TEMA: CUATRO CONSEJOS PARA LOS QUE ESPERAN UN MILAGRO.
TEXTO: 1 TESALONICENSES 5:15-18
Definitivamente uno de los tiempos más difíciles en la vida de todo cristiano son los momentos en los que estamos esperando la respuesta de Dios, muchos nos desesperamos, muchos hacemos locuras, o estamos haciendo cosas que no agradan a Dios y le exigimos al Señor que nos conteste aunque nuestra vida no le agrade.
En los versículos que hemos leído encontramos varios consejos que parecen sencillos, pero que son de mucho poder si lo llevamos a la práctica.
- PRIMER CONSEJO: RENUNCIEMOS A TODA INTENCION DE VENGANZA (VS 15)
Quizás los problemas que estas enfrentando en tu vida, son causados por alguna persona, que causo daño en tu vida.
Y contra esa persona posiblemente tienes deseos de venganza, quieres desquitarte el daño que te han causado.
Pero esta noche Dios te dice: déjamelo todo a mí, renuncia tu esta misma noche a toda intención de venganza en tu corazón para que te pueda bendecir.
- SEGUNDO CONSEJO: NO PIERDAS EL GOZO EN TU VIDA (VS 16)
No permitas que tu corazón se llene de enojo y reclamos contra Dios, el gozo de nuestra vida es la fortaleza que nos mantiene firmes aun en las adversidades más grandes (Nehemías 8:10)
La palabra de Dios nos manda a gozarnos en el día que nos toque vivir (Salmo 118:24)
- TERCER CONSEJO: NUNCA TE CANSES DE ORAR (1 TESALONICENSES 5:17)
Tenemos que tener claro algo muy importante: Orar no es una opción, es una obligación.
No podemos esperar un milagro de Dios sin tener tiempo para hablar con el, tenemos que orar:
En todo lugar (1 Timoteo 2:8)
Siempre y sin desmayar (Lucas 18:1)
- CUARTO CONSEJO: DA GRACIAS EN TODO (1 TESALONICENSES 5:18)
Tenemos que dar gracias en todo es algo que no es nada fácil, es difícil dar gracias cuando tenemos una enfermedad terminal, es difícil dar gracias cuando una persona que amamos esta a punto de morir, cuando no tenemos trabajo y no tenemos dinero para comer, etc.
Es incomprensible, es difícil, pero tenemos que hacerlo, no porque lo comprendamos, sino porque es la voluntad de Dios, es decir tenemos que dar gracias en obediencia a Dios, y la obediencia traerá bendición a nuestra vida.
