ESTUDIO BÍBLICO, LAS PRUEBAS EN LA VIDA DEL CRISTIANO IV PARTE: ACTITUDES EQUIVOCADAS EN LA PRUEBA.
TEXTO: JOB 1:20-22
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Este día continuamos estudiando en la palabra de Dios las pruebas en la vida del cristiano y hoy vamos reflexionar sobre las actitudes que nuestro Dios no quiere ver en nosotros en los tiempos de prueba y de dificultad.
Sería precioso que todos nosotros como hijos de Dios en el momento de nuestra vida en los cuales viene la prueba pudiéramos tener una actitud como la de Job, que pudo adorar a Dios y no atribuyó al Señor despropósito alguno.
Despropósito significa: Un hecho o acción fuera de sentido, es decir que Job no cuestiono si lo que había pasado en su vida tenía sentido o no, el simplemente adoro al Señor.
Definitivamente que cuando la prueba vino a la vida de Job él fue un ejemplo de fe y de sumisión a la voluntad de Dios para soportar la prueba (Job 2:9-10)
Pero también en la vida de Job podemos ver cómo a medida la prueba avanza y no llega la respuesta a nuestro clamor nuestra actitud hacia Dios puede cambiar (Job 7:19-21 /13:23-24/ 16:12-17)
Es por eso que es importante que comprendamos cuáles son las actitudes que Dios no quiere que nosotros tengamos en los momentos de prueba de nuestra vida:
I) PRIMERA ACTITUD EQUIVOCADA: LA MURMURACIÓN (ÉXODO 16:1-3)
La murmuración es expresar con nuestras palabras él enojo y la amargura que hay en nuestro corazón.
Por medio de la murmuración le expresamos a Dios nuestra molestia, nuestra queja porque pensamos que lo que estamos viviendo es injusto.
Generalmente nuestra murmuración contra Dios se expresa en una pregunta: ¿Porque a mi? Y lo acompañamos de argumentos: Si yo le sirvo, si yo diezmo, si yo siempre me congrego, etc.
Es decir que uno de los peligros de la murmuración es acusar de injusticia a Dios, pero la palabra de Dios es clara : NO HAY INJUSTICIA EN DIOS (Job 34:12 / Romanos 9:14)
II) SEGUNDA ACTITUD EQUIVOCADA: APARTARSE DE LOS CAMINOS DE DIOS Y VOLVER ATRÁS (NÚMEROS 14:1-4)
Hemos visto en los estudios anteriores que uno de los objetivos o propósitos principales que tiene nuestro Dios en las pruebas que permite en nuestra vida es hacernos avanzar, hacernos crecer, en fe, en convicción, en espiritualidad, etc.
Lastimosamente en los tiempos de prueba y dificultad muchos cristianos vuelven atrás, se desaniman, y tenemos que saber que en los caminos de Dios él que no avanza retrocede (Jeremías 7:24)
El Señor quiere que en los tiempos de prueba nosotros aprendamos a ser esforzados y valientes, que nos convirtamos en buenos soldados de Jesucristo (2 Timoteo 2:3)
En el tiempo de prueba tenemos que tomar una decisión valiente y de fe para nuestro Dios, no ser de los que se apartan sino de los que avanzan (Hebreos 10:38-39)
III) TERCERA ACTITUD EQUIVOCADA: CUESTIONAR A DIOS (JOB 9:2-3)
La palabra cuestionar es dañina en nuestra relación con Dios, pues la palabra cuestionar significa: Poner en duda un asunto.
Lastimosamente cuando estamos pasando por la prueba muchos cristianos caemos en la tentación de cuestionar a nuestro Dios, es decir de poner en duda su bondad, de poner en duda su amor por nosotros, de poner en duda su poder.
Muchas cristianos cuestionan a Dios y le preguntan: Si eres poderoso ¿porque no me sanas?, Si eres bueno ¿porque permites esto en mi vida?, si me amas ¿porque permitiste que pasara esto en mi familia?
Pero tenemos que reconocer que ningún ser humano tiene la capacidad intelectual para comprender los planes perfectos de Dios, él puede permitir algo difícil o doloroso en nuestra vida pero nosotros no podemos medir el alcance que eso traerá en el futuro en nuestras generaciones.
No podemos cuestionar a Dios porque sus pensamientos son incomprensibles para nosotros (Isaías 55:8-9)
Lo único que podemos hacer es confiar que todo lo que Dios permite en nuestra vida de alguna manera nos ayudará para bien (Romanos 8:28) aunque no lo comprendamos.
IV) CUARTA ACTITUD EQUIVOCADA: ENDURECERNOS CONTRA DIOS (JOB 9:4)
Muchas veces cuando no comprendemos lo que Dios ha permitido en nuestra vida, tomamos equivocadamente una actitud de soberbia, de enojo altanero contra Dios.
Generalmente esa actitud de endurecimiento nos lleva a dejar de servirle, dejar de adorarle, dejar de diezmar y de ofrendar, y muchos pastores y predicadores dejan de predicar su palabra, abandonan su llamado.
Pero tenemos que comprender una cosa muy importante: Dios no se beneficia de que le sirvamos, al contrario, los beneficiados somos nosotros mismos (Job 22:2)
Si nuestro corazón se llena de soberbia contra Dios, aparte de la prueba vendrá también a nuestra vida la disciplina de Dios (Levítico 26:19)
¿QUE TENEMOS QUE HACER ENTONCES?
Primeramente humillarnos delante del Señor y aceptar su voluntad aunque no la comprendamos (1 Pedro 5:6)
Alegrarnos y gozarnos en Dios aun en medio de la prueba, (Habacuc 3:17-19)