Icono del sitio EL BLOG DEL PASTOR OSCAR FLORES

¡NO TE CONFÍES!

TEMA: ¡NO TE CONFÍES!

TEXTO: MARCOS 14:26-31 Cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos. 27 Entonces Jesús les dijo: Todos os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas serán dispersadas. 28 Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. 29 Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se escandalicen, yo no. 30 Y le dijo Jesús: De cierto te digo que tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces. 31 Mas él con mayor insistencia decía: Si me fuere necesario morir contigo, no te negaré. También todos decían lo mismo.

Desde más de un año en el mundo estamos viviendo una pandemia que ha causado mucha enfermedad y muerte, todos aprendimos a cuidarnos mucho, a cumplir protocolos para evitar contagios, pero ahora lastimosamente muchas personas se están confiando, estan descuidando los protocolos, piensan que ya la pandemia paso y han dejado de cuidarse, es por eso que muchas personas se siguen enfermando y verdaderamente descuidarnos y confiarnos puede llegar a ser mortal.

Esto tiene lo podemos comparar a la vida cristiana, en el texto que hemos leído podemos ver que el apóstol Pedro estaba muy confiado en sí mismo, con sus palabras él afirmaba estar seguro que nunca se escandalizaría del Señor es decir que no lo abandonaría en el momento de crisis, y que nunca lo negaría, sino que si fuera necesario morir con el Señor él estaría dispuesto a ir con el Señor hasta la muerte.

Pero en la realidad las palabras de Pedro llenas de autoconfianza, llenas de seguridad en sí mismo en la realidad no se cumplieron:

Esto nos muestra que como cristianos no debemos confiarnos, no debemos descuidarnos, no podemos llegar a pensar y decir frases como: Eso a mi nunca me va a pasar, eso nunca lo voy a hacer, yo soy diferente, etc. SI LE PASÓ A PEDRO, UNO DE LOS DISCÍPULOS DEL SEÑOR, TAMBIÉN NOS PUEDE PASAR A NOSOTROS, porque la palabra de Dios es clara, el Señor no quiere cristianos de palabra, sino de poder (1 Corintios 4:19-20) Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos.20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.

Nosotros como cristianos, como hijos de Dios, tenemos que saber que todos nosotros podemos caer, que todos nosotros podemos cometer grandes errores, que todos nosotros podemos en algún momento apartarnos y volver atrás, por eso la palabra de Dios nos hace un llamado a no confiarnos ya que al igual que en la pandemia, confiarnos y descuidarnos puede traer duras consecuencias a nuestra vida (1 Corintios 10:12) Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.

¿QUE NECESITAMOS HACER PARA NO CONFIARNOS Y EVITAR CAER? Esta respuesta podemos verla en la palabra de Dios, desde el punto de vista humano y desde el punto de vista espiritual, ambos son importantes para no confiarnos y estar preparados para cuando llegue la tentación o la oportunidad de caer, de fallar o de alejarnos del Señor. 

I) DESDE EL PUNTO DE VISTA ESPIRITUAL, PARA NO CONFIARNOS Y EVITAR CAER NECESITAMOS: 

II) DESDE EL PUNTO DE VISTA HUMANO PARA NO CONFIARNOS Y EVITAR CAER ¿QUE NECESITAMOS? (ROMANOS 6:19) Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.

Tenemos que reconocer y nunca olvidar que aunque tenemos una naturaleza espiritual de parte del Señor en nuestra vida por medio de su Espíritu Santo, TODOS LOS DÍAS DE NUESTRA VIDA vamos a tener que luchar con nuestra HUMANA DEBILIDAD y por eso necesitamos: 

CONCLUSIÓN: No nos confiemos, no le demos lugar al enemigo, velemos y seamos sabios, una mala decisión, un momento de debilidad, un momento de descuido puede ser suficiente para destruir nuestra vida, nuestra familia, nuestro matrimonio o nuestro ministerio, recordemos lo que el Señor ya nos dio a cada uno de nosotros (2 Timoteo 1:7) Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

Salir de la versión móvil