ESTUDIO BÍBLICO, PRIMERA CARTA A LOS CORINTIOS, LA IGLESIA Y SU LLAMADO EN EL MUNDO DE HOY II PARTE: LA SABIDURÍA DE DIOS REVELADA POR EL ESPÍRITU.
TEXTO: 1 CORINTIOS 2:1-5 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. 2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado. 3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; 4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, 5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Este día continuamos estudiando la primera carta a los corintios y hoy vamos a tomar las principales lecciones que encontramos para nuestra vida cristiana en el capítulo dos de esta carta.
I) PRIMERA LECCIÓN: LA IGLESIA NO DEBE PREDICAR LO QUE EL MUNDO QUIERE ESCUCHAR SINO LO QUE EL MUNDO NECESITA: A JESUCRISTO
(1 CORINTIOS 2:1-2) Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. 2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado.
Como lo dijimos en el estudio anterior la ciudad de Corinto era una ciudad multicultural, en la cual había diversidad de filosofías, pensamientos, opiniones y doctrinas (1 Corintios 1:22) Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría;
En ese tiempo debido a la gran influencia del pensamiento y filosofía griega que había en la sociedad a las personas les gustaba escuchar grandes discursos, les gustaba escuchar cosas nuevas, filosofías nuevas, nuevas ideas y nuevos pensamientos (Hechos 17:20-21) Pues traes a nuestros oídos cosas extrañas. Queremos, pues, saber qué quiere decir esto. 21 (Porque todos los atenienses y los extranjeros residentes allí, en ninguna otra cosa se interesaban sino en decir o en oír algo nuevo).
Pero el apóstol Pablo no llegó a Corinto con un mensaje popular o atractivo, no les hablo lo que ellos querían oír, sino que les predicó de Cristo crucificado, aunque para los judios y los griegos esto fuera algo desagradable (1 Corintios 1:23) pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura;
Pablo predicó con valentía el mensaje que todos deben escuchar: SOLAMENTE POR MEDIO DEL SACRIFICIO DE CRISTO HAY PERDÓN DE PECADOS, SALVACIÓN Y VIDA ETERNA.
Esto nos dice que la iglesia NO DEBE PERDER EL ENFOQUE de su predicación, hoy al igual que hace dos mil años el objetivo de la iglesia sigue siendo el mismo: PREDICAR SIN TEMOR A JESUCRISTO CRUCIFICADO Y RESUCITADO (Romanos 1:16) Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
La iglesia de Cristo en este mundo no ha sido llamada para entretener a los pecadores, sino para salvarlos por medio del evangelio, lo principal de un iglesia no son los conciertos, no son las charlas motivacionales, no son las celebraciones, lo principal de la iglesia es LA PREDICACIÓN DEL EVANGELIO (2 Timoteo 4:1-2) Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
II) SEGUNDA LECCIÓN: EL PODER DE LA PREDICACIÓN NO ESTA BASADA EN LA HABILIDAD HUMANA, SINO EN LA SABIDURÍA Y EL PODER DE DIOS
(1 CORINTIOS 2:3-5) Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; 4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, 5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Seguramente la predicación del apóstol Pablo comparada con los grandes discursos de los filósofos y pensadores griegos, era considerada débil y temerosa, pues muchos afirman que la voz del apóstol Pablo no era muy potente ni tampoco era un muy elocuente para predicar, como él mismo lo menciona en sus cartas:
2 Corintios 10:10 Porque a la verdad, dicen, las cartas son duras y fuertes; mas la presencia corporal débil, y la palabra menospreciable.
2 Corintios 11:6 Pues aunque sea tosco en la palabra, no lo soy en el conocimiento; en todo y por todo os lo hemos demostrado.
Pero el poder de la predicación de Pablo no estaba respaldada por su capacidad humana, por su elocuencia o por su potencia de voz sino por lo principal: EL PODER DE DIOS.
