su poder es ilimitado, él es la FORTALEZA DE LOS SIGLOS (Isaías 26:4) Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.

Nuestra esperanza está basada en la seguridad de que nuestro Señor Jesucristo ha resucitado, que él ha vencido la muerte, la tumba y a satanás, y por eso podemos confiar que por medio de su victoria nosotros también seremos victoriosos (1 Pedro 1:3) Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,

Como cristianos tenemos que hacer lo que nos corresponde, pero con la confianza de que nuestra victoria viene de Dios (Proverbios 21:31) El caballo se alista para el día de la batalla; Mas Jehová es el que da la victoria.

IV) CUARTA  BENDICIÓN: PODEMOS CAER Y PODRÍAMOS FRACASAR, PERO NOS VAMOS A LEVANTAR PORQUE NUESTRO DIOS ES QUIEN NOS SOSTIENE

( SALMO 20:8) Ellos flaquean y caen, Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie.

Una de las grandes bendiciones de ser hijos de Dios es que a pesar que somos imperfectos, que somos débiles, y seguramente podamos caer muchas veces, en Dios tenemos la seguridad que nos vamos a levantar de nuevo (Proverbios 24:16) Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal.

La mano del Señor es poderosa para sostenernos y para levantarnos si llegamos a caer (Salmos 37:24) Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, Porque Jehová sostiene su mano.

Todos, cristianos e inconversos, vamos a ir perdiendo nuestras fuerzas humanas poco a poco, pero la diferencia es que en Dios tenemos nuevas fuerzas espirituales, esas fuerzas que solamente vienen del Espíritu Santo que mora en nosotros (Isaías 40:30-31) Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; 31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

CONCLUSIÓN: Ser hijos de Dios es un privilegio que conlleva grandes bendiciones. A través de la fe en Jesucristo, recibimos la salvación, la certeza de ser escuchados en nuestras oraciones, la confianza en el poder de Dios que supera cualquier fuerza terrenal, y la seguridad de que, aunque caigamos, Dios nos levantará. Estas bendiciones no solo nos sostienen en este mundo, sino que nos aseguran una esperanza eterna en Cristo.


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