¿QUÉ HACER CUANDO ESTAMOS ANGUSTIADOS?

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TEMA: ¿QUÉ HACER CUANDO ESTAMOS ANGUSTIADOS?

TEXTO: 2 REYES 18:13 A los catorce años del rey Ezequías, subió Senaquerib rey de Asiria contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y las tomó.

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Ezequias fue uno de los reyes considerados buenos y justos en el reino de Judá, de hecho, la palabra de Dios nos dice que fue el mejor de todos los reyes de Judá y podemos ver en el texto que hemos leído que después de catorce años de reinado vino una dificultad muy grande para su reinado, el rey Senaquerib de Asiria vino con todo su ejército para conquistar y destruir a Judá, verdaderamente Ezequias y todo su pueblo estaban en angustia.

Y en esta historia PODEMOS VER PRIMERAMENTE LO QUE NO DEBEMOS HACER CUANDO ESTAMOS EN ANGUSTIA, en las primeras actitudes y acciones de Ezequias para tratar de salir de la angustia lo que como cristianos no debemos hacer en los momentos de dificultad de nuestra vida (Vs 14-16) Entonces Ezequías rey de Judá envió a decir al rey de Asiria que estaba en Laquis: Yo he pecado; apártate de mí, y haré todo lo que me impongas. Y el rey de Asiria impuso a Ezequías rey de Judá trescientos talentos de plata, y treinta talentos de oro. 15 Dio, por tanto, Ezequías toda la plata que fue hallada en la casa de Jehová, y en los tesoros de la casa real. 16 Entonces Ezequías quitó el oro de las puertas del templo de Jehová y de los quiciales que el mismo rey Ezequías había cubierto de oro, y lo dio al rey de Asiria.

  • NO DEBEMOS RENDIRNOS SIN PELEAR LA BATALLA (Vs 14) Entonces Ezequías rey de Judá envió a decir al rey de Asiria que estaba en Laquis: Yo he pecado; apártate de mí, y haré todo lo que me impongas. Y el rey de Asiria impuso a Ezequías rey de Judá trescientos talentos de plata, y treinta talentos de oro.
  • NO DEBEMOS ENTREGAR LO QUE ES DE DIOS PARA TRATAR DE SALIR DE LOS PROBLEMAS (Vs 15-16) Dio, por tanto, Ezequías toda la plata que fue hallada en la casa de Jehová, y en los tesoros de la casa real. 16 Entonces Ezequías quitó el oro de las puertas del templo de Jehová y de los quiciales que el mismo rey Ezequías había cubierto de oro, y lo dio al rey de Asiria.
  • Lastimosamente muchos de nosotros cuando estamos en angustias, LO PRIMERO QUE ENTREGAMOS ES LO QUE LE CORRESPONDE A DIOS, DE NUESTRO TIEMPO Y DE NUESTRAS FINANZAS.

Podemos  leer en los versículos siguientes que lo que Ezequias equivocadamente hizo de entregar el oro de la casa de Dios NO PRODUJO NINGÚN EFECTO, al contrario, EL REY SENAQUERIB MANDÓ A SUS GENERALES CON MÁS FUERZA (Vs 17:20) Después el rey de Asiria envió contra el rey Ezequías al Tartán, al Rabsaris y al Rabsaces, con un gran ejército, desde Laquis contra Jerusalén, y subieron y vinieron a Jerusalén. Y habiendo subido, vinieron y acamparon junto al acueducto del estanque de arriba, en el camino de la heredad del Lavador. 18 Llamaron luego al rey, y salió a ellos Eliaquim hijo de Hilcías, mayordomo, y Sebna escriba, y Joa hijo de Asaf, canciller. 19 Y les dijo el Rabsaces: Decid ahora a Ezequías: Así dice el gran rey de Asiria: ¿Qué confianza es esta en que te apoyas? 20 Dices (pero son palabras vacías): Consejo tengo y fuerzas para la guerra. Mas ¿en qué confías, que te has rebelado contra mí?

Entonces, ¿QUÉ DEBEMOS HACER CUANDO ESTAMOS EN ANGUSTIA? la respuesta la encontramos en las acciones que tomó Ezequias cuando reaccionó y tomó la decisión de buscar la ayuda de Dios (2 REYES 19:14-16) Y tomó Ezequías las cartas de mano de los embajadores; y después que las hubo leído, subió a la casa de Jehová, y las extendió Ezequías delante de Jehová. 15 Y oró Ezequías delante de Jehová, diciendo: Jehová Dios de Israel, que moras entre los querubines, solo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra. 16 Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira; y oye las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente.

I) TENEMOS QUE VALORAR COMO PRIORIDAD VENIR A LA CASA DE DIOS

(VS 14) Y tomó Ezequías las cartas de mano de los embajadores; y después que las hubo leído, subió a la casa de Jehová, y las extendió Ezequías delante de Jehová.

Ezequias tomó la decisión más sabia, no le quitó nada a la casa de Dios, sino que ÉL VINO A LA CASA DE DIOS PARA BUSCAR SU AYUDA, vino a la casa del Señor y puso sus aflicciones y angustias delante de él

Eso es lo que nosotros como cristianos debemos hacer, VALORAR LA CASA DE DIOS Y VENIR DELANTE DE SU PRESENCIA CON FE Y ADORACIÓN.

II) TENEMOS QUE ORAR CON FE Y CONFIANZA, RECONOCIENDO QUE DIOS ES MAS GRANDE QUE TODOS NUESTROS PROBLEMAS

(VS 15) Y oró Ezequías delante de Jehová, diciendo: Jehová Dios de Israel, que moras entre los querubines, solo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra.

Ezequias hizo lo mejor que alguien que está en angustia puede hacer: ORAR A DIOS, él oró declarando la grandeza de Dios, reconociendo que solamente él es DIOS VERDADERO y que él es el creador del cielo y de la tierra.

Eso significa que, si Dios es el creador del cielo y la tierra, NADA DE ESTE MUNDO ES MÁS PODEROSO O MÁS GRANDE QUE ÉL. Esa misma confianza tenemos que tener cada uno de nosotros en los momentos de angustia de nuestra vida, tenemos que orar con fe, reconociendo que solamente nuestro Dios es verdadero y que nadie tiene más poder que Él .

III) TENEMOS QUE TENER LA SEGURIDAD QUE NUESTRO DIOS NO ES INDIFERENTE A NUESTRAS ANGUSTIAS

(Vs 16) Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira; y oye las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente.

Ezequias oró confiado que nuestro Dios oye nuestras oraciones y las amenazas que nos hacen y mira nuestras angustias.

Esa confianza es la que la palabra de Dios nos invita a tener a cada uno de nosotros en los momentos de angustia de nuestra vida, LA CONFIANZA QUE DIOS SIEMPRE ESTÁ PENSANDO EN NOSOTROS Y PENDIENTE DE NOSOTROS. (Salmos 40:17) Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.

CONCLUSIÓN: Cuando enfrentamos angustias, no debemos rendirnos ni comprometer lo que le pertenece a Dios. En cambio, debemos buscar refugio en su presencia, orar con fe y confianza, y creer que Él siempre está atento a nuestras necesidades. Dios es nuestro ayudador y libertador, y en Él encontramos verdadera paz y solución a nuestras angustias.


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