TEMA: EL TALLER DEL MAESTRO
TEXTO: MATEO 13:54-56
INTRODUCCION
La palabra de Dios nos declara que José, el padre terrenal de Jesús, tenia como oficio la carpintería, y en tiempos Bíblicos lo más común era que los hijos también desempeñaran el oficio de su padre.
Es decir que lo mas seguro era que nuestro Señor Jesucristo también trabajo como carpintero en el taller de su padre José antes de cumplir los 30 años, ya que a esa edad comenzó a llevar a cabo la obra que su Padre Celestial le había encomendado.
Uno de los procesos que los carpinteros realizan en sus talleres es la restauración de muebles, esos muebles que posiblemente están quebrados, o están dañados por la polilla, o su pintura esta deteriorada por el uso y por el tiempo, etc.
Este día vamos a comparar nuestra vida con uno de esos muebles deteriorados, con uno de esos muebles quebrados y dañados, pero no solamente por el paso del tiempo, sino por el pecado, por las malas decisiones que hemos tomado, por los vicios, etc.
Y para ser restaurados tenemos que tomar la mejor decisión: Venir al taller del maestro, y ese maestro experto en restauración es Cristo Jesús.
Para poder restaurar esos muebles dañados y deteriorados los carpinteros necesitan dos cosas: LAS HERRAMIENTAS Y LOS MATERIALES ADECUADOS.
Las herramientas que los carpinteros usan para los procesos de restauración son la lija, la espátula, la brocha, el cepillo, etc.
Pero las HERRAMIENTAS DE NUESTRO SEÑOR JESÚS, son diferentes, veamos en la palabra de Dios cuales son esas herramientas que el Señor usa para nuestra restauración:
I) SU SABIDURÍA (JEREMÍAS 29:11)
- Muchas veces nuestra vida esta tan dañada o tan enredada que ni nosotros encontramos la forma de cómo podríamos arreglar nuestra propia vida, pero Dios tiene un plan perfecto, Dios es sabio y el sabe lo que tiene que hacer en nosotros para poder restaurarnos.
- Solamente tenemos que confiar en él, solamente tenemos que dejar que nuestro Dios obre conforme a sus planes y propósitos para nosotros, aunque no comprendamos que esta haciendo, aunque nuestra mente no entienda como Dios obrará, nosotros tenemos que saber que sus pensamientos son mas altos que nuestros pensamientos (Isaías 55:8-9)
II) SU PODER (JEREMÍAS 32:27)
- Seguramente a muchos nos ha pasado que hemos llevado un vehículo arruinado al taller, un mueble deteriorado y roto a la carpintería, o una persona enferma al hospital, pero en nuestro interior pensamos que ya no se podrá hacer nada, que esta demasiado dañado, que la enfermedad está demasiado avanzada.
- Quizás en este momento piensas lo mismo por tu problema económico, por lo mal que están tus finanzas, por lo mal que va tu negocio, por lo grave y avanzada que esta la enfermedad, y es por eso el Señor hoy nos pregunta y nos reta: ¿Habrá alguna cosa difícil para mí?
- Posiblemente tu anhelas que tu matrimonio sea restaurado, pero piensas que es muy tarde para eso, que ya no hay esperanza por lo mal que esta tu relación, por eso el Señor te pregunta ¿crees que no puedo? ¿Habrá algo difícil para mí?
III) SU PALABRA (JEREMÍAS 23:29)
- La palabra de nuestro Dios nos purifica como el fuego, y quebranta como el martillo nuestro corazón endurecido para que se vuelva un corazón dócil, un corazón que se deje trabajar por la mano de nuestro Dios.
- Su palabra es como una espada de dos filos que corta y arranca todo aquello que para nosotros es imposible dejar, es como un bisturí en manos de un cirujano, que tiene que herir, que muchas veces causa dolor y deja cicatrices, pero nos da sanidad y vida (Hebreos 4:12)
Pero un carpintero no solamente usa sus herramientas para restaurar los muebles, también necesita que se le provean materiales para trabajar: Madera, pasta para madera, barniz, pegamento, clavos, etc.
Nuestro Señor Jesucristo solamente necesita que le entreguemos DOS MATERIALES para poder hacer la obra completa de restauración, para poder trabajar en nuestra vida, veamos cuales son esos materiales:
I) UN CORAZÓN VERDADERAMENTE ARREPENTIDO (SALMO 51:17)
- Dios no puede trabajar con corazones que no tienen la intención de cambiar, que no quieren volverse de sus malos caminos.
- Pero Dios puede hacer maravillas en las personas que tienen un corazón quebrantado y verdaderamente arrepentido por sus errores y por sus pecados.
II) UN CORAZÓN LLENO DE FE EN DIOS (MARCOS 9:23)
- Si queremos que nuestro Dios nos restaure es necesario que creamos y confiemos de todo corazón que el puede hacerlo, sin importar lo difícil o delicado de nuestra situación actual. ¡¡VENGAMOS AL TALLER DEL MAESTRO, CON FE!!