COMO SER UN BUEN CRISTIANO

TEMA: COMO SER UN BUEN CRISTIANO

TEXTO: JUAN 13:35

INTRODUCCION

Muchas veces nos enfocamos que ser cristiano solamente es congregarse con constancia en una iglesia, leer la Biblia, orar todos los días, etc, y por supuesto que todo eso debemos hacerlo, pero todo eso es para nuestro propio crecimiento espiritual, es de beneficio para nosotros mismos, pero muchas veces se nos olvida que la muestra más grande de nuestro cristianismo no es lo que hacemos para nosotros mismos sino lo que hacemos con amor para nuestro prójimo.

El máximo ejemplo de amor nos lo dio nuestro Señor Jesucristo, pues el entrego su vida por amor a cada uno de nosotros, pero quizás a nosotros que somos débiles y pecadores sentimos que se nos vuelve muy difícil o imposible seguir el ejemplo de nuestro Señor Jesús, es por eso que esta mañana veremos cómo ser un buen cristiano, por medio de la vida de un hombre del que quizás muy poco se predica o que quizás muchos ni siquiera habíamos oído hablar de él, su nombre es Onesiforo (2 Timoteo 1:15-18)

El apóstol Pablo cuando escribió esta carta en el año 65 D.C aproximadamente, estaba preso en Roma por predicar el evangelio de Cristo, y por estar preso, algunos de sus amigos lo abandonaron, le dieron la espalda cuando más los necesitaba (vs 15) Figelo y Hermogenes que posiblemente eran sus más allegados también le dieron la espalda como todos los demás de Asia.

Esto nos hace reflexionar en algo que todos tenemos que comprender: Los verdaderos amigos se conocen en la adversidad, así como el oro se prueba en el fuego, los amigos verdaderos están con nosotros en los momentos más difíciles de la vida.

Lastimosamente tenemos que reconocer que muchos cristianos somos como Figelo y Hermogenes, le damos la espalda a nuestros hermanos cuando más nos necesitan, cuando están pasando por una prueba o por una gran dificultad, tomamos el camino más cómodo, el camino más tranquilo: La indiferencia.

Muchas veces queremos solucionar hipócritamente solo con una oración la necesidad material de una persona cuando nosotros tenemos los medios para poder ayudarle en su necesidad  (1 Juan 3:16-18)

Ahora reflexionemos en las características que tenía el hermano Onesiforo que fue reconocido por el Apóstol Pablo y por el Señor para que por medio de la palabra fuera ejemplo para cada uno de nosotros.

1. PRIMERAMENTE REFLEXIONEMOS SOBRE LO QUE SIGNIFICA SU NOMBRE: Onesiforo significa portador de utilidad o el que lleva provecho.

Que bendición para cada iglesia tener hermanos como Onesiforo, que llevan siempre utilidad, que siempre hacen algo de provecho para la obra del Señor.(1 Tesalonicenses 5:12)

Pero lastimosamente muchos de nosotros en lugar de ser portadores de utilidad somos portadores de queja, de murmuración de desánimo, de desmotivación.

Si queremos ser buenos cristianos como Onesiforo tenemos que buscar la forma de ser útiles para la obra de Dios, para su iglesia.

1. UN BUEN CRISTIANO ANIMA A SUS HERMANOS Y HERMANAS A SEGUIR ADELANTE EN EL CAMINO DEL SEÑOR (2 TIMOTEO 1:16)

De cuanta bendición debe haber sido para el apóstol Pablo las visitas de Onesiforo estando el en la cárcel, pues no llego a criticarlo, no llego a reprenderlo, no llego a juzgarlo, sino que llego a confortarlo.

CONFORTAR: Dar ánimo y fuerza, consolar al que esta triste o preocupado.

Es triste pero cuanto hemos descuidado el ministerio de dar ánimo al hermano que esta decaído, que esta desmotivado, al hermano que esta triste y deprimido.

Los ministerios de alimentar a las personas, de orar por las personas, de visitar al enfermo, etc, son de mucha bendición y tenemos que hacerlo, pero no podemos descuidar el ministerio del Animo, pues hay muchos cristianos que tienen comida en abundancia, que están sanos y no están en un hospital, pero no tienen animo de seguir congregándose, no tienen animo de luchar por su problema, no tienen animo de seguir luchando por su matrimonio, ya no quieren seguir sirviendo en sus ministerios.

Hay muchos hermanos en Cristo que están heridos por sus pastores, por sus líderes de ministerios, por sus congregaciones, para todos estos hermanos se necesitan mas Onesiforos, que no lleguen a hablar mal de las iglesias o de los pastores, sino a motivar a seguir caminando puestos los ojos en Jesús.

• UN BUEN CRISTIANO NO SE AVERGUENZA DE LAS CADENAS QUE ESTAN EN LA VIDA DE SUS HERMANOS (2 TIMOTEO 1:16B)  

Pablo estaba preso, era normal que no muchas personas querían ser sus amigos, no muchas personas querían decir que eran sus amigos o sus seguidores

Muchas personas seguramente querían ser reconocidas como amigos del Apóstol Pablo, pero no muchas personas querrían ser reconocidas como amigos del Reo Pablo, del privado de libertad llamado Pablo.

Pero a Onesiforo no le importaron las cadenas de Pablo, no le importó que su amigo estuviera en la cárcel, no le importó ser amigo de un preso.

Podía Onesiforo liberar a Pablo? NO, Podía Onesiforo romper las cadenas de Pablo? NO, entonces que podía hacer Onesiforo, para cambiar la situación de Pablo muy poco, solo orar, pero podía amarlo sin importar su situación, sin importar su condición,  y eso es lo que nosotros como hijos de Dios tenemos que hacer con nuestros hermanos en Cristo que están presos en cadenas de pecado y de vicios.

Nosotros no podemos liberarlos, nosotros no podemos quizás cambiar su situación o su condición, esa es obra del Espíritu Santo en ellos, nosotros al igual que Onesiforo, nos corresponde no avergonzarnos de ellos ni avergonzarlos a ellos, sino amarlos y orar por su libertad, orar con amor.

Tenemos que ser como Cristo que siendo el Hijo de Dios no se avergüenza de llamarnos a nosotros sus hermanos (Hebreos 2:11-12)

1. UN BUEN CRISTIANO BUSCA DILIGENTEMENTE A SUS HERMANOS HASTA QUE LOS ENCUENTRA (2 TIMOTEO 1:17)

Cuantos hermanos se van de nuestras iglesias y no hacemos el mas mínimo esfuerzo por buscarlos, por llamarles, por motivarlos a volver.

Onesimo busco diligentemente a Pablo, en una época donde no habían teléfonos ni redes sociales, tenía que buscarlo de lugar en lugar, preguntando persona por persona, pero Onesiforo no se rindió, no se dio por vencido hasta que lo encontró.

Cuantos de nosotros tenemos la facilidad de un teléfono, de una red social, pero no buscamos a nuestros hermanos, sino que los dejamos perder.

Cuantas veces en las iglesias simplemente decimos: Ya no vino el hermano… ya no vino la hermana, pero no nos preocupamos por buscarlos, por saber que les paso.

Tenemos el mejor ejemplo en nuestro Señor Jesucristo, él se interesó por nosotros, el vino a buscarnos y salvarnos aunque nosotros andábamos perdidos (Lucas 19:10)