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ES TIEMPO DE HUMILLARNOS ANTE NUESTRO DIOS

TEMA: ES TIEMPO DE HUMILLARNOS ANTE DIOS

TEXTO: 1 PEDRO 5:6

INTRODUCCION

HUMILLAR  tiene varios significados: Tener una actitud sumisa ante alguien, ser humilde, postrarse, etc., pero quizás la mejor definición que podemos tener es: ABATIR EL ORGULLO.

Quizás muchos de nosotros hemos andado últimamente caminando por la vida con mucho orgullo y soberbia en nuestro corazón, y ese orgullo nos hace desagradables a nuestro Dios (Salmo 138:6 / Proverbios 16:5)

Y tenemos que saber que esa soberbia, esa altivez en nuestra vida, la forma prepotente y arrogante con la que tratamos a nuestros prójimos y a nuestra familia, y también esa manera arrogante que tenemos para tratar con nuestro Dios traerá duras consecuencias a nuestra vida pues su palabra dice que el abatirá y humillara a todo soberbio y altivo (Job 40:11 / Isaías 2:11-12)

Por eso el Señor esta mañana a cada uno de nosotros nos dice: HOY ES TIEMPO DE HUMILLARSE ANTE DIOS, de quitar la soberbia y la altivez de nuestro corazón y humillarnos voluntariamente ante nuestro Dios.

Es decir que hoy podemos usar el salvavidas llamado humildad, para que Dios tenga misericordia de nosotros.

Esta mañana reflexionaremos sobre la vida de dos reyes de Israel, que fueron soberbios y altivos, que vivieron una vida llena de pecado y maldad: Acab y Manases, pero tomaron la mejor decisión: Se humillaron ante Dios y salvaron su vida.

  1. REFLEXIONEMOS EN LA VIDA DE ACAB Y COMO SE HUMILLO ANTE NUESTRO DIOS (1 REYES 21:21-26)

Uno de los reyes más malvados de la historia de Israel es el rey Acab, un rey idolatra, un rey que aparto su corazón y motivo también al pueblo para apartarse de Dios.

Pero tenemos que notar que esa maldad, que ese corazón apartado de Dios, que esa soberbia, que esa idolatría no pasó inadvertida de los ojos de nuestro Dios, sino que por medio del profeta Elías le dio un mensaje o mejor dicho una advertencia directa e impactante (vs 21-24)  pues era tanto su pecado que había motivado la ira del señor sobre su vida.

APLICACIÓN PERSONAL: a algunos cristianos Dios podría decirnos: te tengo en la mira, o cambias o dejas de hacer lo que no me agrada, o te vuelves de tus malos caminos o yo te voy a hacer cambiar, y como lo dice la alabanza: “en el proceso te voy a hacer llorar…”

Acab caminaba directo al sufrimiento, directo a la destrucción, pero Acab fue sabio, hizo uso de un salvavidas, hizo uso de un recurso que marcaría la diferencia en su vida entre maldición y bendición, entre ira y misericordia, entre castigo y perdón, y ese salvavidas se llama humildad, se llama humillación. (vs 27-28)

la humildad fue verdaderamente el salvavidas de Acab, pues Dios decidió perdonarle la vida, decidió olvidar sus pecados pasados y darle una nueva oportunidad, (vs 29)

De Acab podemos decir muchas cosas malas: idolatra, perverso, pecador, rebelde, pero no podemos negar que fue mucho más inteligente que muchos cristianos.

Acab oyó la palabra de jehová, del juicio que vendría sobre el por su comportamiento, y por la palabra decidió cambiar, por la palabra se arrepintió, por la palabra se humillo.

Pero, cuantos cristianos escuchamos sermón tras sermón, consejo tras consejo, reprensión tras reprensión pero no queremos cambiar, no nos arrepentimos de nuestro camino, no reconocemos que estamos equivocados, hoy Dios nos llama a ser sabios, hoy es tiempo de humillarnos ante nuestro Dios.

  1. REFLEXIONEMOS AHORA EN LA VIDA DEL REY MANASES (2 CRÓNICAS 33:9-13)

Otro rey malvado en la historia del reino de Juda fue manases, siempre que se habla de Acab o de Manases se dicen que hicieron pecar a sus pueblos.

Manases no escucho la palabra de Dios, la desecho, fue puesto en angustias, fue llevado cautivo, pero cuando humillo su corazón al Señor, Dios tubo de el misericordia.

III) AHORA PARA TERMINAR REFLEXIONEMOS EN COMO TERMINO LA VIDA DE UN REY QUE NO QUISO HUMILLARSE ANTE DIOS (2 CRONICAS 33:21-24)

Amón fue un hijo de Manases, fue igual o más malvado que su padre, pero nunca quiso humillarse ante Dios y volverse de sus malos caminos.

Amón desperdicio el salvavidas de Dios, NO QUIZO HUMILLARSE Y MURIO.

REFLEXION FINAL: De todos los reyes que hemos meditado esta mañana en la palabra de Dios, todos eran seguramente más pecadores y malos que nosotros, pero humillarse ante Dios salvo la vida de dos de ellos, no importa que tan malos sean hoy nuestros caminos, humillémonos hoy ante Dios, reconozcamos nuestros pecados y el oirá nuestra oración y traerá bendición sobre nuestra vida (2 CRONICAS 7:14)

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