CARTA DE UN HIJO A SUS PADRES

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Carta de un Hijo a sus Padres

TEXTO: 2 CORINTIOS 7:8-9 Porque aunque os contristé con la carta, no me pesa, aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo, os contristó. Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte.

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Las palabras que el apóstol Pablo escribió a la iglesia en Corinto respecto a la carta de exhortación que les envió bien podrían ser las palabras de nuestros hijos a nosotros como padres si nos escribieran una carta expresándonos lo que sienten y piensan sobre nuestra manera de comportarnos con ellos.

Posiblemente, como mencionan los versículos que hemos leído, nos sentiríamos entristecidos. Sin embargo, sería una bendición que esa tristeza nos llevara a un cambio en nuestras actitudes hacia ellos.

¿Qué diría esa carta si nuestros hijos nos la escribieran a nosotros como padres?

Reflexionemos sobre lo que posiblemente dirían nuestros hijos en esa carta:

I) PAPÁ Y MAMÁ, YO LOS AMO Y ME DUELE QUE ME HAGAN SENTIR COMO UN ERROR EN SUS VIDAS (SALMO 127:3) He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.

Es triste que muchas veces descargamos nuestras frustraciones sobre nuestros hijos, haciéndolos sentir que ellos son los culpables de lo mal que va nuestra vida.

Es doloroso para un hijo sentirse menospreciado por sus propios padres, ser comparado constantemente con sus hermanos y sentir que hay preferencias en casa (Génesis 25:27-28) Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas. 28 Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a Jacob.

Debemos entender que la vida de nuestros hijos tiene un propósito divino; no son errores, no son problemas, no son desgracias, son una bendición de Dios (Salmo 139:16) Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.

Nuestros hijos son tan valiosos para Dios que, si nosotros los abandonáramos, Él ha prometido hacerse cargo de sus vidas (Salmo 27:10) Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá.

II) PAPÁ Y MAMÁ , NO CONFUNDAS PASAR TIEMPO CONMIGO CON DEDICARME TIEMPO (SALMO 133:1) ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía!

Debemos comprender que estar físicamente juntos no es lo mismo que dedicar tiempo de calidad a una persona. Muchas veces pasamos tiempo juntos, pero sin ninguna relación real, sin platicar ni comunicarnos.

A menudo, estamos con nuestros hijos, pero cada uno está en su propio mundo, viendo la TV o usando el celular.

Debemos desconectarnos de todo lo demás y conectarnos con nuestros hijos.

III) PAPÁ Y MAMÁ , ME DUELE VER SUS PLEITOS, A MI ME ENCANTA VERLOS FELICES (PROVERBIOS 17:1) Mejor es un bocado seco, y en paz, Que casa de contiendas llena de provisiones.

Debemos entender que gobernar bien nuestra casa y tener a nuestros hijos en sujeción no significa ser tiranos que infunden miedo o terror.

Dios nos ha llamado a ser padres, no tiranos; nos ha puesto para gobernar nuestros hogares, no para destruir las vidas de las personas.

Un tirano es una persona que abusa de su poder o fuerza.

El estar expuesto a la violencia en el hogar enseña a los niños que la violencia es una forma normal de vida y aumenta su riesgo de formar parte de relaciones violentas en la adultez, ya sea como abusadores o como víctimas. Los niños a menudo creen que ellos son la causa de la violencia en el hogar.

El legado de la violencia en el hogar se transmite cuando los niños crecen viendo la violencia como algo normal. Es común que los niños que presencian actos de violencia doméstica tengan relaciones violentas cuando sean adultos, ya sea como abusadores o víctimas.

No hay nada mejor para el corazón de un hijo o hija que un hogar donde hay amor (Proverbios 15:17) Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, Que de buey engordado donde hay odio.

IV) PAPÁ Y MAMÁ, NO CONFUNDAS DAR AMOR CON DARME COSAS (MATEO 16:26) Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?

Muchos padres creemos erróneamente que nuestras faltas de atención hacia nuestros hijos se compensan dándoles cosas o permitiéndoles libertad, pero no es así.

Debemos comprender que solo el amor puede cubrir las equivocaciones que hemos cometido con nuestros hijos. No son las cosas o una vida de libertinaje lo que hará que nuestros hijos perdonen nuestros errores (1 Pedro 4:8) Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.

No nos equivoquemos; la corrección de nuestros hijos no viene por medio de aparatos tecnológicos de última generación, no viene por la ropa de moda ni por el dinero que les demos. La corrección viene por medio de tres palabras: MISERICORDIA, VERDAD Y TEMOR DE DIOS (Proverbios 16:6) Con misericordia y verdad se corrige el pecado, Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal.

CONCLUSIÓN:

Reflexionemos profundamente sobre lo que nuestros hijos nos dirían si nos escribieran una carta. Como padres, tenemos la responsabilidad de ser un reflejo del amor de Dios, dedicando tiempo de calidad, mostrando respeto y amor genuino, y corrigiendo con misericordia y verdad. Es tiempo de cambiar nuestras actitudes y ser los padres que nuestros hijos necesitan y merecen.


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