tema: Lo Que Un Padre No Debe Olvidar
TEXTO: JEREMÍAS 3:19 Yo dije: ¡Cómo te pondré entre los hijos, y te daré la tierra deseable, la rica heredad de las naciones! Y dije: Me llamarás Padre mío, y no te apartarás de en pos de mí.
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El papel del padre es una responsabilidad otorgada por Dios. Dios siempre ha tenido en mente que en una familia exista un padre y una madre. Ser padre es tan básico y tan bendecido que Dios mismo se compara con un padre en su manera de actuar, bendecir, proteger y disciplinar al hombre. Ningún joven puede comprender a su padre hasta que se convierte en padre; entonces, ve las cosas desde otra perspectiva.
Un padre es el mejor amigo, el proveedor de la casa, y un maestro, aunque muchos de nosotros no cumplamos perfectamente con nuestro papel, es una bendición ser padre. Sin embargo, hay cosas que todo padre no debe olvidar en su vida, pues si las olvidamos, cuando nos demos cuenta de nuestro error, podría ser muy tarde.
I) No Debemos Olvidar Que No Siempre Seremos Jóvenes (Eclesiastés 12:1) «1 Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;
a) Cuando somos jóvenes y fuertes, pensamos que nunca llegaremos a viejos, y a veces humillamos, golpeamos o menospreciamos a las personas que amamos, pensando que no las necesitaremos.
b) Llegará un momento en nuestra vida en el que, queramos o no, vendrán los días malos, días en los que no podremos valernos por nosotros mismos, y cosecharemos lo que hemos sembrado.
c) Vivamos de tal manera que, cuando vengan los días malos, podamos cosechar el amor que sembramos, la dedicación que tuvimos, y reconoceremos cuán importante fue lo que hicimos por nuestros hijos.
II) No Debemos Olvidar Que Nuestros Hijos No Tienen Por Qué Sufrir Lo Que Nosotros Sufrimos (Ezequiel 18:20) El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.
a) Si sufrimos en nuestra infancia, ¿qué culpa tienen nuestros hijos?
b) No vivimos en un cuartel donde los de rango superior se desquitan lo que sus compañeros les hicieron. Somos una familia de hijos de Dios.
c) No descarguemos nuestros resentimientos ni frustraciones en nuestra familia ni en nuestros hijos.
d) Si sufrimos con padres difíciles que nos abandonaron, humillaron o golpearon, tenemos la oportunidad de darles a nuestros hijos algo que nosotros no tuvimos: amor, apoyo y comprensión.
III) No Debemos Olvidar Que Nuestros Hijos Necesitan Más Que Un Apellido (1 Timoteo 5:8) Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.
a) Nuestros hijos no solo necesitan ser reconocidos como nuestros hijos, también necesitan comer, educación y ropa. Ser padre es más que dar un apellido; es proveer lo necesario para ellos.
b) Primeramente, debemos proveer para los de nuestro hogar, pero también para aquellos que no viven con nosotros pero que igualmente son nuestros hijos.
c) Si fuimos irresponsables y tuvimos hijos con diferentes personas, debemos ser responsables con todos ellos. No se trata de lujos, pero dentro de nuestras posibilidades, debemos procurar que nada les falte.
d) No puedo jactarme de ser un gran cristiano si no cumplo con mis hijos; estaría negando la fe. ¿Cómo puedo ayudar a mi prójimo si no me importa mi propia sangre?
e) Nuestros hijos no comen de un apellido; necesitan que su padre cuide de ellos.
IV) No Debemos Olvidar Que Nuestro Estilo De Vida Influye En La Vida De Nuestros Hijos (2 Crónicas 33:21-22) De veintiún años era Amón cuando comenzó a reinar, y dos años reinó en Jerusalén. 22 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como había hecho Manasés su padre; porque Amón sacrificó a todos los ídolos que su padre Manasés había hecho, y los sirvió.
a) ¿Qué ejemplo les estamos dando a nuestros hijos? Todo lo que ellos nos ven haciendo lo reflejarán en su adultez.
b) ¿Qué tipo de personas estaremos formando con nuestro testimonio?
c) ¿Nos ven leyendo la Biblia o con una cerveza en la mano? ¿Nos ven orando o fumando? ¿Nos ven sirviendo en la iglesia o sirviendo tragos a los amigos?
V) No Debemos Olvidar Que Nunca Es Tarde Para Pedir Perdón (Malaquías 4:6) Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.
a) A pesar de todos los errores que pudimos haber cometido, no es tarde para pedir perdón. Busquemos la oportunidad para que llegue el perdón a nuestra familia.
b) Hijos: no pueden vivir bajo la bendición de Dios si no pueden perdonar a sus padres. ¡Perdona a tu padre, perdónalo hoy!
c) Si hemos cometido grandes errores, no cometamos uno más grande al no buscar el perdón. Si lo hacemos, Dios nos ayudará a sanar las heridas del corazón.
VI) No Debemos Olvidar Que Todo Padre Necesita De Un Padre: Dios
¡Recíbelo hoy en tu corazón!
Conclusión
Los padres tienen una gran responsabilidad que va más allá de proveer un apellido. Deben vivir con integridad, mostrando amor, apoyo y comprensión a sus hijos. Nunca es tarde para pedir perdón y buscar la reconciliación, recordando que Dios es el Padre perfecto que todos necesitamos.
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