LA VOLUNTAD DE DIOS

TEMA: LA VOLUNTAD DE DIOS

TEXTO: ROMANOS 12:1-2

INTRODUCCION

Esta noche en la cual aún estamos en los inicios de un nuevo año, en el cual tendremos que tomar muchas decisiones importantes para nuestra vida y para nuestra familia, y un año en el cual también tendremos que enfrentar situaciones que no dependen de nosotros cambiarlas, vamos a reflexionar sobre la voluntad de Dios.

Primeramente tenemos que comprender que es la voluntad de Dios: Es el control soberado de Dios sobre toda su creación, desde lo más pequeño (Mateo 10:29-30)  hasta los más grandes acontecimientos del mundo y sus habitantes (Mateo 24:1)

Ese control soberado de Dios sobre su creación se manifiesta de tres maneras diferentes:

  1. LA VOLUNTAD DE DIOS DECRETADA (JOB 9:9-12 /MATEO 26:39)

Estos versículos nos muestran que hay cosas que Dios en su soberana voluntad hace o decreta que nosotros primeramente no podemos entender, no podemos cambiar y no podemos intervenir, son cosas que son parte de un plan perfecto de Dios que para nosotros los seres humanos resulta la mayoría de veces incomprensible.

Su voluntad decretada o soberana se manifiesta en los seres humanos, en la naturaleza, en los acontecimientos del mundo.

Ante la voluntad decretada de Dios los seres humanos y principalmente nosotros sus hijos solamente podemos bendecir a Dios en todo tiempo (Job 1:21 / Salmo 34:1)

  1. LA VOLUNTAD DE DIOS REVELADA (1 TESALONICENSES 4:3 / 5:18)

Dios ha revelado su voluntad para sus hijos y para los seres humanos en general en su palabra, él nos ha revelado que es lo que le agrada y que es lo que le desagrada y por lo tanto es pecado.

Dios nos ha revelado en su palabra que debemos santificarnos, que debemos ser agradecidos, también encontramos que Dios ha revelado que su voluntad es que no mintamos, que no robemos, que no matemos, que no hablemos falso testimonio de nuestro prójimo, él ha revelado en su palabra su voluntad para nuestra vida.

  1. LA VOLUNTAD PERMISIVA DE DIOS (DEUTERONOMIO 30:19)

La voluntad permisiva de Dios tiene que ver directamente con su voluntad revelada, Dios nos da la libertad de elegir hacer conforme a lo que él ha revelado en su palabra para hacerlo o no hacerlo.

Bajo la voluntad permisiva de Dios, somos responsables de nuestras propias decisiones. No podemos culpar a Dios por nuestro pecado. Un alcohólico, por ejemplo, no puede excusar su adicción diciendo, “No tuve opción, Dios “decretó” que yo fuera alcohólico, cada quien decide obrar conforme a la voluntad revelada de Dios u obrar en contra de esa voluntad y asumir las consecuencias.

El cristiano tiene la libertad de hacer o no hacer la voluntad de Dios que él ha revelado en su palabra (Lucas 6:46)

Ahora con respecto a este tema específico de la voluntad permisiva de Dios vamos a reflexionar un momento,

  1. ¿CÓMO PODEMOS OBRAR CONFORME A LA VOLUNTAD DE DIOS REVELADA? (ROMANOS 12:1)

 

  • Escudriñando la palabra de Dios para poder conocer su voluntad que ha sido revelada en ella.

 

  • Presentando nuestro cuerpo en sacrificio vivo, es decir rindiendo nuestra voluntad a la voluntad de Dios revelada, el vs 1 nos dice que presentemos nuestros cuerpos en sacrificio vivo, no es fácil sacrificarnos, no es fácil dejar de hacer lo que nos gusta y queremos para hacer la voluntad que nos ha revelado en su palabra, pero es necesario para agradar a Dios.

 

  1. ¿CÓMO PUEDO OBRAR CONFORME A LA VOLUNTAD DE DIOS CUANDO LA DECISIÓN QUE TENEMOS QUE TOMAR NO ESTA CLARAMENTE EXPRESADA EN SU VOLUNTAD REVELADA? (ROMANOS 8:4-5)

Sabemos que la Biblia no nos dice directamente con quién casarnos, o si debemos comprar o no un vehículo, o si debemos adquirir una casa, o si tenemos que adquirir un crédito bancario, etc  Y así, otras miles de decisiones que debemos tomar que no están reveladas directamente en la palabra de Dios ¿Qué debemos hacer?

  • Debemos pedir la dirección del Espíritu Santo que está en nosotros, no tomar las decisiones en la carne sino siendo guiados por su Espíritu Santo, dejarnos guiar por el en nuestro corazón orando y pidiendo su dirección.

Debemos dejarnos guiar por el Espíritu Santo

  • para no dejarnos llevar solamente por nuestras buenas intenciones (Hechos 16:6-7)
  • Para no dejarnos llevar por la presión de las personas (1 Corintios 16:12)

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