PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA LA PROSPERIDAD EN LA FAMILIA

TEMA: PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA LA PROSPERIDAD EN LA FAMILIA

 

TEXTO: SALMO 37:25

 

Muchas personas se hacen la pregunta : si en la palabra de Dios encontramos tantas promesas de bendición y prosperidad para nuestra vida ¿porque no son reales en mi familia? 

 

Y la razón es la mayoría de casos es por las malas decisiones que tomamos y por no obedecer a los principios que la palabra de nuestro Dios nos enseñan.

 

Este dia vamos a reflexionar en algunos principios Bíblicos para la prosperidad de nuestra familia, son principios que vale la pena tomar en cuenta porque son principios que reflejan la sabiduría de Dios. 

 

Veamos algunos de esos principios para aplicarlos en nuestra economía familiar: 

 

I) PRIMER PRINCIPIO: TENEMOS QUE DARLE A DIOS LO QUE LE CORRESPONDE DE NUESTROS INGRESOS (MALAQUÍAS 3:10-11) 

 

Si queremos consejos para la prosperidad de nuestra familia no podemos comenzar con otro principio que no sea el de apartar de nuestros ingresos lo que le corresponde a nuestro Dios, y principalmente por dos razones que nos enseña el apóstol Pablo (2 Corintios 9:6) 

 

  • No podemos esperar cosechas si no sembramos primero.

 

  • No podemos esperar abundancia si somos mezquinos con nuestro Dios. 

 

A muchos cristianos no les cuesta ser fieles con su dinero en sus compromisos con las empresas terrenales, agua, energía eléctrica, cable, teléfono, etc, pero les cuesta ser fieles con el Reino de Dios, y nuestro Señor Jesucristo nos hace un llamado a ser fieles en las cosas de este mundo y también con el Reino de los cielos (Lucas 20:25) 

 

II) SEGUNDO PRINCIPIO : SE DILIGENTE EN TU TRABAJO O EN TUS NEGOCIOS (PROVERBIOS 10:4 / PROVERBIOS 13:4) 

 

Hay personas que viven quejándose de sus trabajos o de lo mal que van sus negocios, pero muchas veces el verdadero problema son sus malas actitudes, su falta de esfuerzo y su negligencia.

 

Tenemos que saber que nuestra actitud nos ayudará a progresar (Proverbios 22:29) tenemos que comprender que no es quejándose que se progresa en la vida. 

 

III) TERCER PRINCIPIO: PREPARA UN PRESUPUESTO FAMILIAR Y CUMPLELO (LUCAS 14:28-29) 

 

FRASE: Es mejor decirle a nuestro dinero a donde tiene que ir en lugar de preguntarnos a dónde se fue.

 

El presupuesto sirve para llevar una planificación y un control de los ingresos y los egresos de la familia.

 

El presupuesto es un elemento indispensable para la salud financiera de la familia, pues nos permite: 

 

  •  Saber en qué se está gastando el dinero que ingresa a nuestra familia.

 

  • Darle prioridad a los pagos y gastos que son más importantes y eliminar gastos que no son necesarios. 

 

  • Tener la tranquilidad de que vamos a poder cubrir con los pagos y necesidades de nuestra casa, y si hay un excedente tener la posibilidad de ahorrar y evitar deudas innecesarias. 

 

  • Hay una frase que vale la pena tomar en cuenta: No ahorres lo que te quede después de gastar, gasta lo que te quede después de ahorrar.

 

Pero tenemos que saber que no basta solamente con tener un presupuesto familiar, la clave es cumplirlo, aprender a ser sabios administradores de la bendición de Dios.

 

IV) CUARTO PRINCIPIO: NO PIERDAS OPORTUNIDADES POR NO ESTAR PREPARADO (MATEO 25:1-10) 

 

Aunque esta parábola está directamente relacionada con estar preparados espiritualmente con nuestra salvaciòn para cuando Cristo venga, vamos a tomar la enseñanza de la parábola para comprender la importancia de estar preparados para cuando llegan las oportunidades en la vida.

 

La palabra de Dios nos muestra que la oportunidades van a llegar a nuestra vida, todos de una u otra manera tendremos oportunidades para triunfar, para prosperar, para vivir una vida diferente (Eclesiastés 9:11) pero ¿estaremos preparados cuando la oportunidad llegue? 

 

El costo de oportunidad es el costo de nuestra decisiones, el costo que pagamos al renunciar a elegir algo, o el costo de una inversión que no se realiza, valdría la pena meditar en cuanto hemos perdido por haber decidido no prepararnos en la vida.

 

V) QUINTO PRINCIPIO: NO DESPERDICIES TU DINERO EN COSAS Y ESTILOS DE VIDA QUE NO APROVECHAN PARA NADA (ISAÍAS 55:2) 

 

Muchas veces vivimos en escasez no porque el dinero no llega a nuestra familia, sino porque lo estamos gastando de una manera insensata.

 

No podemos prosperar si estamos desperdiciando las bendiciones de Dios en vicios, en adulterios, en vanidades que no aprovechan para nada. 

 

Tenemos que ser sabios para invertir y no desperdiciar la provisión que Dios trae a nuestra familia. 

 

Cuando desperdiciamos el dinero en cosas innecesarias o en estilos de vida que no agradan a Dios nos lleva a esclavizarnos en deudas para poder cubrir los pagos básicos de nuestro hogar.

 

Y nuestro Dios no quiere que vivamos siendo esclavos de las deudas, y peor aún de las deudas que tomamos por nuestra falta de sabiduría.

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