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QUE NECESITAMOS PARA AGRADAR A DIOS

TEMA: QUE NECESITAMOS PARA AGRADAR A DIOS

TEXTO: EFESIOS 4:22-27

INTRODUCCION

Esta noche es una noche en la cual todos venimos a clamar por nuestras peticiones y por esas obras maravillosas que necesitamos que Dios haga en nuestra vida, es muy importante que comprendamos que es lo que Dios necesita que cambiemos de nuestra vida, pues si comenzamos a vivir una vida nueva en Cristo, estaremos agradando a nuestro Señor y podemos recibir las peticiones de nuestro corazón.

Veamos que nos enseña la palabra de Dios sobre que necesitamos para vivir la vida que agrada a nuestro Señor Jesucristo:

  1. NECESITAMOS DESECHAR LA MENTIRA DE NUESTRA VIDA (VS 25)

La mentira es una de las tentaciones más difíciles de vencer en nuestra vida pues pensamos que no es algo grave, muchas veces minimizamos la mentira llamándole “mentira piadosa” pero tenemos que para Dios la mentira es pecado y por lo tanto es algo grave pues desagrada a nuestro Señor.

La mentira es un estilo de vida, pues la utilizamos en la familia, en el trabajo, en los negocios, en la iglesia, etc.

Cuando nuestra vida está llena de mentiras, no estamos viviendo la vida de Dios sino la de satanás (Juan 8:44)

Quizás muchos de nosotros no somos adúlteros, no somos idolatras ni fornicarios, no robamos, ni matamos, pero mentimos y la mentira es totalmente desagradable a Dios.

Muchos cristianos mentimos a nuestras esposas o esposos, mentimos a nuestros padres, mentimos a nuestros patrones, mentimos a nuestros clientes, etc.

Una de las manifestaciones de la mentira en nuestra vida es el chisme, la calumnia, debemos erradicar de nuestra vida el hablar mentiras sobre nuestros prójimos y no debemos dar lugar a que nos cuenten chismes de nuestros hermanos en Cristo.

Igualmente debemos desechar toda mentira manifestada en falsas doctrinas o falsos ideas sobre el cristianismo que solo nos apartan del verdadero camino de Dios.

  1. NECESITAMOS APRENDER A ENOJARNOS SIN OFENDER A DIOS NI A NUESTRO PROJIMO (EFESIOS 4:26)

Todas las personas nos enojamos en cierta medida, de hecho la palabra original de airaos nos habla de una justa indignación, es decir que hay situaciones en las cuales nuestra molestia o enojo es normal,

Pero el problema es cuando no podemos controlar nuestro enojo y pasamos a las ofensas a los ataques personales, y peor aún a la violencia (Prov. 29:22)

Pero notemos que también dice que no debemos permitir que el sol se ponga sobre nuestro enojo, hay muchas personas que no expresan su enojo con palabras o con gritos o con violencia, sino que lo guardan en su corazón y se resienten, son personas rencorosas, y eso no agrada a Dios. (Lev 19:18)

Como cristianos podemos enojarnos pero sin ofender y podemos enojarnos pero no permitiendo que el enojo haga morada en nuestro corazón.

Si tenemos una enfermedad de nuestro cuerpo los médicos nos hacen saber que hay ciertas comidas y bebidas que debemos evitar para no complicar más nuestra salud.

Posiblemente esos alimentos nos gustan mucho, estamos habituados a ellos, pero si sabemos que nos pueden llevar a tener una complicación de nuestra salud debemos evitarlos por completo.

Todos nosotros tenemos una enfermedad en nuestro cuerpo, se llama pecado, es por eso que cada uno de nosotros debemos evitar todo aquello que pueda llevarnos a ser dominados por el pecado, es decir no debemos darle lugar al diablo en nuestra vida.

No debemos darle ninguna oportunidad al diablo, debemos siempre buscar la salida que nuestro Dios nos da (1 Corintios 10:13)

 

  1. NECESITAMOS VIVIR CON HONRADEZ (EFESIOS 4:28)

El versículo que hemos leído nos dice que debemos dejar de hurtar, y quizás esto para muchos resulte hasta ofensivo pues pensamos que no somos ladrones, pero tenemos primeramente que diferenciar entre el hurto y el robo

HURTO: es el apoderamiento ilegítimo de una cosa ajena que, a diferencia del robo, es realizado sin fuerza, ni violencia o intimidación en las personas.

ROBO: consistente en el apoderamiento de bienes ajenos, empleando para ello fuerza o violencia o intimidación en las personas

Seguramente nosotros no somos ladrones, pero si somos muchos somos “hurtadores” pues nos apropiamos ilegítimamente de las cosas o el dinero de los demás:

 

 

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