TEMA: SIN ARREPENTIMIENTO NO HAY CONVERSION
TEXTO: HECHOS 3:19
¿A cuántas personas conocemos que se llaman cristianos y tienen seguridad de su salvación porque han recibido a Cristo como su Señor y salvador personal pero su vida no refleja que Cristo more en ellos?
¿Son salvas estas personas? Si han hecho una verdadera confesión de fe y lo han declarado por la fe como el salvador de sus vidas, seguramente si son salvos, porque la salvación es por fe, no por obras, es por confesar a Cristo como Dios y salvador de nuestra vida.
¿Entonces cuál es el problema? Que han recibido la salvación, pero no ha habido en ellos una verdadera conversión.
CONVERSION: Transformación o cambio de una cosa en otra distinta, transformación de alguien en algo que antes no era
La conversión de una persona viene por medio del arrepentimiento, tal como lo dice el versículo que hemos leído: arrepentíos y convertíos, esto significa que no puede haber una transformación en nuestra manera de vivir, no podemos dejar todo aquello de nuestra vida que desagrada a Dios si no hay en nosotros arrepentimiento.
La conversión son los frutos dignos de arrepentimiento (Mateo 3:8)
QUE NECESITAMOS PARA TENER UN VERDADERO ARREPENTIMIENTO EN NUESTRO CORAZÓN:
- NECESITAMOS TENER CONVICCION DEL PECADO EN NUESTRA VIDA (SALMO 51:3-4)
- Tenemos que reconocer, como lo hizo David, nuestro pecado, y reconocer que ese pecado ofende a Dios y también que nuestro pecado también muchas veces ha dañado a nuestro prójimo.
- El Espíritu Santo que mora en nosotros es quien se encarga de convencernos del pecado por medio de la palabra de Dios (Juan 16:7-8)
- TENEMOS QUE EXPERIMENTAR EN NUESTRA VIDA LA TRISTEZA SEGÚN DIOS (2 CORINTIOS 7:10)
- El arrepentimiento viene de la tristeza que Dios pone en nuestros corazones a causa del pecado (2 Corintios 7:10), y esa tristeza nos debe llevar a arrepentirnos de esos pecados, de tener un cambio de mente, de dejar de ver el pecado a nuestra manera sino a ver el pecado como Dios lo ve, darnos cuenta de que nuestro pecado ofende a Dios.
- Todo pecado causa tristeza, amargura, culpabilidad, pero cuando no tenemos a Cristo en nuestra vida, esa tristeza no nos lleva al arrepentimiento, sino que nos lleva a la muerte, al remordimiento sin cambio, al suicidio, al vicio, a la depresión.
- A todo cristiano debe de entristecerle fallarle a Dios, cuando Dios no señala el pecado que hay en nuestra vida por medio de su palabra tenemos que experimentar esa tristeza que nos lleva al arrepentimiento (Hechos 2:36-38)
- Pero hay un gran peligro de tomar una actitud equivocada, que en lugar de entristecernos de corazón nos endurezcamos de corazón para con Dios y su palabra (Proverbios 29:1)
- TENEMOS QUE CONFESAR NUESTRO PECADO DELANTE DE DIOS (1 JUAN 1:9)
- El cristiano que está verdaderamente arrepentido quiere confesar sus pecados para recibir el perdón de Dios en su vida, no quiere ocultarlos para seguir viviendo igual.
- El verdadero arrepentimiento lleva confesión del pecado, es decir humillarnos delante de Dios reconociendo que necesitamos su misericordia y su gracia en nuestra vida y el verdadero deseo de no volver a lo mismo (Proverbios 28:13)
- El verdadero arrepentimiento no es delante de los hombres, el verdadero arrepentimiento es a solas con Dios (Salmo 51:5 / Isaías 40:3)
- EL VERDADERO ARREPENTIMIENTO TRAE GOZO A NUESTRA VIDA (SALMO 51:12)
- Así como la tristeza según Dios nos lleva al arrepentimiento, el arrepentimiento verdadero nos devuelve el gozo de nuestra salvación, nos devuelve el gozo de la comunión con Dios que el pecado a afectado en nuestra vida.
- Si nuestra vida está llena de tristeza, de amargura, de dolor, es porque Dios te está llamando al arrepentimiento, él quiere perdonarte, él quiere manifestar su gracia y su misericordia sobre tu vida, ven a él, confiesa tu pecado, experimenta su perdón y permite que el gozo de la salvación llene tu vida hoy.