LO QUE LAS FAMILIAS NO DEBEN OLVIDAR 

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El pueblo de Israel siempre ha sido un pueblo que procura nunca olvidar aquellos acontecimientos que han marcado su historia, lo podemos ver desde el Antiguo Testamento en los cuales ellos tenían que recordar por sus generaciones acontecimientos tales como: 

 

La salida de Israel de Egipto (Éxodo 12:41-42) Esta celebración llamada pascua permanece hasta la actualidad.

 

El paso del río Jordán para entrar a la tierra prometida (Josue 4:5-7) 

 

La protección de Dios para su pueblo cuando ya había sido decretada su destrucción por el rey Asuero (Ester 9:27-28) Esta celebración llamada “Purim” se celebra siempre hasta hoy en la actualidad. 

 

En la época actual el pueblo de Israel también tiene días para recordar y no olvidar nunca los acontecimientos que han marcado su historia moderna y las personas que formaron parte de su historia: El 21 de Abril es el día de honrar y recordar a todas las victimas del holocausto y él 27 de de Abril se celebra el día de Recordación, en el cual se recuerda a todos aquellos que entregaron su vida para hacer posible el regreso de los judíos a su tierra. 

 

Y NOSOTROS Y NUESTRAS FAMILIAS ¿QUE DEBEMOS RECORDAR? ¿QUÉ ES LO QUE NO DEBEMOS OLVIDAR? Estamos viviendo un tiempo que definitivamente quedará marcado en la historia actual de la humanidad, los cambios que estamos viviendo, lo que la humanidad está sufriendo, es algo que cada uno de nosotros y nuestras familias debemos recordar y no olvidar para que nuestra vida cuando en el nombre del Señor todo esto pase, cuando todo esto termine, nuestra vida ya no sea igual, que no sigamos cometiendo los mismos errores, que aprendamos a valorar lo que no valoramos antes. 

 

I) NO DEBEMOS OLVIDAR QUE UN DÍA NO PUDIMOS ABRAZARNOS NI SALUDARNOS, PARA QUE NO VOLVAMOS PERDER LA OPORTUNIDAD DE DEMOSTRAR NUESTRO AFECTO A LAS PERSONAS QUE AMAMOS (ECLESIASTÉS 3:5) 

 

¿Cuantas veces antes de esta pandemia tuvimos la oportunidad de abrazar y ser afectuosos con nuestros padres, con nuestros hijos, con nuestro cónyuge, con nuestros amigos, pero no lo hicimos? Seguramente muchas veces, hoy quisiéramos hacerlo, pero no podemos.

 

Pronto llegará el tiempo de volver a abrazar, NO LO VOLVAMOS A DESAPROVECHAR.

 

II) NO DEBEMOS OLVIDAR QUE EN LA CRISIS LOS ÚNICOS QUE ESTUVIERON CON NOSOTROS FUE NUESTRA FAMILIA (JOSUÉ 2:18)

 

El Señor ha permitido que esta pandemia la pasemos únicamente en familia, y verdaderamente nos sentimos consolados y protegidos cuando estamos todos juntos en casa. 

 

En este tiempo hemos vuelto a comer todos juntos en la mesa, a reír en familia, a orar en familia, los hermanos han vuelto a compartir como amigos, y eso aunque este tiempo pase no debemos perderlo. 

 

Cuando todo esto pase no volvamos a cometer el error de cambiar a nuestra familia por amistades que no son buenas, por actividades que pueden esperar o que no es necesario que nosotros estemos, después de esta pandemia tenemos que valorar más a nuestra familia, pues Dios nos ha demostrado que en las crisis con quien verdaderamente podemos contar, y quienes estarán con nosotros es nuestra familia. 

 

III) NO DEBEMOS OLVIDAR QUE PODEMOS VIVIR CON LO BÁSICO Y SER FELICES (1 TIMOTEO 6:8) 

 

Antes de estos tiempos de pandemia y cuarentena muchas personas en el mundo, incluyendo cristianos, vivían afanados por tener la ropa de moda, el teléfono de última generación, los zapatos más caros, la comida en los mejores restaurantes, y si no lo tenían no eran felices. 

 

Pero el Señor en este tiempo nos ha demostrado que teniendo sustento y abrigo podemos vivir felices, hemos aprendido que podemos ser felices comiendo en casa, con cualquier ropa y con cualquier par de zapatos, estamos viviendo un tiempo sin apariencias, un tiempo para aprender a ser felices por lo que somos y no por lo que tenemos. 

 

Un tiempo para reconocer que la verdadera bendición es tener vida, tener salud, y tener a nuestra familia, y por sobre todo, tener a DIos con nosotros. 

 

IV) NO DEBEMOS OLVIDAR QUE HUBO UN TIEMPO EN ÉL QUE NO PUDIMOS CONGREGARNOS EN NUESTRAS IGLESIAS, Y NUESTRA IGLESIA FUE NUESTRA CASA (MATEO 18:20) 

 

Esto nos ayudará para que cuando todo esto pase, podamos valorar y tener gozo por la oportunidad que tenemos de congregarnos para adorar a Dios en nuestros templos (Salmo 84:10) 

 

Y nos ayudará a recordar siempre que el verdadero cristianismo se vive primero en casa, y que adorar juntos en familia es la mayor bendición para nosotros.

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