ESTUDIO BÍBLICO PROFETAS MENORES, GRANDES ENSEÑANZAS VIII PARTE: LIBRO DEL PROFETA HABACUC.

ESTUDIO BÍBLICO PROFETAS MENORES, GRANDES ENSEÑANZAS VIII PARTE: LIBRO DEL PROFETA HABACUC.

TEXTO: HABACUC 1:1-11

INTRODUCCIÓN

Este día continuamos estudiando las grandes lecciones espirituales que encontramos en los libros de los profetas menores, este dia nos corresponde reflexionar sobre las lecciones que encontramos en el libro del profeta Habacuc.

 

El profeta Habacuc, cuyo nombre significa “el que abraza”, desarrolló su labor profética en el reino del sur aproximadamente en los años 610 al 605 A.C, es decir en una época muy cercana a la invasión de los Babilonios en el año 587 A.C

 

El libro de Habacuc inicia con una queja de parte de Habacuc por todo lo que veía que estaba ocurriendo en su nación (Vs 3-4): Violencia, iniquidad, destrucción, pleitos, corrupción en los que tenían que aplicar la justicia.

 

Pero la queja de Habacuc también es contra Dios pues él piensa que Dios está siendo indiferente a todos los sufrimientos y problemas de su pueblo, que Dios guarda silencio y no está haciendo nada para ayudarlos (vs 2)

 

Habacuc estaba preocupado porque le parece que todo está mal en la sociedad y el espera que Dios intervenga en la historia de su nación trayendo paz y restauración, pero  el Señor le revela que el obrara de una manera incomprensible para Habacuc, pues la situación en la sociedad estaba complicada y se pondría aún más difícil pues el Señor traería a los Caldeos para obrar su juicio sobre los pecados de Judá (Vs 5-9)

 

REFLEXIÓN: Muchas veces en nuestra vida podemos sentirnos confundidos como Habacuc, pues no comprendemos la manera como Dios está obrando en nuestra vida y lo único que vemos a nuestro alrededor son problemas y dificultades, y más aún cuando los problemas que estamos viviendo en lugar de solucionarse se complican y se convierten en crisis.

 

Habacuc cuando el Señor le reveló que lo que vendría sobre su nación sería aún peor que lo que estaban viviendo podría haber seguido aun mas con sus quejas y sus reclamos hacia Dios, pero en lugar de eso decidió hacer algo que todos tenemos deberíamos hacer en las crisis de la vida, el decidió calmarse y esperar la respuesta de Dios (Habacuc 2:1)

 

REFLEXIÓN: Uno de los momentos más críticos para cualquier piloto aviador es cuando el motor de su avión se apaga y comienza a caer, en esos momentos de crisis lo primero que el piloto debe hacer es calmarse, no caer en pánico, y recordar lo que dice el manual para enfrentar situaciones así, deber recordar lo que ha aprendido, y seguir las instrucciones que le dan desde la torre de control para poder salir bien de la crisis.

 

En nuestra vida en las crisis de la vida, cuando no comprendemos el porque estan pasando así las cosas, cuando no comprendemos la manera como Dios está obrando,  tenemos que hacer lo mismo que los pilotos y lo mismo que hizo Habacuc, tenemos que reconocer que de nada servirá quejarnos, tenemos que mantener la calma, no caer en pánico y tenemos que recordar las promesas de la palabra de Dios, tenemos que recordar su palabra y seguir las instrucciones del Espíritu Santo en nuestra vida.

 

El Señor le dio a Habacuc la clave para poder enfrentar de manera correcta las crisis que vendrían a su vida y a su nación (Habacuc 2:4) La clave era la fe, su fe en Dios, su fe en las promesas del Señor.

 

Habacuc tenía que decidir entre dos actitudes frente a la crisis: Llenarse de angustia y desesperación por la difícil realidad que estaban a punto de enfrentar o llenarse de fe y poner su confianza en el poder y la misericordia del Señor.

 

De esto podemos llegar a una conclusión espiritual: LA REALIDAD MATA PERO LA FE VIVIFICA.

 

Habacuc llenó su vida de fe y por eso  pudo hacer una maravillosa oración elevándose por sobre la dura realidad que estaban viviendo (Habacuc 3:17-19) el decide a pesar de todo alegrarse en Dios.

 

En el Nuevo Testamento encontramos un ejemplo muy claro de cómo la realidad mata, pero la fe vivifica (Juan 11:38-40)

 

• Marta estaba diciendo una realidad (Vs 39) Ya el cuerpo de Lázaro debía despedir mal olor porque tenía cuatro días de haber muerto.

 

• Pero el Señor la invitó a ver más allá de la realidad con los ojos de la fe (Vs 40) que pudiera creer que por la fe vería la gloria de Dios en la vida de su hermano aunque tuviera cuatro días de haber muerto.

 

Posiblemente hoy en tu vida la realidad te está matando, todo se está derrumbando, los problemas se están complicando tanto que se han convertido en crisis, como el avión que se queda sin motor, recuerda la enseñanza de Habacuc: El justo vivirá por fe.

No importa que tan complicada sea nuestra realidad, no tenemos que permitir que la realidad mate nuestra esperanza, tenemos que sentirnos vivificados por medio de la esperanza que nos da nuestra fe en Dios.

 

I) Tenemos que recordar que todo depende de Dios (Mateo 28:18) Él tiene la última palabra en nuestra dificultad.

 

II) Tenemos que recordar que nada es imposible para nuestro Dios (Marcos 10:27) El es todopoderoso, no hay nada que sea difícil para el Señor.

 

III) Tenemos que recordar que Dios está por nosotros en la dificultad (Romanos 8:31) No estamos solos, Dios pelea por nosotros, no desmayemos, elevémonos en fe como lo hizo el profeta Habacuc.

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