Lo poderoso de un mensaje no radica en la capacidad del predicador, sino en el poder mismo de la palabra de Dios para transformar, para impactar los corazones de las personas, para transformar la mente y el corazón de los que escuchan el mensaje (Hebreos 4:12) Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Esto nos permite comprender que es muy importante la preparación académica, teológica, exegética, etc, pero de nada sirve si creemos que nuestra preparación, que nuestra sabiduría, que nuestra habilidad o nuestra experiencia puede sustituir a la presencia de Dios (1 Corintios 2:5) para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Cada uno de nosotros como cristianos podemos sentirnos POCO CAPACITADOS para predicar la palabra de Dios con otras personas, puede ser que tengamos temor, puede ser que creamos que NO ESTAMOS SUFICIENTEMENTE PREPARADOS, pero hazlo de todas formas, predica a pesar de tu temor, predica a pesar que no te sientas lo suficientemente preparado, Dios te dará la sabiduría y él pondrá sus palabras en tu boca (Lucas 12:11-12) Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir; 12 porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.
III) TERCERA LECCIÓN: EL EVANGELIO ES EL MISTERIO DE DIOS QUE NOS HA SIDO REVELADO
(1 CORINTIOS 2:6-12) Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. 7 Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, 8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. 9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,
El evangelio, es decir, la predicación del sacrificio de Cristo en la cruz hecho por amor a nosotros para redimirnos de la condenación es el MISTERIO QUE DIOS NOS HA REVELADO.
Pero ¿POR QUÉ ES UN MISTERIO? Porque ni las personas del mundo, ni los reyes de este mundo, ni las huestes espirituales de maldad lo conocieron ni lo comprendieron, porque si lo hubieran comprendido no hubieran matado a nuestro Señor Jesucristo en la cruz (Vs 7-8) Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, 8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.
Creyendo que estaban destruyendo el plan de Dios matando a Jesús, lo que estaban haciendo era firmando su derrota pues nuestro Señor triunfó sobre ellos en la cruz y dándonos vida eterna a los que estábamos muertos en pecado.
(Colosenses 2:13-15) Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
Cada uno de nosotros tenemos que sentirnos bendecidos y privilegiados de que nuestro Dios nos haya revelado el misterio del evangelio, y no nos lo reveló por medio del conocimiento o sabiduría humana, sino POR MEDIO DEL ESPÍRITU SANTO ILUMINANDO NUESTRA VIDA (1 Corintios 2:10-11) Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
Nosotros tenemos por medio de su palabra la revelación completa del misterio de la piedad o el misterio de nuestra redención: (1 Timoteo 3:16) E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.
Este pasaje que nos habla del “MISTERIO DE LA PIEDAD” es un resumen del evangelio y la obra de Cristo, expresado en seis declaraciones
«Dios fue manifestado en carne» Jesús, siendo Dios, tomó forma humana (Juan 1:14) Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
«Justificado en el Espíritu» Se refiere a su resurrección, que demostró que VERDADERAMENTE él era él hijo de Dios, el mesías prometido (Romanos 1:4) Que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos, Jesucristo nuestro Señor.
«Visto de los ángeles»
Los ángeles presenciaron su nacimiento (Lucas 2:13-14) Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: 14 ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
Su resurrección (Mateo 28:5-6) Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. 6 No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.
Su ascensión (Hechos 1:10).Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,
«Predicado a los gentiles» El evangelio no fue solo para los judíos, sino que se extendió a todas las naciones (Mateo 28:19) Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
«Creído en el mundo» A pesar de la oposición, millones de personas han creído en Cristo en todo el mundo (Hechos 2:41) Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.
«Recibido arriba en gloria» Jesús ascendió al cielo y fue glorificado a la diestra del Padre (Hechos 1:9).Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.
CONCLUSIÓN: La sabiduría de Dios, revelada por el Espíritu, nos enseña que la iglesia no debe conformarse a los deseos del mundo, sino predicar con valentía el mensaje de Cristo crucificado y resucitado. La eficacia de la predicación no depende de la elocuencia humana, sino del poder de Dios, quien transforma vidas a través del evangelio. Este evangelio, antes oculto, ha sido revelado a nosotros por el Espíritu Santo, permitiéndonos conocer el misterio de la piedad: Dios manifestado en carne, proclamado, creído y glorificado.
