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ESTUDIO BÍBLICO, CUATRO ENEMIGOS DEL CRISTIANO IV PARTE: EL AMOR AL DINERO.

ESTUDIO BÍBLICO, ENEMIGOS DEL CRISTIANO IV PARTE: EL AMOR AL DINERO.

 

TEXTO: SALMO 62:10

 

Este día continuamos con los estudios de los enemigos del cristiano y ahora vamos a reflexionar sobre un enemigo que tiene el poder de dividir familias, de destruir matrimonios, de causar violencia y asesinatos en la sociedad y también de alejar de Dios y enfriar la vida de los cristianos, este enemigo es él dinero.

 

Nosotros como hijos de Dios tenemos que comprender algo muy importante: que el dinero se convierta en nuestro enemigo, que tenga poder de dañar nuestra vida depende de cada uno de nosotros, del lugar que le demos al dinero en nuestra vida

 

El dinero forma parte de nuestra vida diaria, trabajamos para ganar dinero, se crean negocios para producir ganancias de dinero, nuestro Dios sabe que necesitamos dinero para las necesidades de nuestra vida y de nuestra familia, la palabra de nuestro Dios nos instruye sobre el uso correcto del dinero para que la prosperidad no sea de destrucción sino para bendición de nuestra vida.

 

Veamos qué nos enseña la palabra de Dios sobre la perspectiva de Dios sobre el dinero, y es la que nosotros debemos tomar para nuestra vida:

 

I) DIOS QUIERE PROSPERARNOS, PERO NO QUIERE QUE PONGAMOS NUESTRO CORAZÓN EN LAS RIQUEZAS (VS. 10)

 

El versículo es claro: Las riquezas pueden aumentar en nuestra vida, pues Dios bendice al cristiano esforzado, al que trabaja con diligencia, al que no es perezoso, sino que aprovecha bien su tiempo.

 

Pero Dios no quiere que las riquezas, es decir, el dinero, sea el centro de nuestro corazón, que nuestro corazón se llene de avaricia y de materialismo y que nos olvidemos de Dios. Poner el corazón en las riquezas significa que el dinero se vuelva nuestro todo, nuestra esperanza, nuestro refugio, nuestro consuelo, pues el único que puede ofrecernos la esperanza, refugio y consuelo verdadero es nuestro Dios.

 

II) TENER DINERO NO ES PECADO, SÍ ES PECADO AMAR EL DINERO (1 TIMOTEO 6:10)

 

La palabra de Dios nos muestra que algunos de los grandes hombres de fe eran personas que tenían muchas riquezas (Génesis 13:2) 

 

Tenemos que comprender entonces que el dinero en sí mismo no es malo ni bueno, no es pecado ni bendición en sí mismo, es el uso que le damos, el valor y la importancia que le damos en nuestra vida lo que determina si el dinero es bendición o maldición para nosotros.

 

La palabra de Dios es clara : el que ama el dinero nunca estará satisfecho en su corazón (Eclesiastés 5:10)

 

La palabra de Dios nos enseña una verdad espiritual muy importante: No podemos servir a dos Señores: (Mateo 6:24) Tenemos que comprender que el dinero es un excelente siervo pero es un mal amo, preguntémonos cada uno de nosotros ¿El dinero me sirve a mí o yo soy servidor del dinero? Cuando vivimos para el dinero significa que se ha convertido en nuestro señor. 

 

III) ¿CUANDO SE VUELE ÉL DINERO NUESTRO ENEMIGO? :

 

 

 

 

 

IV) DIOS ESTÁ EN CONTRA DE LA MALA INVERSIÓN DE NUESTRO DINERO (ISAIAS 55:2)

 

Este versículo nos deja claro que para Dios es importante el uso que le damos al dinero, él no es indiferente a nuestros gastos.

 

El Señor le hizo un reclamo a su pueblo por malgastar el dinero ¿Qué cosas en nuestra vida el Señor podría hacernos este mismo reclamo? Lastimosamente muchos cristianos desperdician el dinero en pecados,  en vicios, en adulterios, en vanidades que no aprovechan para nada.

 

Pero alguien podría pensar ¿con qué derecho Dios nos reclama por la manera que usamos el dinero? Y la razón la encontramos en la palabra de Dios (Deuteronomio 8:18 / 1 Crónicas 29:12)

 

Si Dios está en contra de la mala inversión del dinero, ¿como podemos invertirlo sabiamente, como podemos hacer buen uso del dinero para ser prosperados? ¿COMO PODEMOS HACER QUE EL DINERO SEA NUESTRO ALIADO Y NO NUESTRO ENEMIGO? 

 

Tenemos que invertir nuestro dinero de tal manera que produzca bendiciones no solamente temporales y terrenales sino principalmente eternas, es por eso que tenemos que comprender que la mejor inversión que podemos hacer en nuestra economía personal y familiar es invertir en el reino de Dios, para que su palabra se predique, para que muchas más personas sean alcanzadas por el mensaje de salvación de nuestro Señor Jesucristo (Lucas 16:9)

 

Este versículo nos dice que tenemos que invertir en ganar almas, en predicar la palabra de Dios a aquellas personas que aún no conocen de Cristo como su salvador.

 

Cuando lleguemos a nuestras moradas eternas nos recibirán muchas personas que nunca conocimos, pero ellos conocieron al Señor por medio del dinero que invertimos para que se les predicara la palabra de Dios.

 

El dinero mal invertido produce amistades temporales (Proverbios 14:20) pero el dinero bien invertido en el Reino de Dios produce amistades eternas.

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