LAS PREGUNTAS QUE NUESTRA VIDA NECESITA

TEMA: LAS PREGUNTAS QUE NUESTRA VIDA NECESITA

TEXTO: JEREMÍAS 33:3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

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Posiblemente algunos pensaran que el título del mensaje debería ser: “Las respuestas que nuestra vida necesita” pero tenemos que comprender algo muy importante, para recibir las respuestas que necesitamos TENEMOS QUE HACER BUENAS PREGUNTAS, las buenas respuestas vienen de hacer las preguntas correctas.

Un gran científico llamado Isidore Rabi quien fue el ganador del Premio Nobel de física en 1967 ya que por medio de sus estudios dejó establecidas las bases del rayo láser y de la resonancia magnética, cuenta que cierto día le preguntaron por qué se convirtió en un científico. Él contestó con mucha sinceridad: “Mi madre me convirtió en un científico sin saberlo. Todos los niños volvían de la escuela y sus madres les preguntaban: ‘¿Qué aprendiste hoy?’. Pero mi madre acostumbraba a decir: ‘Izzy, ¿HICISTE UNA BUENA PREGUNTA HOY?’ Eso marcó la diferencia. Hacer buenas preguntas me convirtió en un científico”.

En el texto que hemos leído para comenzar el Señor nos dice: “CLAMA A MÍ Y YO TE RESPONDERÉ” pues en todas las situaciones que estamos enfrentando en nuestra vida quien tiene la respuesta que necesitamos es nuestro Dios pero NECESITAMOS HACER LAS PREGUNTAS CORRECTAS.

VEAMOS EN LA PALABRA DE DIOS CUÁLES SON LAS PREGUNTAS QUE NUESTRA VIDA NECESITA Y VEAMOS TAMBIÉN CUÁLES SON LAS RESPUESTAS DE DIOS A ESAS PREGUNTAS

I) PRIMERA PREGUNTA: ¿CÓMO FUÉ QUE LLEGUÉ HASTA AQUÍ?

Esta primera pregunta tiene que ver con la CONDICIÓN ACTUAL DE NUESTRA VIDA, es decir tratar de comprender verdaderamente ¿Por qué estoy como estoy?

Verdaderamente para poder cambiar nuestra condición ES NECESARIO COMPRENDER CÓMO LLEGAMOS A ESTAR ASÍ, con un matrimonio destruido, con las finanzas en quiebra, con la familia dividida, con el corazón quebrantado, etc.

La respuesta a esta pregunta la encontramos en la palabra de Dios (Sofonías 3:2) No escuchó la voz, ni recibió la corrección; no confió en Jehová, no se acercó a su Dios.

Tenemos que reconocer que estamos como estamos porque:

No quisimos escuchar la voz de Dios, sino que nos dejamos guiar por las voces que nos llevaron por caminos equivocados.

No quisimos su corrección, él nos mostró nuestros errores, pero no quisimos cambiar sino que decidimos seguir viviendo igual.

No pusimos en él nuestra confianza, preferimos confiar en el hombre, en los amigos, en lo terrenal y no en nuestro Dios.

No nos acercamos al Señor, creímos que no necesitábamos de Dios y no le buscamos.

II) SEGUNDA PREGUNTA: ¿QUÉ TENGO QUE HACER PARA CAMBIAR MI SITUACIÓN?

Seguramente a esta pregunta puede haber muchas respuestas: Emigrar a otro país, buscar un nuevo empleo, hacer planes de pago en los bancos, pedir ayuda a la familia, etc.

Pero la mejor respuesta para nuestra vida la encontramos en la palabra de nuestro Dios, es un respuesta sencilla, pero es la que resume el principio de la solución a todas las situaciones que estamos enfrentando en nuestra vida: (Job 5:8) Ciertamente yo buscaría a Dios, Y encomendaría a él mi causa;

Independientemente cual sea la situación que estemos enfrentando lo primero que tenemos que hacer para poder cambiar nuestra vida es BUSCAR A DIOS (Amós 5:4) Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis;

Tenemos que buscarlo con urgencia (Isaías 1:18) Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.

Tenemos que buscarlo con sinceridad y un corazón humilde (Salmos 51:17) Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

El Señor NUNCA ESTÁ LEJOS DE NOSOTROS pero está esperando que nosotros lo busquemos, está esperando que nosotros reconozcamos nuestra condición y VENGAMOS A ÉL PARA RECIBIR SU AYUDA (Salmos 34:18) Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.

III) TERCERA PREGUNTA: ¿QUÉ TENGO QUE HACER PARA NO VOLVER A LO MISMO?

En la palabra de Dios podemos ver que LO DIFÍCIL NO ES SALIR de la situación que estábamos enfrentando sino DECIDIR NUNCA VOLVER A LO MISMO

Dios sacó por medio de Moisés sacó al pueblo de Israel de Egipto, pero Egipto no había salido de los Israelitas y por eso anhelaban volver (Números 11:5-6) Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; 6 y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos.

Es por eso que la palabra de Dios nos muestra QUE NECESITAMOS PARA NO VOLVER ATRÁS, PARA NO VOLVER A LO MISMO (Hebreos 10:39) Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.

Para no volver atrás, para no volver a lo mismo, tenemos que LLENARNOS DE FE, pues nuestra fe en Dios lo vence todo: (Juan 1:5-4) Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.

Para llenarnos de fe necesitamos CONOCER MAS DE DIOS Y DE SU PALABRA (1 Corintios 2:5) para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

CONCLUSIÓN: El Señor nos invita a clamar a Él en momentos de desesperación y angustia. Cuando nos sentimos desesperados y no sabemos que hacer, debemos reconocer que nuestra ayuda viene de Dios, arrepentirnos de nuestros errores y pecados, y buscar Su guía para salir de la oscuridad. Las preguntas correctas nos llevarán a las respuestas divinas que necesitamos para transformar nuestras vidas. Al buscar a Dios con sinceridad y humildad, encontraremos la fuerza y la esperanza para superar cualquier desafío. Mantengamos nuestra fe firme y confiemos en el poder de Dios para llevarnos a una vida renovada y llena de propósito.