NO TE INDEPENDICES DE DIOS

TEMA: NO TE INDEPENDICES DE DIOS

TEXTO: SALMO 81:10-12

En esta semana en muchos de nuestros países centroamericanos y en México celebramos el día de nuestra independencia patria, honramos a los hombres y mujeres que lucharon heroicamente por la independencia de nuestros países para que pudiéramos ser naciones libres y soberanas.

Pero si de algo debemos cuidarnos es de no tratar de independizarnos de nuestro Dios, sino al contrario, debemos tratar de aprender a depender cada día más de Dios.

Por naturaleza en el ser humano tenemos un deseo de independencia, desde que damos nuestros primeros pasos y queremos librarnos de los brazos de nuestras madres y más cuando llegamos a nuestra adolescencia y se completa cuando somos adultos y tenemos la capacidad de sostenernos a nosotros mismos sin el apoyo de nuestros padres.

Pero en los hijos de Dios tiene que ser al contrario, un hijo de Dios tiene que tener el deseo en su corazón de cada día depender más y más de su Padre Celestial, pero lastimosamente esto no es así, sino que cometemos el error de querer vivir sin tomar en cuenta a Dios.

Analicemos los versículos que hemos leído y reflexionemos sobre el porqué de este error que algunos cristianos cometemos:

1. PORQUE A MUCHOS CRISTIANOS SE NOS HA OLVIDADO DE DONDE NOS SACÓ EL SEÑOR (VS 10)

 

• Él nos hizo subir de Egipto, es decir, él nos sacó de nuestra vida mundana, de nuestra vida en condenación, de nuestra vida en vicios, de nuestra vida tan enredada y amargada que no teníamos felicidad, él nos hizo subir, pero ahora soberbiamente queremos apartarnos de Dios.

 

• A muchos nos ha pasado lo peor que le puede pasar a un Cristiano cuando Dios lo ha bendecido mucho, que su corazón se ensoberbezca (Oseas 13:5-6)

 

• Ensoberbecer: Causar soberbia en alguien, es decir que el que se ensoberbece no era soberbio sino que algo lo lleno de soberbia, algo lleno su corazón de orgullo

 

• Es triste cuando las mismas bendiciones que Dios nos ha dado sean la causa de esa soberbia que hay en nuestro corazón, por el trabajo que Dios te dio, por el salario que él te ha permitido ganar, por la casa que él te ha dado, por el vehículo que él te permitió comprar,

1. PORQUE YA NO QUEREMOS OIR SU VOZ Y YA NO QUEREMOS TOMAR EN CUENTA SU PALABRA (SALMO 81:12)

 

• Que duras esas palabras del Señor, mi pueblo no oyó mi voz e Israel no me quiso a mí, no son solo duras sino también tristes, porque son las palabras que describen el principio del fin de la vida de un soberbio.

 

• Si nosotros no queremos la voz de Dios, entonces la voz de quien estamos oyendo, la voz de quien está guiando nuestra vida?? Quizás piensas que tus amigos siempre tienen la razón, quizás piensas que tú lo sabes todo y no necesitas que nadie, ni siquiera Dios por medio de su palabra te diga algo.

 

• Dios nunca nos ha dejado de hablar, Dios nunca ha dejado nuestra vida sin consejo, sin amonestación, sin exhortación, siempre el Señor está hablando a nuestra vida, pero no queremos oír lo que él nos dice (Zacarías 7:9-11)

 

• Y nosotros pensamos equivocadamente que a Dios no le importa que el nos hable siempre y nosotros no queramos atender su voz, pensamos que nuestro Dios no le importa nuestra indiferencia, pero no es así (Zacar8as 7:12) El versículo dice que vino gran enojo de parte de Jehová.

 

¿Cuál ES EL PELIGRO DE QUERER INDEPENDIZARNOS DE DIOS? (SALMO 81:12)

El mayor peligro es : Que él nos deje hacerlo, que nos deje probar que tal nos va vivir lejos de él, que él nos permita que nos apartemos poco a poco de la iglesia, que el nos deje seguir nuestra propia sabiduría sin tomar en cuenta su voluntad.

El Señor nos permite tratar de vivir independientes de él, pero el sabe perfectamente cuál será la historia de nuestra vida, por eso nos lo mostro en su palabra (Lucas 15:11-16)

• Nos vamos apartar con soberbia

 

• Vamos a comenzar a vivir perdidamente

 

• Vamos a perder las bendiciones que el nos dio con su amor.

 

• Vamos a tener necesidad y no habrá nada que la pueda saciar.

 

• Vamos a terminar reconociendo el grave error que cometimos en habernos tratado de independizar de Dios, pero aún podemos volver (vs 20)